La ant¨ªtesis de Grecia
Chipre fue en 2013 el primer caso de control de capitales en la UE.
Existe otro pa¨ªs mediterr¨¢neo que ha recorrido ¨Cparcialmente- el camino de Grecia en las restricciones al movimiento de capitales. Se trata de Chipre, la peque?a isla cercana a Turqu¨ªa que se incorpor¨® a la Uni¨®n Europea en 2004 y nueve a?os despu¨¦s tuvo que ser rescatada por el contagio de la crisis griega y los excesos de su hipertrofiado sector bancario. Pese a tratarse del primer experimento comunitario, la poblaci¨®n reaccion¨® de forma inesperadamente templada. ¡°Cuando los bancos reabrieron, despu¨¦s de dos semanas, no se rompi¨® ni una sola nariz. Es un atributo importante de nuestra poblaci¨®n¡±, enfatizaba el ministro chipriota de Energ¨ªa, Yorgos Lakkotrypis, en un reciente encuentro con periodistas de Bruselas en Nicosia al que fue invitado EL PA?S.
La cara m¨¢s cruenta de este rescate -10.000 millones de euros para sanear el pa¨ªs a condici¨®n de imponer una importante quita a los depositantes con m¨¢s de 100.000 euros en el banco, limitar las retiradas de dinero a 300 euros diarios y restringir las transferencias - se observa hoy en el centro de Nicosia. Cuesta encontrar una calle donde no haya negocios clausurados, listos para acoger a emprendedores que tardan en llegar. Y aun as¨ª el pa¨ªs comienza a salir de la depresi¨®n, con un m¨ªnimo crecimiento del 0,2% del PIB que romper¨¢ este a?o con las ca¨ªdas registradas desde 2012.
¡°Fueron nuestros propios errores del pasado los que nos llevaron a esto. Por eso ten¨ªamos que hacer esfuerzos para recuperarnos. En la opini¨®n p¨²blica hay un consenso silencioso sobre esta idea, que ten¨ªamos que ordenar nuestra casa¡±, admite con naturalidad Harry Georgiades, ministro de Finanzas chipriota. Esa actitud dista mucho de la de Grecia, que se ha opuesto ¨Cen las calles y en las urnas- a las medidas de austeridad dictadas como contrapartida a los rescates. La isla, de 858.000 habitantes, es una extra?a combinaci¨®n de clima y maneras de Oriente Pr¨®ximo con una herencia brit¨¢nica (pertenecieron al imperio desde 1914 a 1960) que les leg¨® la conducci¨®n por la izquierda, algunas dosis de templanza y tambi¨¦n una organizaci¨®n del Estado algo m¨¢s s¨®lida que la griega.
Tras haber levantado completamente los controles de capitales, que se prorrogaron dos a?os, y anunciar que saldr¨¢ del programa de rescate sin haber usado todo el dinero disponible, el Gobierno conservador de Nikos Anastasiadis observa ahora con temor la evoluci¨®n de sus vecinos griegos. Los responsables del sector bancario insisten en que no hay peligro de contagio directo porque las filiales de bancos griegos en Chipre dependen del banco central chipriota. Pero los lazos entre los dos pa¨ªses son estrechos ¨CGrecia es su segundo socio comercial- y cualquier turbulencia en Atenas puede impactar en Nicosia.
¡°En algunos casos los bancos chipriotas ten¨ªan muchos m¨¢s bonos griegos que las propias entidades griegas. Ahora estamos blindados ¡±, asegura Bert Pijls, consejero delegado de Hellenic Bank, el ¨²nico gran banco chipriota cuyos depositantes no sufrieron quitas. ¡°Ten¨ªamos un problema bancario; los griegos tienen un problema fiscal¡±, describe George Pantelli, responsable de asuntos europeos en el Ministerio de Finanzas.
Al final la singularidad del rescate chipriota ¨Cla imposici¨®n de quitas superiores al 40% en los grandes dep¨®sitos- explica, seg¨²n todas las fuentes consultadas, la r¨¢pida aunque fr¨¢gil recuperaci¨®n del pa¨ªs. Sin ese dinero aportado por los particulares ¨Cen buena medida rusos y otros extranjeros adinerados atra¨ªdos por la rentabilidad de hasta el 8% que ofrec¨ªa la isla- el Estado habr¨ªa tenido que realizar m¨¢s recortes para sanear las cuentas p¨²blicas. ¡°Fue algo inevitable. No hab¨ªa otra manera¡±, cierra Yiangos Demetriou, director de supervisi¨®n del banco central chipriota.
Pese a las mejoras, Chipre a¨²n tiene un largo camino por delante para superar su crisis. El principal parte de da?os consiste en una tasa de desempleo del 16%, alarmante para un pa¨ªs que en 2008 registraba un porcentaje simb¨®lico del 3%. Y la mitad de los cr¨¦ditos vivos corren el riesgo de ser impagados, seg¨²n c¨¢lculos de la Comisi¨®n Europea.
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