¡°Si no actuamos r¨¢pido, la zona euro dejar¨¢ de existir en 10 a?os¡±

Emmanuel Macron (Amiens, 1977), titular de Econom¨ªa, es el ministro m¨¢s joven del Gobierno franc¨¦s y probablemente el m¨¢s brillante, pero tambi¨¦n el m¨¢s controvertido. Los cr¨ªticos del Partido Socialista le tachan de ¡°liberal¡± por su ley para modernizar la econom¨ªa, aprobada definitivamente este jueves por decreto. En esta entrevista, hecha en su despacho horas antes de partir de visita a Espa?a, afirma que ¨¦l est¨¢ para reformar, para influir en la ¡°transformaci¨®n ideol¨®gica¡± de la izquierda.

Pregunta. Tras 11 meses como ministro y con solo 37 a?os, ?ha decidido ya continuar en la pol¨ªtica?

Respuesta. Me gusta lo que hago, que es cambiar muchas cosas. Esta etapa me da la oportunidad de cambiar l¨ªneas de trabajo, de reformar, y de intentar tambi¨¦n una renovaci¨®n ideol¨®gica de la izquierda en Europa. Me interesa una apertura, una modernizaci¨®n, una transformaci¨®n ideol¨®gica de la izquierda.

P. ?Cu¨¢l es hoy el papel de esa izquierda?

R. Ser de izquierdas, socialdem¨®crata, es poder modernizar la econom¨ªa, d¨¢ndole importancia a la justicia social. En el caso de Francia, aportar una inversi¨®n suficiente, mantener el empleo, eliminar bloqueos...

P. ?Hay tambi¨¦n una crisis de identidad en la izquierda?

R. Los automatismos que pod¨ªa tener la izquierda tradicional ya no son v¨¢lidos. Ser de izquierdas en Francia era ser el partido de la expansi¨®n de derechos con m¨¢s dinero p¨²blico, pero eso ya no es posible. De otro lado, el partido que m¨¢s dinero p¨²blico ha gastado ha sido la derecha de Nicolas Sarkozy durante cinco a?os. Hab¨ªa una crisis, pero esa crisis no justificaba el mismo gasto en Alemania o Italia. La izquierda debe pensar ahora de manera diferente. Debe ser el partido de la emancipaci¨®n por el trabajo y solidaridad. Todo el bagaje de la izquierda debe ser revisado con respecto a la igualdad.

P. ?Est¨¢ cambiando el Partido Socialista?

R. Eso espero.

P. ?De ser socialdem¨®crata a ser socioliberal?

R. Espero que se convierta en socialdem¨®crata.

P. Sus cr¨ªticos dicen que usted es liberal.

R. Las etiquetas importan poco. Me son indiferentes. Y yo asumo plenamente las cosas. Y no hay que estar en la ambig¨¹edad. El liberalismo pol¨ªtico es un elemento de la izquierda. La izquierda es el partido de la emancipaci¨®n y la libertad, en coordinaci¨®n con la solidaridad. Si no, la izquierda se convierte en un partido conservador.

P. ?C¨®mo describir¨ªa la situaci¨®n en Europa?

R. Europa vive un momento de verdad hist¨®rica. En nuestros pa¨ªses, porque debemos hacer reformas. Por nosotros mismos y por Europa. En Francia, desde luego. Sin una Francia fuerte, no habr¨¢ una pol¨ªtica europea constructiva de altura. Es el momento de la verdad porque la zona euro revela las ambig¨¹edades que se aceptaron hace diez a?os.

