Sin esperanza en Kosovo
Entre 50.000 y 100.000 personas han emigrado del pa¨ªs balc¨¢nico, sumido en la pobreza, con un alt¨ªsimo paro juvenil y aislado de Europa
Majlinda Curri y su marido se cansaron de esperar tiempos mejores e hicieron las maletas el pasado febrero. ¡°Los dos tenemos estudios, pero no conseguimos trabajo¡±, cuenta esta mujer de 26 a?os sentada en el sal¨®n de la casa de su suegra en Prizren, una ciudad en el sur de Kosovo (182.000 habitantes). La pareja atraves¨® Serbia en autob¨²s y cruz¨® clandestinamente la frontera de la UE en Hungr¨ªa por una zona boscosa a cambio de 400 euros. Al final de la fr¨ªa marcha, que el matrimonio comparti¨® con otras familias kosovares, esperaba la polic¨ªa h¨²ngara, que retuvo al grupo durante horas antes de soltarlo ¡°en medio de la nada¡± cerca del l¨ªmite con Ucrania.
¡°Al final, pudimos llegar a Budapest y compramos billetes a Alemania, pero la polic¨ªa nos los rompi¨®¡±, relata Majlinda con tono triste. En un descuido de los agentes, el matrimonio se subi¨® al tren y pag¨® de nuevo el ansiado viaje a casa de un familiar en Stuttgart, donde su sue?o de ¡°una vida mejor¡± se hizo pedazos en seis semanas, el tiempo que tardaron las autoridades germanas en denegar su petici¨®n de asilo y meterles en un avi¨®n de vuelta.
M¨¢s de 50.000 personas, seg¨²n las autoridades kosovares, dejaron el pa¨ªs como esta pareja en una ola migratoria masiva entre noviembre de 2014 y marzo de este a?o. Estimaciones no oficiales elevan la cifra hasta 100.000. ¡°La ausencia de esperanza en una mejora de la econom¨ªa y en un cambio de la mano del Gobierno les empujaron a marcharse¡±, sostiene Ariana Qosaj-Mustafa, jurista de Kipred, un centro de investigaci¨®n sociopol¨ªtica de Pr¨ªstina.
La ola migratoria se mueve al paso tambaleante de la independencia de Kosovo. Siete a?os despu¨¦s de separarse unilateralmente de Serbia, el peque?o pa¨ªs balc¨¢nico busca salir de un atraso econ¨®mico que ha ensombrecido las grandes expectativas puestas por la poblaci¨®n en el nuevo Estado. Con m¨¢s de un tercio de sus 1,8 millones de habitantes sumido en la pobreza y un paro del 55% entre los j¨®venes, los kosovares fijan la mirada hacia una Europa que ven como tabla de salvaci¨®n pero que mantiene cerrada la puerta mientras marca la v¨ªa hacia una integraci¨®n para muchos demasiado lenta.
Como para Majlinda, que pese a arrastrar una deuda de 3.000 euros por el intento fallido de emigrar, est¨¢ decidida a probar suerte otra vez: ¡°A la primera oportunidad que tengamos, lo volveremos a intentar. Aqu¨ª no hay futuro¡±.
?El Gobierno, aunque admite la mala situaci¨®n, apunta hacia las mafias y a la difusi¨®n de rumores sobre falsas posibilidades de lograr asilo en Europa, que corrieron como la p¨®lvora por Kosovo, para explicar la ¡°inesperada¡± marea hacia el exterior de sus ciudadanos, de los que ya han sido repatriados m¨¢s de 7.500. ¡°Asumimos nuestra responsabilidad sobre ellos, pero no les podemos prometer trabajo¡±, reconoce el primer ministro, Isa Mustafa, en un encuentro con periodistas organizado por la UE la semana pasada al que asisti¨® invitado EL PA?S.
El Ejecutivo de centroderecha de los dos partidos mayoritarios, la Liga Democr¨¢tica y el Partido Democr¨¢tico, proclama que el flujo incesante de emigrantes se ha detenido y reclama como parte de la soluci¨®n que se elimine la exigencia de visado a los kosovares para viajar. Pr¨ªstina considera cumplidas las condiciones de la UE y sostiene que ¡°ya no hay ninguna raz¨®n para mantener aislado a Kosovo¡±, el ¨²nico pa¨ªs de los Balcanes occidentales sin libertad de movimiento en el espacio Schengen.
