Obama: ¡°El pacto no se basa en la confianza, sino en la verificaci¨®n¡±
El presidente amenaza al Congreso con vetar cualquier intento de bloquear el acuerdo
Nunca estuvo el mundo m¨¢s cerca de una guerra nuclear mundial que durante la ¡°crisis de los misiles¡± con John F. Kennedy. El presidente estadounidense supo ver la necesidad de negociar con el archienemigo, la Uni¨®n Sovi¨¦tica, para evitar una cat¨¢strofe at¨®mica de proporciones globales y empezar a contener la carrera nuclear. Por eso fue a Kennedy, un presidente ic¨®nico en Estados Unidos y con el que tantas veces se le ha comparado de una u otra forma, al que aludi¨® el actual inquilino de la Casa Blanca, Barack Obama, para defender este martes el no menos hist¨®rico acuerdo tan duramente negociado con otro enemigo, Ir¨¢n, para evitar otro conflicto nuclear de consecuencias imprevisibles.
¡°Hace m¨¢s de 50 a?os, Kennedy le dijo a los estadounidenses que nunca debemos negociar con miedo, pero que tampoco debemos tener nunca miedo a negociar¡±, dijo Obama al saludar y dar su visto bueno, desde la Casa Blanca, al acuerdo internacional alcanzado con Ir¨¢n en Viena para frenar el programa nuclear persa.
En poco m¨¢s de 14 minutos, desde la formal Sala Este de la Casa Blanca y flanqueado por su vicepresidente, Joe Biden, Obama desgran¨® cuidadosamente lo que significa, pero sobre todo lo que no significa, el acuerdo finalizado en Viena.
Lo que significa, dijo Obama, es que se ha puesto un freno clave a ¡°la expansi¨®n de armas nucleares¡± en Oriente Medio, ¡°la regi¨®n m¨¢s vol¨¢til del mundo¡±. Por lo tanto, acot¨®, el acuerdo hace del planeta un lugar ¡°m¨¢s seguro y esperanzador¡±. Tambi¨¦n para Israel, el aliado de EE UU m¨¢s reticente con la negociaci¨®n con Teher¨¢n, record¨®.
¡°Porque hemos negociado desde una posici¨®n de fuerza y de principios, hoy hemos frenado la expansi¨®n de armas nucleares en esta regi¨®n¡±, celebr¨® Obama. ¡°Gracias a este acuerdo, la comunidad internacional podr¨¢ verificar que Ir¨¢n no desarrolla un arma nuclear¡±.
El presidente asegur¨® que el acuerdo cumple ¡°todos y cada uno de los puntos b¨¢sicos¡± que exig¨ªa Washington. ¡°Se ha cortado cualquier camino hacia un arma nuclear¡±, asever¨®. Y dej¨® claro adem¨¢s que el cierre del acuerdo no es un acto de buena fe, sino que viene acompa?ado de un robusto sistema de verificaci¨®n.
¡°Este acuerdo no est¨¢ basado en la confianza, est¨¢ basado en la verificaci¨®n¡±, recalc¨®. Y en cualquier momento que se considere que Ir¨¢n deja de cumplir alguno de los puntos, ¡°las sanciones se volver¨¢n a imponer r¨¢pidamente¡±, agreg¨®.
Con su discurso, Obama se dirigi¨® a primera hora de la ma?ana ¡ªhabl¨® poco despu¨¦s de las siete hora local¡ª al pueblo estadounidense pero, sobre todo, al Congreso norteamericano que tiene ahora que revisar el acuerdo y sancionarlo, algo que algunos legisladores se resisten a hacer.
A ellos, un Obama contento, pero muy serio tambi¨¦n, les dijo que tienen que tener en cuenta no solo lo que implica este acuerdo, ¡°sino tambi¨¦n lo que pasar¨ªa sin este acuerdo¡±. Que, b¨¢sicamente, ser¨ªa que EE UU se quedar¨ªa solo ante Ir¨¢n y sin capacidad ni de imponer sanciones ni de comprobar que Teher¨¢n no construye una bomba at¨®mica. Y que podr¨ªa animar a otros pa¨ªses de la regi¨®n a seguir el ejemplo iran¨ª. Algo que, a la larga, advirti¨® Obama, podr¨ªa llevar a un presidente estadounidense a tener que hacer un uso de la fuerza en la regi¨®n.
