¡°Instalar armamento pesado frente a Rusia es una amenaza pol¨ªtica¡±
El experto militar Alex¨¦i Arb¨¢tov analiza las fricciones entre Washington y Mosc¨²
La instalaci¨®n de equipo b¨¦lico pesado en los pa¨ªses europeos vecinos de Rusia no supone una ¡°amenaza militar¡±, pero s¨ª una ¡°amenaza pol¨ªtica¡± y un precedente, ya que ¡°por primera vez desde el fin de la Guerra Fr¨ªa se planea desplegar armas pesadas norteamericanas en las fronteras rusas¡±, seg¨²n Alex¨¦i Arb¨¢tov, el director del Centro de Seguridad Internacional en el Instituto de Econom¨ªa Mundial y Relaciones Internacionales (IMEMO) de la Academia de Ciencias de Rusia.
¡°Si nos referimos a una amenaza de ataque, para invadir Rusia habr¨ªa que colocar 40.000 tanques y otro equipo pesado a lo largo de nuestras fronteras¡±, afirma el especialista en una entrevista con EL PA?S. La gravedad del caso est¨¢ en el cambio de tendencia tras varias d¨¦cadas de ininterrumpido desarme. La ampliaci¨®n de la OTAN hacia el Este no iba acompa?ada de una instalaci¨®n de armas y el Acta Fundacional del Consejo OTAN-Rusia (1997) dice que no se instalar¨¢n ¡°contingentes significativos¡±, se?ala Arb¨¢tov, que admite la existencia de discrepancias sobre el t¨¦rmino ¡°significativos¡±.
¡°Si llev¨¢ramos nuestra flota al Caribe o instal¨¢ramos tanques en Cuba, EE UU lo considerar¨ªa una amenaza, aunque esa flota no podr¨ªa hacer nada serio, aparte de incrementar la incertidumbre¡±.
Oficialmente, el Ej¨¦rcito ruso cuenta con un mill¨®n de personas, aunque los efectivos reales son cerca de 800.000, porque no se completa todo el reemplazo y se ha recortado el n¨²mero de soldados por contrato, debido a las dificultades financieras. El ej¨¦rcito gasta ahora el 30% de su presupuesto en mantenimiento y el 70% en equipo, una relaci¨®n inversa a la de hace una d¨¦cada, explica el experto.
En 2011 se adopt¨® un programa de 23 billones de rublos (m¨¢s de 377.000 millones de euros al cambio) para modernizar el equipo y se han comprado muchas armas, pero la crisis obliga a reducir gastos, explica, y da un ejemplo: ¡°Si se planeaba comprar 400 misiles estrat¨¦gicos para 2020, ahora esta cantidad se comprar¨¢ para 2023 o 2024, lo que significa una disminuci¨®n anual de las compras. La reducci¨®n presupuestaria de los gastos de armamento ha sido del 5%, un porcentaje inferior al aplicado a sectores como la educaci¨®n, la sanidad, la ciencia o la cultura¡±, precisa.
El deterioro de las relaciones entre Rusia y Ucrania ha da?ado la cooperaci¨®n militar e industrial entre los dos pa¨ªses y tiene efectos para el arsenal estrat¨¦gico. ¡°Todos los misiles pesados rusos se fabricaban en la empresa Yushmash de Dnipropetrovsk, en Ucrania. Nos quedan 50 de esos misiles en activo, con 500 cabezas, lo que es una tercera parte de nuestro potencial estrat¨¦gico. Vamos a tener que quitarlas anticipadamente, porque, aunque quisi¨¦ramos prolongar su vida hasta 2020, nadie, aparte de los ucranios, puede certificar que est¨¢n en buen estado y prolongar su explotaci¨®n¡±, dice. Los t¨¦cnicos de Yushmash, ¡°que conocen hasta el ¨²ltimo cable de esos misiles¡±, ven¨ªan a Rusia cada a?o para la ¡°revisi¨®n de f¨¢brica¡±. ¡°Pero los t¨¦cnicos ucranios han dejado de venir y los nuestros no pueden revisar el estado de los misiles, y no sabemos cu¨¢nto tiempo pueden funcionar. Por eso hay que desmontarlos¡±, dice. ¡°Si se pudiera en medio a?o, habr¨ªa que hacerlo en medio a?o, pero desde el punto de vista econ¨®mico y t¨¦cnico, eso no es posible. Un misil es una construcci¨®n muy complicada¡±, prosigue. Desmontar los misiles es una ¡°operaci¨®n cara y muy compleja¡±. ¡°Pesan doscientas toneladas y hay que vaciar el combustible, quitarles la cabeza, sacarlos de la galer¨ªa y desguazarlos. Hay trabajo para dos o tres a?os¡±, afirma.
