Obama firma la ley que impone l¨ªmites a la NSA
Por primera vez desde el 2001 se recorta el poder de la agencia de espionaje electr¨®nico
El presidente Barack Obama ha firmado este martes una ley que impone l¨ªmites al espionaje de la NSA, la agencia de espionaje electr¨®nico. La reforma, adoptada por el Congreso tras dos d¨ªas de drama parlamentario, recorta, por primera vez desde los atentados de 2001, los poderes de la agencia para controlar las comunicaciones electr¨®nicas de los estadounidenses. La adopci¨®n de la nueva ley tambi¨¦n permite a las autoridades de EE UU reiniciar un programa de recopilaci¨®n de datos telef¨®nicos que qued¨® en suspenso en la madrugada del lunes.
El Senado ratific¨® con 67 votos a favor y 32 en contra la versi¨®n de la USA Freedom Act, adoptada a mediados de mayo por la C¨¢mara de Representantes. El voto lleg¨® tras una larga jornada de debate. Hasta el ¨²ltimo minuto, los halcones intentaron introducir enmiendas para suavizar los controles a la NSA (Agencia de Seguridad Nacional) que la nueva ley impone.
Las enmiendas, promovidas entre otros por el l¨ªder del Senado, el republicano de Kentucky Mitch McConnell, salieron derrotadas. McConnell defend¨ªa las competencias de la NSA y apelaba a la amenaza terrorista para rechazar la reforma. El sector m¨¢s cr¨ªtico con la NSA, encabezado por otro republicano de Kentucky, el senador y aspirante presidencial Rand Paul, tampoco pudo frenar la ley.
Una vez aprobada la ley por el Senado y la C¨¢mara de Representantes, Obama la rubric¨®. El presidente era partidario de una reforma que, por primera vez en la ¨²ltima d¨¦cada y media, intenta embridar los poderes expansivos de la agencia de espionaje.
La USA Freedom Act, o Ley de la Libertad de EE?UU, busca un t¨¦rmino medio entre los defensores de un espionaje opaco y con l¨ªmites escasos, y los detractores absolutos del espionaje electr¨®nico. Un elemento central de la ley es que retira a la NSA la capacidad de almacenar los datos sobre las llamadas telef¨®nicas de millones de estadounidenses y coloca estos datos en manos de las compa?¨ªas telef¨®nicas. Los esp¨ªas podr¨¢n acceder a estos datos caso a caso y previa autorizaci¨®n judicial.
El debate sobre la reforma de la NSA enfrenta a los partidarios de privilegiar la seguridad en la lucha contra los terroristas con los defensores de las libertades civiles. Es un debate antiguo que se reaviv¨® tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, en los que murieron cerca de tres mil personas y que evidenciaron la falta de coordinaci¨®n de las agencias de espionaje estadounidenses.
Pero en aquel momento, con una sensaci¨®n de amenaza compartida por toda la sociedad estadounidense, pocos cuestionaban la necesidad de reforzar los poderes de las agencias de espionaje, aunque el precio fuera ver laminadas las libertades civiles. Han pasado casi 14 a?os y las percepciones han cambiado. El 11-S queda lejos, Osama Bin Laden, cerebro de los atentados, est¨¢ muerto y EE?UU intenta dejar atr¨¢s las guerras que comenz¨® despu¨¦s de los ataques.
Un factor decisivo son las revelaciones del analista Ed Snowden sobre el espionaje de la NSA, en 2013. Sin estas revelaciones posiblemente la USA Freedom Act no existir¨ªa. Snowden revel¨® el que, amparado por la secci¨®n 215 de la Patriot Act ¡ªuna ley aprobada bajo la conmoci¨®n del 11-S¡ª, permit¨ªa a la NSA recopilar las listas de llamadas telef¨®nicas, incluidos los n¨²meros, la hora y la duraci¨®n de las llamadas.
Un problema a?adido en el debate de estos d¨ªas es que la secci¨®n 215 expir¨® en la medianoche del domingo al lunes. En la madrugada del lunes, la NSA se qued¨® sin autoridad para seguir recopilando datos, una circunstancia que, seg¨²n la Administraci¨®n Obama, restaba a las autoridades una herramienta clave ante el terrorismo.
La aprobaci¨®n, el martes, de la USA Freedom Act, resuelve el problema. Una vez que Obama firme la ley, la NSA recuperar¨¢ la autoridad para almacenar datos durante un periodo de transici¨®n de medio a?o. El lapso habr¨¢ sido de unos d¨ªas. Al final de este periodo, la USA Freedom Act contempla que los datos pasen definitivamente a las compa?¨ªas telef¨®nicas.
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