El terrorista de T¨²nez: un lobo solitario que aullaba demasiado
El criminal difundi¨® en las redes sociales su admiraci¨®n por el Estado Isl¨¢mico sin que la polic¨ªa fuera capaz de detectarlo
Seifeddine Rezgui, el terrorista que mat¨® el viernes a 38 personas en el hotel Imperial Marhaba, de Susa, llevaba dos a?os movi¨¦ndose en c¨ªrculos yihadistas y en el ¨²ltimo a?o expres¨® varias veces en las redes sociales su identificaci¨®n con el islamismo m¨¢s extremo. El ministro del Interior tunecino, Najem Gharsalli, declar¨® esta ma?ana que el Gobierno investiga si Rezgui se entren¨® en campos de yihadistas en Libia; tambi¨¦n anunci¨® que se ha detenido a un grupo de sospechosos que podr¨ªan haberle dado cobertura en su ataque. El ministerio pidi¨® colaboraci¨®n de los ciudadanos para encontrar a ¡°dos peligrosos terroristas¡± de los que facilit¨® sus nombres y fotograf¨ªas: Rafik Tayari y Mohamed Ben Abdallah Ben Mohsen Charadi
Sobre Rezgui ahora se sabe a ciencia cierta que proced¨ªa del pueblo de Gaafour (unos mil habitantes), en el noroeste del pa¨ªs, a unos 80 kil¨®metros de la capital y a dos horas en coche desde Susa. Se sabe que estudi¨® en el instituto superior de ciencias aplicadas de la ciudad santa de Kairu¨¢n, que antes de frecuentar los c¨ªrculos yihadistas bailaba break-dance y que le gustaba el Real Madrid. Pero lo esencial es que en Twitter y en Facebook fue deslizando las pistas necesarias con las que un buen servicio de inteligencia habr¨ªa evitado la sangr¨ªa.
Sus p¨¢ginas de Facebook y Twitter fueron cerradas el s¨¢bado. Pero ah¨ª estaba lo necesario para conocer sus intenciones. En una foto de presentaci¨®n de su p¨¢gina en Facebook pod¨ªa verse un yihadista armado de espaldas y la frase en ¨¢rabe: ¡°Si el amor a la yihad es un crimen, que el mundo sepa que yo soy un criminal¡±. Y el 31 de diciembre escribi¨® tambi¨¦n en ¨¢rabe una soflama contra quienes celebraban un fin de a?o ajeno a la religi¨®n musulmana: ¡°Al¨¢, s¨¢came de esta ciudad y castiga severamente a sus habitantes, pues ellos no se acuerdan de tu existencia nada m¨¢s que en la hora de su muerte¡±. En una de sus publicaciones antiguas redact¨®: ¡°Los h¨¦roes en las tumbas, los hombres en las c¨¢rceles, los negociantes en los palacios y los ladrones en los m¨¢s altos cargos: ¨¦sa es la pol¨ªtica de T¨²nez¡±. Y el mismo d¨ªa de la matanza, seg¨²n relata el diario tunecino Le Temps, en su cuenta de Twitter escribi¨® a las 06:40: ¡°Nuestros lobos solitarios no son como los otros infieles de T¨²nez. Son los soldados del Califato y juro por Al¨¢ que esto no es m¨¢s que el principio del terror¡±. La frase iba acompa?ada de la etiqueta en ¨¢rabe que dec¨ªa #ConquistaDeSousse.
El mismo art¨ªculo de Le Temps se pregunta: ¡°?C¨®mo puede ser que este individuo, adoctrinado desde hace dos a?os, haya podido vivir tranquilamente hasta ahora y ejecutar su macabra misi¨®n sin que jam¨¢s haya sido molestado ni sus actos hayan sido vigilados de cerca?¡±
La respuesta la proporciona en el mismo diario el periodista especializado en tecnolog¨ªa de la informaci¨®n Welid Naffati: ¡°El aparato de seguridad sigue las redes sociales y los foros. Eso una aut¨¦ntica mina de informaci¨®n. Pero ese trabajo no est¨¢ bien organizado, en el sentido de que no hay ninguna unidad especializada¡±.
Como suele suceder a veces, los primeros sorprendidos por la trayectoria yihadista de Rezgui son sus propios padres. Tras ser detenidos e interrogados por la polic¨ªa, ambos fueron puestos en libertad el domingo y regresaron a su casa en el pueblo de Gaafour. ¡°Mi hijo perdi¨® su vida, sus estudios y su futuro y nos hizo perder el nuestro tambi¨¦n. No sabemos qui¨¦nes eran sus amigos ni qui¨¦n le meti¨® todo esto en la cabeza¡±, declar¨® el padre, Hakim Rezgui, al New York Times.
Mientras tanto, el Gobierno intenta reaccionar al atentado mejorando las medidas de seguridad. Pero no ser¨¢ nada f¨¢cil hacerlo. Lo primero que ha anunciado es el cierre de 80 mezquitas para esta semana. El Estado intenta controlar lo que se dice desde el p¨²lpito, pero los yihadistas no siempre est¨¢n dispuestos a aceptar el im¨¢n que el Gobierno asigna. En agosto del a?o pasado fueron arrestados ocho islamistas cuando forzaron a un im¨¢n a bajarse del p¨²lpito en la mezquita de Omar Ibn Al-Khattab, en el barrio de la Corniche, en Susa.
De esa mezquita han partido para Siria, al menos seis tunecinos, seg¨²n comentaba a este diario el feligr¨¦s Mouez Labidida. El templo se encuentra ahora bien controlado por la polic¨ªa. Tanto es as¨ª que cuando Labidida hablaba con este diario aparecieron dos coches con agentes armados y despu¨¦s cuatro autos m¨¢s con agentes secretos. Quer¨ªan saber qu¨¦ hab¨ªa contado el im¨¢n del centro a este diario. Las pesquisas duraron media hora. El problema es que los yihadistas ya saben que ese centro est¨¢ m¨¢s que controlado. Y es muy f¨¢cil improvisar una mezquita en cualquier casa particular.
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