El Gobierno griego pone en marcha medidas para aliviar el ¡®corralito¡¯

Las colas de jubilados ante los bancos o de veh¨ªculos en algunas gasolineras del cintur¨®n urbano eran el elemento m¨¢s visible de la excepcionalidad este lunes en Atenas, mientras cientos de turistas deambulaban por sus calles como si nada. Con la ciudadan¨ªa a¨²n sumida en el estupor del corralito ¨Cy sin digerir la convocatoria por sorpresa de un refer¨¦ndum- otros elementos menos patentes corroboraban la inquietud que se instal¨® en Grecia este fin de semana: visible presencia policial ante los cajeros autom¨¢ticos o los edificios p¨²blicos; riadas de gente entrando en el metro sin pagar, o las improvisadas discusiones entre partidarios y detractores de la iniciativa, como una espita del desconcierto.

Las autoridades bancarias acordaron abrir el mi¨¦rcoles y el jueves 850 oficinas de cuatro entidades en todo el pa¨ªs para atender a los jubilados (2,5 millones), pues la mayor¨ªa carece de tarjeta y no pueden usar los cajeros. ¡°?P¨¢nico?¡±, se preguntaba ret¨®ricamente Yorgos, un jubilado que aguardaba ante el Banco Nacional de Grecia, la mayor entidad comercial del pa¨ªs. ¡°P¨¢nico fue el de la guerra civil, cuando al acostarte no sab¨ªas si ibas a estar vivo al d¨ªa siguiente¡­ Esta es otra guerra, una guerra econ¨®mica, y por tanto incruenta. Nos lo tomaremos con calma, porque todav¨ªa quedan muchos d¨ªas y no nos queda otra¡±. Mijalis no quiso pronunciarse sobre la convocatoria del ref¨¦rendum, que sin embargo s¨ª defendi¨® su amigo Dimitris. ¡°La situaci¨®n era insostenible¡­ [los socios] nos ped¨ªan una medida tras otra, a cual m¨¢s dura, hasta pinchar en hueso porque ya no hay de donde sacar, y el Gobierno no tuvo otra elecci¨®n. Me parece que ha hecho lo correcto, no pod¨ªamos agachar m¨¢s la cabeza¡±.

Yorgos, igualmente jubilado pero con un punto de vista radicalmente opuesto, echaba una mano a su hijo en una c¨¦ntrica gasolinera. ¡°Nos hemos quedado sin combustible, ahora vendr¨¢ un cami¨®n a reponer porque dicen que hay existencias de sobra para una semana¡­ ayer [por el domingo] tuvimos algunas colas, pero nada inasumible¡­ Lo realmente inasumible es el refer¨¦ndum. Decir que estoy indignado es poco¡­ esto es lo peor que le puede hacer un Gobierno a un pueblo; en vez de asumir ellos la responsabilidad y tomar las decisiones, ?nos las echan a nosotros a la espalda!¡±, clamaba. ¡°Obviamente, votar¨¦ s¨ª el domingo, a favor de la propuesta [de los socios]¡±.

En el mercado central de Atenas, no hab¨ªa mayor actividad que de costumbre; la mayor¨ªa de los puestos venden productos frescos, perecederos. ¡°Si quieren colas tendr¨¢n que ir a un supermercado¡±, dec¨ªa enfadado el due?o de un puesto de pescado a un equipo de televisi¨®n extranjero; ¡°aqu¨ª no las hay¡±. Tampoco en los supermercados, que sin embargo s¨ª hab¨ªan registrado cierta actividad extra el s¨¢bado. ¡°?Y qu¨¦ quieren que hagamos, que no vengamos a comprar?¡±, se quejaba Ioulia, en el mercado. ¡°Comer hay que comer todos los d¨ªas, con corralito o con refer¨¦ndum, si eso tambi¨¦n va a ser noticia ya no s¨¦ qu¨¦ pensar¡­¡±

Como medida para minimizar el impacto de los controles de capital, las autoridades decidieron la gratuidad del transporte urbano (autobuses, metro y tranv¨ªas, donde un billete normal cuesta 1,20, y el reducido, para jubilados o estudiantes, la mitad), hasta despu¨¦s del refer¨¦ndum. El metro fue el medio que usaron muchos de los miles de personas que ayer por la tarde se concentraron ante el Parlamento, en la tercera convocatoria en poco m¨¢s de 10 d¨ªas, para gritar no a la austeridad y los rescates.La ¨²nica diferencia de la cita de ayer era la celebraci¨®n del refer¨¦ndum, que dobl¨® el n¨²mero de asistentes; acudieron m¨¢s de 17.000.

A la marcha asisti¨® Ioanna, licenciada en Ciencias Pol¨ªticas, que atribu¨ªa su participaci¨®n en la protesta ¡°a un profundo conocimiento de los tratados europeos. Los he estudiado durante a?os, y s¨¦ que esto que nos venden ahora como Europa no lo es. No es Europa la injerencia del se?or Juncker, recomend¨¢ndonos qu¨¦ votar y qu¨¦ no; no es Europa ni la pol¨ªtica ni la actitud de las instituciones, no tienen nada que ver ni con la idea ni el esp¨ªritu de los padres fundadores¡±. Junto a su madre, que asent¨ªa palabra tras palabra, la joven concluy¨®: ¡°Es la mejor decisi¨®n en 41 a?os de democracia¡±, desde la ca¨ªda de la junta militar, en 1974.