Bruselas analizar¨¢ el asunto en oto?o, pero el debate llega en mal momento, tanto por el grave problema de los refugiados en el Mediterr¨¢neo como por la previsi¨®n de que una liberalizaci¨®n aumentar¨¢ la presi¨®n migratoria desde Kosovo.
Cantera yihadista
El islamismo radical no conoce fronteras y hace tiempo que traspas¨® las de los Balcanes. Entre 200 y 250 kosovares se han unido en los ¨²ltimos a?os a las filas yihadistas en Siria o Irak. El Gobierno ha respondido a la expansi¨®n del extremismo con la detenci¨®n el a?o pasado de 40 imanes acusados de incitar al odio y a la guerra santa, adem¨¢s de cerrar ONG que aprovechaban su actividad para hacer proselitismo.
El ministro del Interior, Skender Hynesi, destaca un seguimiento ¡°muy serio a este asunto¡± y la puesta a disposici¨®n judicial de decenas de personas por cargos relacionados con el yihadismo. ¡°Kosovo es un Estado laico, no se va a convertir en un Estado isl¨¢mico. Eso no va a pasar¡±, enfatiza.
El dif¨ªcil escenario econ¨®mico y pol¨ªtico abona el terreno a los radicales. ¡°Influyen en j¨®venes que no han conocido la guerra y utilizan cursos de ingl¨¦s e inform¨¢tica para adoctrinarles¡±, explica Arbana Xharra, directora del diario Z?re, que ha publicado varias investigaciones sobre las redes yihadistas en Kosovo.
Seg¨²n un estudio realizado tras la ola migratoria de final de 2014 por el Grupo de Estudios Legales y Pol¨ªticos, un think tank de Kosovo, alrededor del 37% de los kosovares piensa en salir del pa¨ªs. ¡°La voluntad de emigrar sigue siendo alta despu¨¦s de la ola migratoria, aunque las salidas ilegales se han reducido considerablemente desde el pasado marzo¡±, apunta Arberesha Loxha, responsable del estudio. ¡°Los gobiernos de la ¨²ltima d¨¦cada no han tenido una visi¨®n clara para el desarrollo del pa¨ªs y su econom¨ªa¡±, afirma Loxha.
El Ejecutivo promete reformas para evitar que el pa¨ªs se siga vaciando y se aferra a las ayudas de la UE (m¨¢s de 2.000 millones de euros desde el final de la guerra de los Balcanes en 1999) y a las ventajas del Acuerdo de Estabilizaci¨®n y Asociaci¨®n que prev¨¦ firmar este a?o con Bruselas. Un acuerdo que no afecta al estatus internacional de Kosovo, cuya independencia no reconocen cinco de los socios de la UE, entre ellos, Espa?a, y que le dar¨¢ ventajas para impulsar una econom¨ªa que crece en medio de grandes desequilibrios.
A la espera de avances en un escenario de alto desempleo (m¨¢s del 35%) y sueldos medios de 350 euros, muchos hogares se siguen agarrando al salvavidas del dinero de familiares en el extranjero. El 22,4% de las familias recibe remesas de la llamada ¡°di¨¢spora¡±, centenares de miles de kosovares asentados fuera del pa¨ªs que aportan el 9% del PIB, seg¨²n datos de 2012 de la agencia estad¨ªstica oficial.
Skender Gjyrevci, de 54 a?os y con cinco hijos, es de los que cuenta con ¡°un poco de ayuda¡± de una hija en Suiza. Del Gobierno espera bien poco. ¡°Lo controlan los mismos desde la guerra y muchos hacen negocio¡±, se lamenta mientras conduce su taxi por Pr¨ªstina. Los medios kosovares denuncian casi a diario casos de corrupci¨®n y nepotismo en las instituciones. ¡°Kosovo tiene que demostrar que puede combatir la corrupci¨®n y ser un lugar seguro para invertir¡±, advierte Fisnik Korenica, del Grupo de Estudios Legales y Pol¨ªticos.
¡°S¨ª, tenemos muchos problemas y tenemos que mejorar, pero hemos pasado cosas peores¡±, opina Donjeta Brajshori, periodista de 23 a?os en paro. No quiere dejar su pa¨ªs, pero como otros muchos j¨®venes est¨¢ impaciente por ver la puerta de Europa abierta: ¡°No pueden seguir teni¨¦ndonos tan aislados¡±.
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