P. Las ambig¨¹edades de la moneda ¨²nica.

R. S¨ª. Hemos compartido una moneda mientras se ampliaban las divergencias econ¨®micas. Nuestras econom¨ªas se han alejado al igual que nuestros pueblos. Desde el no franc¨¦s y holand¨¦s a la Constituci¨®n europea hace diez a?os, no ha habido avances importantes en la UE. La crisis griega es el s¨ªntoma de un problema mucho m¨¢s profundo. El s¨ªntoma de que la zona euro no tiene medios para llegar hasta al final. No ha creado los mecanismos de solidaridad que debe acompa?ar a una zona monetaria. Es un proyecto pol¨ªtico que se ha quedado solo en una zona de cambio. Hemos puesto en gran riesgo a la zona euro. La salida del euro de Grecia no ser¨ªa solo un fallo econ¨®mico, sino pol¨ªtico. No hacer todo lo posible para que Grecia se mantenga en la zona euro es aceptar un retroceso de Europa.

P. ?Y c¨®mo ha gestionado Syriza el problema?

R. En Francia hay una visi¨®n rom¨¢ntica. El discurso de la solidaridad debe estar acompa?ado del de la responsabilidad. Tenemos que abordar las ra¨ªces, el origen del problema de la zona euro. Por eso, hice propuestas con el ministro alem¨¢n Sigmar Gabriel. Propusimos pistas. Sobre todo hay que tener una agenda de convergencia econ¨®mica, fiscal, de mercado laboral, un modelo social, pol¨ªticas de solidaridad...

P. Usted prefiere una Europa a dos velocidades.

R. Ya existe, pero yo propongo una Europa de doble proyecto m¨¢s que de dos velocidades. Y a?ado que el statu quo de la zona euro no es posible. No moverse es aceptar que la zona euro deje de existir en diez a?os. El debate hay que hacerlo democr¨¢ticamente. Si no actuamos r¨¢pido, la zona euro se disolver¨¢. O vamos m¨¢s lejos o todo se va a desmontar. El statu quo y la ambig¨¹edad nos conducen a la demolici¨®n de la zona euro.

P. ?Ejerce hoy Francia el peso que le corresponde en la Uni¨®n Europea?

R. El presidente Hollande hizo propuestas importantes en la primavera de 2013. Francia tiene que desempe?ar un papel hist¨®rico. Tenemos que avanzar. Debemos construir con otros pa¨ªses un proyecto renovado m¨¢s all¨¢ de la crisis griega.

P. ?Y cu¨¢l debe ser ahora la soluci¨®n para Grecia?

R. Un compromiso. Con reformas ambiciosas por parte de Grecia, pero que no destruya la econom¨ªa del pa¨ªs, que ya ha sufrido mucho a costa de la austeridad. Tiene que profundizar en sus reformas estructurales. M¨¢s competitividad no significa m¨¢s austeridad. Y har¨¢ falta aligerar la carga de la deuda para no ahogar la econom¨ªa griega. E importantes inversiones porque ser¨¢n esenciales para sostener el crecimiento.

P. Usted apost¨® de inmediato por no romper el di¨¢logo y por no pretender un nuevo Tratado de Versalles con Atenas.

R. Descartamos ese riesgo de inmediato y dije que hab¨ªa que mantener abierta la puerta de la negociaci¨®n, del di¨¢logo. Es necesario para Tsipras y para Europa. Gan¨® el no y Tsipras no ha sido arrogante. Tsipras se ha comportado inteligentemente al proponer regresar a la mesa de negociaci¨®n. Era importante reanudar el di¨¢logo.

P. Pero usted tambi¨¦n ha sido muy cr¨ªtico con Syriza.

R. S¨ª. El desaf¨ªo hoy consiste en ayudar a Grecia sin generar la sensaci¨®n en otros pa¨ªses que han hecho esfuerzos, como Espa?a o Portugal, que todo resulta m¨¢s f¨¢cil cuando echas un pulso. Eso es muy importante para m¨ª, y por eso he tenido un discurso duro con Syriza, que no siempre ha sido plenamente cooperativo. Ya s¨¦ que lo que digo no gusta a muchos, pero creo que cometi¨® un error de fondo. Algunos opinan que, para defender a Grecia en el euro, hay que considerar a Tsipras un h¨¦roe formidable. No es el caso.