Un hombre mata a nueve personas en una iglesia en Charleston

Una tragedia, con indicios raciales, sacudi¨® la noche de este mi¨¦rcoles Charleston, al sureste de Estados Unidos. Un hombre abri¨® fuego en una hist¨®rica iglesia afroamericana en esa ciudad de Carolina del Sur, causando la muerte de nueve personas, seg¨²n inform¨® la polic¨ªa. El sospechoso es un veintea?ero blanco que est¨¢ siendo buscado por la polic¨ªa.

Ocho de las v¨ªctimas murieron en el interior de la iglesia y una novena falleci¨® mientras era trasladada, junto a otra persona, a un centro m¨¦dico, seg¨²n dijo el jefe de la polic¨ªa local, Gregory Mullen, en una rueda de prensa a primera hora de la madrugada del jueves. ¡°Creo que es un crimen de odio¡±, explic¨® Mullen. Las autoridades dijeron que los primeros indicios apuntan a un ¨²nico atacante y declinaron detallar la raza ni identidad de las v¨ªctimas. Sin embargo, el reverendo Al Sharpton, defensor de los derechos civiles, anunci¨® en Twitter que Clementa Pinckney, pastor de la iglesia, se encuentra entre los fallecidos.

¡°La ¨²nica raz¨®n que alguien pueda entrar a una iglesia y disparar a gente rezando es que le salga del odio. Es el mayor acto de cobard¨ªa¡±, agreg¨® el alcalde de la ciudad, Joe Riley. Coches y helic¨®pteros de polic¨ªa rastrean la ciudad en busca del sospechoso, de aspecto delgado y que iba vestido con un jersey de capucha y unos pantalones vaqueros.

El tiroteo tuvo lugar alrededor de las 9 de la noche en la Iglesia Africana Metodista Episcopal de Emanuel, construida en el siglo XIX y de las m¨¢s antiguas de la comunidad negra en el sur de Estados Unidos. Tras el suceso, grupos de personas negras se agruparon en los alrededores de la iglesia en c¨ªrculos con las manos cogidas. ¡°Cre¨ªamos que los asuntos raciales estaban superados¡±, dijo uno de ellos a un periodista del diario The Post and Courier.

A la espera de conocer m¨¢s detalles y que se confirme la motivaci¨®n racial del atacante, Charleston no escapa de las tensiones raciales que sacuden otras partes de Estados Unidos.

Creo que es un crimen de odio¡± Gregory Mullen, jefe de la polic¨ªa de Charleston

La tensi¨®n se evidenci¨® a principios de abril tras la muerte de Walter Scott, un hombre negro de 50 a?os que iba desarmado, por el impacto de ocho disparos de un polic¨ªa blanco. El suceso tuvo lugar en plena luz del d¨ªa en una zona ajardinada en la parte norte de Charleston. Se conoci¨® tras la difusi¨®n de un v¨ªdeo de un transe¨²nte, deriv¨® en la imputaci¨®n del agente y en protestas callejeras de la comunidad negra, que denunci¨® un patr¨®n discriminaci¨®n racial de la polic¨ªa.

Las quejas en North Charleston fueron parecidas a las escuchadas en el ¨²ltimo a?o en EE UU. Fue el ¨²ltimo estallido de indignaci¨®n tras los casos de muertes de negros desarmados a manos de la polic¨ªa, como los registrados anteriormente en Ferguson (Misuri) y Staten Island (Nueva York).

En abril, muri¨® al norte de Charleston un hombre negro desarmado por ocho disparos de un polic¨ªa blanco

Charleston es una ciudad de 127.000 habitantes. El 67% de la poblaci¨®n del condado es blanca y el 29% es negra, seg¨²n datos del Censo federal. Como buena parte del sur de Estados Unidos, Carolina del Sur tiene una reprobable historia de discriminaci¨®n racial. El Estado mantuvo la esclavitud de los negros hasta bien entrado el siglo XIX. Y la poblaci¨®n negra sufri¨® alg¨²n tipo de marginalizaci¨®n hasta el fin oficial de la segregaci¨®n racial hace medio siglo.