Rusia planea sustituir los misiles que antes le proporcionaba Ucrania por sus propios misiles, los Sarmat, que comenzar¨¢n a probarse en 2018 y se incorporar¨¢n a los arsenales en 2020, explica Arb¨¢tov.
El presidente Vlad¨ªmir Putin anunci¨® que en 2015 Rusia va a instalar 40 nuevos misiles estrat¨¦gicos. ¡°Es menos de lo que se planeaba. Hace un par de meses, (Putin) dijo que este a?o se instalar¨ªan 50 misiles intercontinentales. ?Qu¨¦ son 40 misiles intercontinentales?¡±, exclama. ¡°Si este a?o se acaba de construir nuestro tercer submarino estrat¨¦gico como se hab¨ªa planeado, se requerir¨¢n 16 misiles intercontinentales para equiparlo y, si a eso le a?adimos una reserva, digamos que, a raz¨®n de 20 misiles intercontinentales por submarino, resulta que los 40 anunciados bastan para equipar dos submarinos. Se planearon ocho submarinos (estrat¨¦gicos) para 2020, pero si llegan a acabar el tercero ya ser¨¢ mucho¡±, opina. ¡°En Occidente cuando oyen hablar de 40 misiles piensan que Rusia incrementa su potencia, pero esos misiles entran en funcionamiento para sustituir a los que se retiran, que son m¨¢s de los que se instalan¡±, dice el especialista.
El acuerdo de reducci¨®n de armas de corto y medio alcance (INF) firmado por EE UU y la URSS en 1987 se cumple, pero las partes se acusan de infracciones, dos de las cuales son serias, seg¨²n Arb¨¢tov. Los norteamericanos acusan a Rusia de efectuar pruebas de misiles de crucero con base terrestre con alcance superior a los 500 kil¨®metros, lo que est¨¢ prohibido por el tratado, y los rusos lo niegan. Mosc¨², por su parte, alega que en el marco de la defensa antimisiles norteamericana la instalaci¨®n de misiles interceptores del tipo Standard 3, en Ruman¨ªa en 2016 y en Polonia en 2018, violar¨¢ el tratado INF, porque en los lanzamisiles con base terrestre podr¨ªan ser instalados misiles de crucero de largo alcance del tipo Tomahawk, que est¨¢n prohibidos por el tratado INF. El problema es la verificaci¨®n, porque los lanzamisiles est¨¢n en galer¨ªas cerradas no controlables v¨ªa sat¨¦lite. ¡°El INF obligaba a destruir los misiles de corto y medio alcance y tambi¨¦n los lanzamisiles que ahora pueden ser utilizados de nuevo¡±, se?ala. Seg¨²n Arb¨¢tov, los norteamericanos se niegan a reconocer esta acusaci¨®n porque supondr¨ªa ¡°un enorme gasto para rehacer el misil Standard 3¡± de tal manera que no pudiera emplazarse en lanzadores susceptibles de ubicar el misil Tomahawk.
¡°Si no hubiera tanta tensi¨®n pol¨ªtica, las desavenencias se podr¨ªan resolver en una semana. Los expertos se reunir¨ªan, intercambiar¨ªan datos y habr¨ªa inspecciones mutuas¡± y los inspectores rusos podr¨ªan verificar que en los lanzadores en Ruman¨ªa no se instalan Tomahawk, dice el experto, seg¨²n el cual el tratado INF podr¨ªa completarse con un protocolo que recoja las preocupaciones de ambas partes y evite que surjan malentendidos.
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