¡°No aceptar el acuerdo significa que habr¨¢ una mayor posibilidad de m¨¢s guerra en Oriente Medio¡±, sostuvo.
¡°Ser¨ªa irresponsable alejarnos de este acuerdo¡±, insisti¨® Obama, que record¨® que las sanciones se impusieron con el objetivo de forzar a Ir¨¢n a negociar por la v¨ªa diplom¨¢tica, que es precisamente lo que se ha hecho. ¡°Le recuerdo al Congreso que no hacemos acuerdos de este tipo con amigos¡±, dijo y reiter¨® el ejemplo de negociaci¨®n con la Uni¨®n Sovi¨¦tica ¡°cuando esa naci¨®n estaba comprometida con la destrucci¨®n¡± de EE UU.
Un argumento en el que insisti¨® horas m¨¢s tarde en una entrevista con el columnista Thomas Friedman del diario The New York Times, ante quien afirm¨® que se ¡°equivocan¡± los que critican el acuerdo alcanzado y le reprochan que no aprovech¨® lo suficiente su poder para amenazar a Teher¨¢n.
¡°Hemos cortado cualquier camino para que Ir¨¢n pueda desarrollar un arma nuclear¡±, insisti¨® el presidente, usando casi las mismas palabras que en su discurso matutino. Y record¨® que ese era el ¨²nico objetivo que uni¨® a la comunidad internacional en torno a las duras sanciones primero y el acuerdo cerrado en Viena ahora.
¡°La raz¨®n de que logr¨¢ramos unificar a la comunidad mundial en torno al r¨¦gimen de sanciones m¨¢s efectivo jam¨¢s impuesto (¡) fue que el mundo estaba de acuerdo con nosotros en que ser¨ªa m¨¢s peligroso para la regi¨®n, para nuestros aliados y para el mundo que Ir¨¢n disponga de un arma nuclear. Pero no ten¨ªamos ese tipo de consenso global en torno a la idea de que Ir¨¢n no puede disfrutar de alg¨²n tipo de energ¨ªa nuclear¡±, puntualiz¨®.
Tampoco estuvo nunca en la mesa de discusiones internacional intentar un cambio de r¨¦gimen en el pa¨ªs persa, agreg¨®.
¡°No estamos midiendo este acuerdo en funci¨®n de si est¨¢ cambiando el r¨¦gimen en Ir¨¢n. Ni por si resuelve todos los problemas que llevan hasta Ir¨¢n o si con ¨¦l eliminamos todas sus perversas actividades alrededor del globo¡±, advirti¨® Obama. El ¨¦xito o no del acuerdo solo se debe medir por si logra impedir que Ir¨¢n se haga con un arma nuclear. ¡°Esa fue siempre la discusi¨®n. Y creo que voy a poder decir, y que vamos a poder demostrar, que por un muy amplio marge este es el camino m¨¢s seguro para que Ir¨¢n no se haga con un arma nuclear (¡) sin tener que meternos en otra guerra en Oriente Medio¡±.
Por ello Obama, aunque invit¨® en su discurso desde la Casa Blanca al Congreso a revisar cuidadosamente el acuerdo, le advirti¨® a la par de que ejercer¨¢ su derecho al veto si el Parlamento trata de ponerle trabas al pacto.
¡°Vetar¨¦ cualquier legislaci¨®n que impida la implementaci¨®n exitosa de este acuerdo¡±, avis¨® mientras ped¨ªa que los legisladores dejen de lado ¡°el politiqueo¡± y demuestren el mismo ¡°liderazgo que ha unido a diversas potencias del mundo para alcanzar este acuerdo¡± que evita una ¡°espiral inevitable de conflicto¡±.
¡°Este pacto ofrece la oportunidad de movernos en una nueva direcci¨®n. Deber¨ªamos aprovecharla¡±, agreg¨®.
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