Obama repite con Ir¨¢n la estrategia usada con Cuba

Primero fue Am¨¦rica Latina. Ahora, Oriente Pr¨®ximo. El acuerdo nuclear con Ir¨¢n, adoptado dos semanas despu¨¦s del anuncio de la apertura de una embajada de Estados Unidos en Cuba, obedece a la misma doctrina: di¨¢logo con los adversarios y audacia al romper las inercias de la Guerra Fr¨ªa. Los cr¨ªticos del presidente dem¨®crata Barack Obama gritan: ¡®?M¨²nich!¡¯, la met¨¢fora del apaciguamiento ante los totalitarismos. Obama replica citando a John F. Kennedy, seguramente el dem¨®crata m¨¢s respetado por los halcones republicanos.

No es casualidad que, en su discurso sobre el acuerdo de Viena, que la audiencia norteamericana degust¨® con la leche y los cornflakes, a las siete de la ma?ana, Obama echase mano del manual de frases kennedianas.

¡°No negociemos nunca por miedo, pero no tengamos miedo de negociar¡±, dijo Kennedy hace 54 a?os y volvi¨® a decir Obama este martes. En otro momento, record¨® que los acuerdos armament¨ªsticos nunca se negocian con amigos. Kennedy negoci¨® con el l¨ªder sovi¨¦tico Jruschov, precisamente en Viena, y otro presidente, Ronald Reagan, que ocupa el lugar m¨¢s elevado en el santoral republicano, no tuvo problema en negociar con Gorbachov. As¨ª lo han hecho todos, incluso George W. Bush, antecesor de Obama, art¨ªfice de la fallida invasi¨®n de Irak pero tambi¨¦n, en su ¨²ltima etapa, responsable de un giro hacia posiciones m¨¢s tibias con los pa¨ªses del eje del mal, como Corea del Norte o el propio Ir¨¢n. En 2008, en los ¨²ltimos meses de su administraci¨®n, Bush envi¨® a un diplom¨¢tico experimentado, William Burns, a sentarse a las negociaciones de los europeos con los iran¨ªes en Ginebra.

A Obama, desde que sucedi¨® a Bush en 2008, le gusta reclamarse de una tradici¨®n diplom¨¢tica suprapartidista. S¨ª, se ha retirado de las guerras pero ning¨²n presidente ha usado la guerra encubierta de los drones y los comandos como ¨¦l. Si existe una doctrina Obama, es una combinaci¨®n del uso de todas las capacidades letales de EE UU y del multilateralismo y la audacia ¡ªo la imprudencia, dir¨¢n sus detractores¡ª de hablar con el enemigo.

Los planes no siempre funcionan. Obama lleg¨® hace seis a?os a la Casa Blanca con la idea de impulsar un giro estrat¨¦gico hacia Asia. Se trataba de contrarrestar la influencia China y decidar los esfuerzos de EE UU a la regi¨®n m¨¢s din¨¢mica. Pero el giro se ha quedado a medias y, como prueba Ir¨¢n, o la guerra contra el Estado Isl¨¢mico, EE UU sigue atrapado en Oriente Pr¨®ximo. Obama tambi¨¦n lleg¨® con la reputaci¨®n de desinteresarse de Europa. Y he aqu¨ª que, cuando se acerca el final de su mandato, la econom¨ªa europea ¡ªla crisis griega¡ª y las tensiones con Rusia en Ucrania ocupan una parte creciente de su agenda. Paradojas vienesas: aqu¨ª EE UU y Rusia han decidido levantar sanciones a Ir¨¢n al mismo tiempo que EE UU sanciona a Rusia por Ucrania.

De Europa y Asia a Am¨¦rica Latina y Oriente Pr¨®ximo. Hay poco que comparar entre Oriente Pr¨®ximo hoy, un foco de inestabilidad y violencia, y Am¨¦rica Latina, donde, a pesar de los retrocesos democr¨¢ticos, de la violencia enquistada en algunos pa¨ªses y de las fragilidades econ¨®micas, est¨¢ lejos de lo que era en los a?os de Reagan. Pero en ambas regiones Obama ha aplicado su doctrina: ensayar algo distinto.

En el caso de Cuba, un viraje en la pol¨ªtica estadounidense del ¨²ltimo medio siglo, fundada en un embargo que no sirvi¨® para acabar con una dictadura familiar. En el de Ir¨¢n, una ret¨®rica de amenazas y confrontaci¨®n que no impidi¨® que este pa¨ªs se acercara a la bomba nuclear.

Visto en perspectiva, es m¨¢s sencillo el di¨¢logo con Cuba, un pa¨ªs que, desde que la URSS instal¨® los misiles en 1962, no representa una amenaza existencial para EE UU. Ir¨¢n ayuda a grupos terroristas en Oriente Pr¨®ximo, usa una ret¨®rica apocal¨ªptica contra Israel, aliado de EE UU en la regi¨®n, y, aunque lo niega, est¨¢ bajo la sospecha ¡ªno s¨®lo de EE UU¡ª de ambicionar la bomba at¨®mica.

Veto del presidente

Pero el bloqueo con el que topa Obama en Washington es similar. El Congreso tiene la llave para levantar el embargo econ¨®mico a Cuba y se resiste a hacerlo. Tambi¨¦n es, desde hoy, el principal obst¨¢culo para que el ambicioso documento de Viena entre en vigor. Los republicanos, mayoritarios en el Congreso, disponen de votos suficientes para votar en contra. Pero necesitan una mayor¨ªa de dos tercios en ambas c¨¢maras ¡ªes decir, votos dem¨®cratas adem¨¢s de los de la mayor¨ªa republicana¡ª para anular un posible veto del presidente a la revocaci¨®n de la ley por el Congreso.

¡°Vetar¨¦ cualquier legislaci¨®n que impida una aplicaci¨®n con ¨¦xito de este acuerdo¡±, dijo este martesObama. ¡°Para decirlo simplemente¡±, argument¨® en otro momento, ¡°que no haya acuerdo significa m¨¢s posibilidades de m¨¢s guerra en Oriente Pr¨®ximo¡±. Pura doctrina Obama.