¡°El Estado Isl¨¢mico sabe ad¨®nde va y eso tiene sentido para alguna gente¡±

Parte de la culpa de la expansi¨®n del Estado Isl¨¢mico (EI) y de los adeptos que suma cada d¨ªa la tiene Occidente. La reflexi¨®n es de Shiraz Maher, investigador del Centro para el Estudio de la Radicalizaci¨®n de Londres, para quien ¡°la desesperaci¨®n del pueblo sirio y el vac¨ªo de poder ha permitido la expansi¨®n de los yihadistas¡±. ¡°Cuando has visto morir a tu familia, cuando sabes que han muerto decenas de miles de personas y tienes miedo y sientes que nadie te protege puede ser que abras la puerta al Estado Isl¨¢mico¡±, se?ala Maher durante su participaci¨®n en el Oslo Freedom Forum (Foro de la Libertad de Oslo), que se ha celebrado esta semana en la capital noruega.

El experto brit¨¢nico, de origen paquistan¨ª, conoce perfectamente esa sensaci¨®n. ?l mismo se uni¨® a un grupo yihadista, Hizbut Tahrir, tras los atentado del 11S por un solo motivo: ¡°En cualquier lugar en el que miraba los musulmanes estaban siendo perseguidos y asesinados, ya fuera en Afganist¨¢n, en Irak o en Palestina, sin que nadie los defendiera, y solo los extremistas parec¨ªan defenderlos¡±. Hasta que los atentados de Madrid, el 11 de marzo de 2004, y los del metro de Londres, el 7 de julio de 2005, le hicieron cambiar de opini¨®n.

¡°Lo mismo est¨¢ ocurriendo en Siria, que nadie defiende a la poblaci¨®n, mientras Occidente solo da dos opciones a los sirios: Bachar el Asad [presidente del pa¨ªs] o el Estado Isl¨¢mico¡±, apunta Maher. Los seguidores de Abubaker al Bagdadi, con su aplastadora maquinaria de propaganda se muestran como la ¨²nica opci¨®n clara. ¡°El Estado Isl¨¢mico sabe exactamente lo que es, exactamente lo que est¨¢ haciendo y exactamente hacia d¨®nde va. Y esto tiene sentido para la gente, que busca salir de su confusi¨®n¡±, a?ade.

M¨¢s que su expansi¨®n, tras la toma de la ciudad iraqu¨ª de Ramadi y de la siria Palmira, lo que m¨¢s preocupa a Maher es su poderosa capacidad para la radicalizaci¨®n. ¡°Seg¨²n nuestros c¨¢lculos, unas 15.000 personas procedentes de 90 pa¨ªses han viajado a Siria o Irak para luchar junto al EI¡±, lamenta. Recorrer el camino contrario, el de la desradicalizaci¨®n, ser¨¢ despu¨¦s muy complicado: ¡°No bastar¨¢ con convencerles de que se puede ser musulm¨¢n y vivir en una democracia y en libertad, porque una vez que formas parte de un grupo radical estableces lazos profundos sentimentales, y abandonarlo supone dejar a tus amigos y empezar una nueva vida que no sabe a hacia d¨®nde va¡±.