Un doble rasero
La apertura del r¨¦gimen cubano a los inversionistas no ha considerado lo m¨¢s importante: los derechos humanos y las libertades
La apertura del r¨¦gimen cubano a los empresarios e inversionistas de los pa¨ªses capitalistas ha captado la atenci¨®n de muchos gobiernos que ven en estos momentos una gran oportunidad para sacar beneficios de un pa¨ªs en ruinas. Lamentablemente, no han considerado lo m¨¢s importante: los derechos humanos y las libertades de los cubanos oprimidos.
El presidente Obama anunci¨® hace unos meses el fin del embargo, el restablecimiento de relaciones diplom¨¢ticas, el intercambio de Embajadores e incluso el retiro de Cuba, para muchos anticipado, de la lista de pa¨ªses que fomentan el terrorismo en el mundo. Obama, quiz¨¢s demasiado discreto, apenas hizo algunas referencias a los temas relacionados con la democracia, lo que no dio pie a los cubanos y aliados para recurrir al usual argumento defensivo de ¡°intromisi¨®n en los asuntos internos¡± de Cuba.
Aparentemente, el presidente estadounidense no habr¨ªa exigido los Castro, como muchos esperaban, pasos serios del r¨¦gimen hacia la democratizaci¨®n del pa¨ªs, elecciones libres, libertad de presos pol¨ªticos, y cese de los habituales actos de repudio. Aunque algunos opinan que ello vendr¨ªa despu¨¦s de la apertura econ¨®mica, la situaci¨®n pol¨ªtica ha m¨¢s bien empeorado estas ¨²ltimas semanas. La persecuci¨®n persiste, el amedrentamiento se ha intensificado, se acent¨²a la violencia del Estado, en fin, no se ven aires de libertades.
Detr¨¢s de Obama, los europeos, sorprendidos por una diplomacia discreta llevada a cabo por Estados Unidos, Canad¨¢ y el papa Francisco, buscan ahora desesperadamente posicionarse en la Isla y lograr los mejores beneficios econ¨®micos, tambi¨¦n menospreciando el valor de los derechos humanos y de la democracia en Cuba, alejados de las exigencias que ellos mismos hacen a los que pretenden ingresara la Uni¨®n Europea. A esos se les aplica rigurosamente los criterios de adhesi¨®n establecido por el Consejo en Copenhague, en 1993, y completados en Madrid, en 1995: estabilidad de las instituciones que garantizan la democracia, el Estado de Derecho, los derechos humanos y el respeto y la protecci¨®n de las minor¨ªas, lo que se muestra un lamentable doble rasero que parece significar cierto desprecio por el pueblo cubano.
En sus declaraciones, Hollande olvida que los Castro han gobernado el pa¨ªs bajo una f¨¦rrea dictadura desde 1959, d¨¦cadas de miseria, persecuci¨®n, c¨¢rcel y exilio?
En d¨ªas pasados el presidente franc¨¦s, el socialdem¨®crata Fran?ois Hollande, visito la isla, tratando de sorprender, como se puede inferir de sus declaraciones a la prensa, a los otros gobernantes europeos a los que se habr¨ªa adelantado en sus contactos directos con Cuba. La visita de Hollande no es tan sorprendente como lo fueron sus declaraciones acerca del ¡°honor¡± y el ¡°privilegio¡± que sinti¨® al encontrar a Fidel Castro y el hecho de haber ignorado a la disidencia cubana, atropellada y perseguida como nunca antes por el r¨¦gimen.
El presidente franc¨¦s es quiz¨¢s el que menos podr¨ªa ignorar el sufrimiento de los cubanos, la defensa de los derechos humanos y la necesidad de libertad. Pareciera que la fraternidad, la igualdad y la libertad no tienen el mismo sentido en este caso. En sus declaraciones, Hollande olvida deliberadamente que los hermanos Castro han gobernado el pa¨ªs bajo una f¨¦rrea dictadura desde 1959, d¨¦cadas de miseria, persecuci¨®n, c¨¢rcel y exilio de millones de hombres y mujeres que pagan simplemente por pensar diferente.
Lamentablemente los principios y los valores parecen estar en crisis y no solamente en Am¨¦rica Latina, en donde algunos gobiernos e instituciones ignoran las libertades y los derechos fundamentales en nombre de pseudo revoluciones retrogradas e inhumanas. La dirigencia pol¨ªtica europea de hoy, sea de derecha o de izquierda, socialista o conservadora, se separa de aquella que poco antes de la II Guerra Mundial, y m¨¢s a¨²n despu¨¦s de finalizada ¨¦sta, surge y se afianza para rescatar a la regi¨®n de la violencia y de la crueldad que hab¨ªa impuesto el r¨¦gimen fascista de Hitler y llevarla a lo que hoy representa: desarrollo, progreso, pero sobre todo democracia.
V¨ªctor Rodr¨ªguez Cede?o es exembajador de Venezuela ante las Naciones Unidas
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