Un homicidio cuestiona la protecci¨®n a los inmigrantes irregulares en EE UU
La muerte de un balazo de una mujer en San Francisco resquebraja el discurso dem¨®crata sobre las deportaciones
La muerte de una mujer por un disparo fortuito cuando paseaba por San Francisco ha desatado dudas sobre la protecci¨®n que los inmigrantes irregulares tienen en algunas partes de EE UU frente a la deportaci¨®n. El pasado 1 de julio Kathryn Steinle, de 32 a?os, paseaba con su padre por el tur¨ªstico muelle 14 de San Francisco cuando de pronto fue alcanzada por una bala perdida que le alcanz¨® en la aorta. Muri¨® antes de llegar al hospital. Pocas horas despu¨¦s fue detenido como presunto autor del disparo Juan Francisco L¨®pez S¨¢nchez, de 45 a?os, un mexicano sin papeles que hab¨ªa sido deportado cinco veces.
S¨¢nchez estaba buscado por la polic¨ªa de fronteras (ICE) para deportarlo de nuevo. Estuvo detenido en una prisi¨®n federal hasta marzo por haber entrado ilegalmente al pa¨ªs y al salir fue llevado a San Francisco porque ten¨ªa all¨ª una orden de arresto por un asunto de drogas. ICE, un cuerpo federal dependiente del Departamento de Interior, pidi¨® a la polic¨ªa de San Francisco que le notificara en caso de que dejara en libertad a S¨¢nchez, para poder detenerlo ellos y seguir adelante con la deportaci¨®n. Los cargos fueron desestimados, S¨¢nchez qued¨® en libertad y la polic¨ªa de San Francisco no lo notific¨® a ICE.
San Francisco es lo que se conoce como una ciudad santuario. Es pol¨ªtica oficial que las autoridades locales no dan informaci¨®n sobre inmigrantes irregulares, si no tienen antecedentes criminales graves, a la autoridad federal encargada de deportarlos. De esta forma, pueden acceder a servicios municipales sin temer la deportaci¨®n. Unas 200 ciudades en EE UU son santuarios en alg¨²n grado. Entre ellas Nueva York, Los ?ngeles, Chicago y Miami, las ciudades con m¨¢s inmigrantes irregulares. Tras una detenci¨®n, la polic¨ªa no entrega a un inmigrante irregular a ICE a no ser que est¨¦ buscado por un crimen violento.
Donald Trump, cuya ret¨®rica antiimigrantes le est¨¢ haciendo ascender en las encuestas de las primarias republicanas (el viernes proclam¨® que era el n¨²mero uno en alguna de ellas), fue el primero que salt¨® sobre el tema para incorporarlo a su campa?a. El viernes dio una rueda de prensa en Los ?ngeles en la que se rode¨® de seis familiares de personas que han perdido la vida de una forma u otra a manos de un inmigrante irregular. Entre sollozos, relataron la p¨¦rdida de sus seres queridos. Trump aprovech¨® la ocasi¨®n para decir que ¡°si no hubieran venido, ellos no habr¨ªan muerto¡±. Volvi¨® a decir que ¨¦l construir¨ªa una valla en toda la frontera y dijo que la idea de ciudad santuario era ¡°una desgracia¡±.
No es el ¨²nico. El senador Rand Paul, ha prometido presentar una ley para cortar todos los fondos federales a las ciudades santuario ¡°hasta que cumplan la ley¡±, seg¨²n una comunicaci¨®n a sus partidarios. Otros senadores republicanos ya est¨¢n trabajando en lo mismo.
La situaci¨®n ha generado una pol¨¦mica que, por lo pronto, ya ha obligado a algunas figuras notables del Partido Dem¨®crata a cuestionar la actuaci¨®n de San Francisco y ha resquebrajado el discurso dem¨®crata en un asunto que hasta ahora no era cuestionado. La candidata Hillary Clinton fue preguntada por el tema en su primera entrevista en televisi¨®n y dijo: ¡°Cualquier ciudad debe escuchar al Departamento de Interior, que creo que les urgi¨® a deportar a este hombre (¡) Creo que la ciudad cometi¨® un error al no deportar a alguien que el Gobierno federal pensaba que deb¨ªa ser deportado¡±. El alcalde de San Francisco, Ed Lee, habl¨® el mi¨¦rcoles pasado para decir que el sheriff ten¨ªa que haber avisado a ICE. Por su parte, el sheriff Ross Mirakami ha dicho que eso habr¨ªa violado las leyes que el propio alcalde ha apoyado para el condado. Hace solo un mes, Lee recib¨ªa la visita de Clinton en campa?a. La senadora por California Dianne Feinstein escribi¨® una carta a Lee criticando duramente la puesta en libertad del sospechoso. La pregunta ha llegado hasta la Casa Blanca, donde el portavoz respondi¨® recordando que el presidente ha pedido que se reformen las leyes sobre acceso a las armas de fuego.
Adem¨¢s de la espiral de reacciones en la que unos tratan de convertirlo en un caso sobre inmigraci¨®n y otros en un caso sobre las armas de fuego, la investigaci¨®n se ha ido complicando en los d¨ªas siguientes. La pistola de la que sali¨® la bala calibre .40 que mat¨® a Steinle fue encontrada en el agua cerca del muelle. Result¨® ser una pistola de un funcionario federal que estaba de vacaciones y al que se la robaron de su coche de alquiler el pasado d¨ªa 27. L¨®pez S¨¢nchez asegura que se encontr¨® la pistola envuelta en una camiseta en el muelle y que el disparo fue un accidente. El martes pasado, en su primera comparecencia ante un juez, S¨¢nchez se declar¨® no culpable del cargo de asesinato en primer grado.
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