¡°Esta ley es un hito para el reencuentro con Espa?a¡±

El guardi¨¢n de las Cuatro Sinagogas Sefard¨ªes, en el barrio jud¨ªo del recinto amurallado de la Ciudad Santa, se cuadra cuando Abraham Haim (Jerusal¨¦n, 1941) acude al caer la tarde del Sabbat y al pasar a su lado le saluda en ladino. Historiador y profesor universitario, exdirector de Patrimonio Sefard¨ª del Ministerio de Cultura israel¨ª, su espa?ol hablado tiene ecos de hace m¨¢s de cinco siglos.

¡°Mi familia de jud¨ªos sefard¨ªes lleg¨® a Jerusal¨¦n a mediados del siglo XIX desde los Balcanes. El apellido de mi familia materna es Reina¡±, explica Haim, en el recinto de las Cuatro Sinagogas, reconstruido tras la Guerra de los Seis D¨ªas de 1967, en medio de una charla que evoca vocablos antiguos, como ¡°ollos¡± en lugar de ojos, y alegres sufijos de diminutivo en ¡°ico¡±.

¡°A pesar de las guerras y de la destrucci¨®n causada por el tiempo, la Comunidad Sefard¨ª de Jerusal¨¦n conserva documentos que pueden ayudar a determinar qui¨¦n tiene derecho a la nacionalidad espa?ola¡±. ¡°La Di¨¢spora mantuvo registros de sus miembros, como los que figuran en las llamadas sociedades de entierros, que aclaran el origen de muchas familias. Los documentos religiosos, como las donaciones para las sinagogas, tambi¨¦n sirven para trazar la l¨ªnea hist¨®rica¡±, precisa.

La exigencia del conocimiento del espa?ol para lograr el pasaporte es, en su opini¨®n, una dificultad a?adida. ¡°El ladino se mantiene como lengua de estudio, pero apenas se usaba ya en la vida cotidiana durante mi ni?ez¡±, puntualiza el presidente del Consejo de la Comunidad Sefard¨ª.

¡°No se puede corregir lo que pas¨® en 1492, pero esta ley es un hito para el reencuentro de los sefard¨ªes con Espa?a¡±, asegura Haim con satisfacci¨®n. ¡°Aunque en Israel el t¨¦rmino sefard¨ª se aplica en general a todos los jud¨ªos de procedencia oriental [de pa¨ªses isl¨¢micos], frente a los de origen europeo o askenaz¨ªes, s¨®lo las personas con un linaje procedente de Sefarad o Espa?a tendr¨¢n derecho a la nacionalidad¡±, advierte. ¡°Nuestro Consejo es una de las instituciones que podr¨¢ ayudar a acreditar este linaje en un documento oficial¡±, concluye.