Los encantadores de palabras

Son dos minutos de suspense transmitidos en directo por televisi¨®n que comienzan cuando el presentador pronuncia la palabra. No suele ser sencilla, pues muchas tienen ra¨ªz extranjera, como pyrrhuloxia o schefflera. El ni?o, de entre 9 y 15 a?os, le pregunta su origen, categor¨ªa gramatical y alg¨²n ejemplo. El tiempo avanza ante los nervios de los familiares en el p¨²blico. Quedan ya pocos segundos de plazo cuando el ni?o escribe la palabra con un dedo en la palma de su mano y empieza a deletrear con aplomo una a una las letras que la componen. Si acierta, sigue compitiendo. Si falla, queda eliminado y all¨ª culminan a?os de insaciable preparaci¨®n.

En las semifinales y la final del National Spelling Bee, el torneo anual de deletreo infantil de Estados Unidos, iniciado en 1925, todo parece imprevisible. Pero los resultados no son tan sorprendentes: por octavo a?o consecutivo el ganador?de la final -la noche del jueves en horario de m¨¢xima audiencia televisiva- fue de origen indio. De las ¨²ltimas 16 ediciones, solo cuatro no han sido ganadas por indo-estadounidenses.

De las ¨²ltimas 16 ediciones, solo cuatro no han sido ganadas por indo-estadounidenses

El dominio de esa comunidad suscit¨® el a?o pasado mensajes racistas en las redes sociales, como ¡°Necesitamos que un americano gane el Spelling Bee #Cansadodeindios¡±. Los comentarios de burla se repitieron este a?o. La pol¨¦mica incomoda a la direcci¨®n del torneo. ¡°Nos gustar¨ªa que se celebrara ese gran hito y no se les juzgara por el color de su piel y origen¡±, dice la portavoz, Vallerie Miller.

La gloria la compartieron este a?o Vanya Shivashankar, de 13 a?os, y Gokul Venkatachalam, de 14. Cada uno recibi¨® un cheque de 30.000 d¨®lares y material escolar. De los 10 finalistas, 7 eran de origen indio. De los 49 semifinalistas, la mitad. En total, m¨¢s de una quinta parte de los 285 participantes en la edici¨®n 88 del concurso infantil m¨¢s grande y antiguo del pa¨ªs, que se celebr¨® entre el martes y el jueves en un lujoso hotel en National Harbor (Maryland), a las afueras de Washington.

?Qu¨¦ explica la hegemon¨ªa de una comunidad ¨¦tnica que supone menos del 1% de la poblaci¨®n estadounidense? ¡°No lo s¨¦, si trabajas duro puedes lograr todo lo que quieras¡±, responde la madre de Jev Jaiswal, de 13 a?os, que termin¨® en quinta posici¨®n. ¡°La gente del sur de Asia tiene una gran capacidad acad¨¦mica¡±, esgrime Sridevi Malla, cuyo hijo de 11 a?os no entr¨® por los pelos a las semifinales.

Seg¨²n la direcci¨®n del torneo, las claves del ¨¦xito indio son la perseverancia, la importancia de la educaci¨®n, el fomento temprano de la lectura y la promoci¨®n de una competencia sana

Malla trabaja en una compa?¨ªa de inform¨¢tica en el Estado de Nueva York (el perfil cient¨ªfico es com¨²n en la di¨¢spora india en EE UU) y cuenta orgullosa c¨®mo ayuda varias horas al d¨ªa a su hijo a estudiar palabras en el diccionario internacional Webster, en el que se basa el torneo. Sostiene que los indios tienen en los ¡°genes¡± esa habilidad del mismo modo que otros grupos ¨¦tnicos y raciales sobresalen en actividades deportivas o musicales.

La clave, dice la portavoz Miller citando un estudio de la Universidad de Pensilvania, es la ¡°perseverancia¡±. A ello, une tres factores propios de la comunidad india: la importancia de la educaci¨®n, el fomento temprano de la lectura y la promoci¨®n de una competencia sana.

Hay concursantes veteranos. Era la quinta y cuarta participaci¨®n de los dos ganadores. El l¨ªmite est¨¢ en los 15 a?os de edad. Algunos vienen motivados por experiencias familiares: 36 participantes tienen familiares que compitieron en el pasado. La hermana de Shivashankar gan¨® en 2009.

Para todos supone la culminaci¨®n de una disciplinada cruzada: 11 millones de ni?os compiten en las fases locales previas y comparten el sue?o de ver su rostro colgado, junto al de los ganadores pasados, en los pasillos del hotel y que los reciba, como sucedi¨® el a?o pasado, el presidente Barack Obama en la Casa Blanca.