Turqu¨ªa, en la encrucijada
El Estado m¨¢s poderoso, democr¨¢tico y laico del mundo musulm¨¢n, Turqu¨ªa, se juega este domingo su destino en las elecciones parlamentarias
El Estado m¨¢s poderoso, democr¨¢tico y laico del mundo musulm¨¢n, Turqu¨ªa, se juega este domingo su destino en las elecciones parlamentarias. Puerta de entrada de la regi¨®n m¨¢s conflictiva del mundo, Irak, Siria e Ir¨¢n, la geograf¨ªa le concede una importancia estrat¨¦gica de primer orden. El pa¨ªs aumenta el peso de Europa, en la que, tibiamente, aspira a integrarse y de la que recibe una respuesta indiferente.
?Geogr¨¢ficamente pertenecemos a Europa, pero pol¨ªticamente?, se pregunta el Nobel de literatura Orhan Pamuk. La cuesti¨®n no es saber qui¨¦n ganar¨¢ ¡ªnadie duda de que el triunfador ser¨¢ el AKP¡ª sino conocer con qu¨¦ mayor¨ªa. Si obtiene 330 esca?os podr¨¢ convocar un refer¨¦ndum constitucional; con dos tercios, cambiar¨ªa la Constituci¨®n, sin consulta popular.
Erdogan rescat¨® a Turqu¨ªa en 2001 de la quiebra, con crecimientos espectaculares y bajo desempleo, m¨¢s estabilidad pol¨ªtica. Cuando el fundamentalismo ascend¨ªa en la zona convirti¨® el pa¨ªs en la prueba de que el islam y la democracia eran compatibles. Ahora este pol¨ªtico nacionalista, contrario al gobierno de la ley isl¨¢mica pero que utiliza la religi¨®n como factor de cohesi¨®n, quiere una presidencia ejecutiva fuerte, para lo que necesita reformar la Constituci¨®n.
Habla de una II Rep¨²blica que sustituir¨ªa a la primera fundada por Ataturk. El modelo de Erdogan ser¨ªa el general De Gaulle y algunos temen que Putin. ?Peligra la democracia en Turqu¨ªa? En principio, no. Pero el pa¨ªs experimenta un retroceso de las libertades: represi¨®n de la prensa cr¨ªtica y anulaci¨®n de los contrapesos que posibilitan la separaci¨®n de poderes.
Erdogan ha acentuado su intolerancia y gobierna de una forma autocr¨¢tica, denunciando conspiraciones internacionales. Se ha enemistado con Estados Unidos y con Israel. Su pol¨ªtica exterior neo otomana de paz con sus vecinos est¨¢ en crisis, y hay indicios de que est¨¢ ayudando al Estado Isl¨¢mico con armas e incluso yihadistas, que transporta clandestinamente a Siria a trav¨¦s de la frontera turca.
El presidente ya no puede jugar la baza econ¨®mica. El crecimiento se ha detenido y el paro, disparado. Las conversaciones con la UE est¨¢n atascadas. La posibilidad de detener la deriva autocr¨¢tica reside en que el peque?o Partido de la Democracia de los Pueblos (HDP), prokurdo, recoja el voto izquierdista de las clases trabajadoras urbanas, profesionales y j¨®venes, consiga el 10% del voto nacional, y con medio centenar de diputados, bloquee el sue?o presidencialista de Erdogan. Turqu¨ªa en la encrucijada y no solo geogr¨¢fica.
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