Tsipras maniobra para minimizar las diferencias en el Gobierno y en Syriza

Poco le dur¨® este lunes al primer ministro griego, Alexis Tsipras, el alivio del pacto en Bruselas. Las duras condiciones impuestas por los socios han provocado una tormenta pol¨ªtica en casa, con una inminente remodelaci¨®n del Gobierno y, sobre todo, la divisi¨®n en dos mitades de Syriza, al menos 30 de cuyos diputados votar¨¢n contra el texto. La calle tambi¨¦n se vuelve contra ¨¦l, con manifestaciones y huelgas.

El ¡°cat¨¢logo de atrocidades¡± que el Gobierno griego ¡°se vio obligado a firmar con una pistola en la sien¡± ¡ªlas dos citas son textuales, la primera del semanario alem¨¢n Der Spiegel, la segunda, de fuentes del Ejecutivo en Atenas¡ª hipoteca el futuro inmediato del primer ministro, Alexis Tsipras, para muchos la v¨ªctima propiciatoria del acuerdo. La aceptaci¨®n de la propuesta de los socios, con vergonzantes exigencias de revisi¨®n de todo lo legislado desde febrero ¡ªsalvo las medidas para paliar la crisis humanitaria¡ª, se ha vivido este lunes como una bofetada de humillaci¨®n, o como un cruel aterrizaje en la realidad, no s¨®lo entre el Ejecutivo sino, sobre todo, dentro de Syriza. Su ala izquierda rechazar¨¢ en el Parlamento los proyectos de ley que Bruselas exige que sean tramitados antes del jueves para empezar a negociar el rescate europeo; otros grupos marginales exigen una nueva direcci¨®n en el partido y amenazan con formar el suyo propio. La ruptura de Syriza est¨¢ servida.

A su regreso de Bruselas, Tsipras se reuni¨® con sus ministros y asesores, y a continuaci¨®n con su socio de gobierno, Panos Kamenos, l¨ªder de los ultranacionalistas Griegos Independientes (ANEL, en sus siglas en griego), que con sus 13 esca?os daban la mayor¨ªa absoluta a Syriza (149 diputados de una C¨¢mara de 300). En las ¨²ltimas horas, Kamenos, actual ministro de Defensa, ha manifestado en Twitter su oposici¨®n al contenido del acuerdo, y es previsible que sus diputados hagan lo mismo en la votaci¨®n parlamentaria. A primera hora de este martes, adem¨¢s, se re¨²ne el grupo parlamentario de Syriza bajo la presidencia de Tsipras. M¨¢s de una treintena de sus diputados podr¨ªan votar contra el Gobierno.

En las pr¨®ximas horas, Tsipras debe tambi¨¦n decidir sobre el futuro de la presidenta del Parlamento, Zo¨ª Konstandopulu, que el s¨¢bado se abstuvo en la votaci¨®n de la propuesta griega enviada a Bruselas (en total, los diputados disidentes de Syriza fueron 17, lo que le ha hecho perder su mayor¨ªa parlamentaria), ya que no parece dispuesta a dimitir voluntariamente. ¡°Los diputados [de Syriza] han suscrito todos ellos un c¨®digo deontol¨®gico por el cual est¨¢n obligados a renunciar y devolver sus actas al partido si rompen la disciplina de voto¡±, recuerda El¨ªas Nikolak¨®pulos, catedr¨¢tico de la Universidad de Atenas; ¡°sin embargo, no sabemos si en estas circunstancias especiales lo har¨¢n¡±.

La siguiente tarea de Tsipras, pura cuesti¨®n de horas, es la remodelaci¨®n del Gobierno, con la sustituci¨®n como m¨ªnimo de cuatro ministros rebeldes, aunque parece que los cambios abocar¨¢n a un Gabinete de concentraci¨®n o unidad nacional, que Tsipras s¨®lo podr¨ªa constituir con ayuda de los tres partidos de la oposici¨®n proeuropea, con cuyos l¨ªderes contact¨® tras el acuerdo de Bruselas.

Stavros Theodorakis, l¨ªder del liberal To Potami, lleva semanas defendiendo la formaci¨®n de un Gobierno de este tipo, aunque no contempla participar en ¨¦l, s¨®lo proponer al primer ministro una lista de nombres para integrarlo. El socialista Pasok y la conservadora Nueva Democracia tambi¨¦n han defendido la conveniencia de un Ejecutivo de colaboraci¨®n, del que no rechazan formar parte. Esta opci¨®n fue apuntada en la ma?ana de este lunes por uno de los hombres m¨¢s pr¨®ximos a Tsipras, el ministro de Trabajo, Panos Skurletis, que, haci¨¦ndose eco del sentir de la mayor¨ªa de Syriza, ha se?alado que se tratar¨ªa de un Gabinete provisional, para sacar adelante las acciones prioritarias que exige Bruselas ¡ªla segunda tanda de medidas debe votarse antes del 22 de julio¡ª, y al cabo de un par de meses, celebrar elecciones. La oposici¨®n y los acreedores, sin embargo, prefieren un Gobierno de mayor duraci¨®n.

Como efecto inmediato del acuerdo, y al margen del cierre de los bancos al menos durante un par de d¨ªas m¨¢s, la paz social que ha imperado desde las elecciones de enero ya se ha visto perturbada, con la celebraci¨®n de varias manifestaciones contra el acuerdo y por el no, adem¨¢s de sendas huelgas, una de farmac¨¦uticos y otra ¡ªde 24 horas¡ª convocada para el mi¨¦rcoles por el poderoso sindicato de funcionarios (Adedy, en sus siglas griegas). ¡°Es culpa de la falta de preparaci¨®n y la inexperiencia del Gobierno, no han sabido negociar teniendo enfrente a pesos pesados como Merkel y han pagado cara su ingenuidad; no pueden existir otras razones para aceptar esta humillaci¨®n, m¨¢xime cuando sab¨ªan perfectamente que el partido se les iba a volver en contra¡±, se?ala Lefteris Pandakis, miembro de Adedy y cargo intermedio de Syriza.