Dar la batalla por la paz
La zona es un vivero de iniciativas de trabajo solidario y de esfuerzo por la no violencia
En Am¨¦rica Latina vive apenas el 8% de la poblaci¨®n de la humanidad y, sin embargo, se producen cerca del 42% de los asesinatos que ocurren en el mundo. Aunque entre los pa¨ªses de la regi¨®n existen diferencias inmensas, porque no es posible comparar la violencia en Chile y la que sufre Honduras, con una media de 100 homicidios por cada 100.000 habitantes, 12 veces m¨¢s que el promedio de los pa¨ªses desarrollados. Los habitantes de esta zona del globo se han acostumbrado a convivir con la violencia y el peligro, ante la resignaci¨®n de sus gobernantes, como tambi¨¦n con la desigualdad. Porque aunque Am¨¦rica Latina no es la regi¨®n m¨¢s pobre, es la que tiene mayores niveles de inequidad del planeta.
Pese a la radiograf¨ªa poco esperanzadora, los nuevos habitantes de Am¨¦rica Latina parecen no conformarse. Desde M¨¦xico, por el Norte, hasta Chile y Argentina, por el Sur, existen peque?as y grandes iniciativas juveniles de trabajo solidario y a favor de la paz y la no violencia. Hombres y mujeres j¨®venes implicados con la realidad latinoamericana que, desde la sociedad civil, trabajan diariamente para combatir los principales problemas de la regi¨®n. ¡°El cambio de la sociedad se har¨¢ desde los j¨®venes, particularmente desde aquellos que han estado en el territorio trabajando junto a quienes han sido vulnerados, codo con codo y con un objetivo com¨²n¡±, opina Valentina Latorre, profesora chilena, de 25 a?os, directora social de TECHO.
Esta organizaci¨®n naci¨® en Chile, pero actualmente tiene presencia en 19 pa¨ªses de Latinoam¨¦rica y El Caribe. A trav¨¦s de la acci¨®n conjunta de los pobladores y los j¨®venes voluntarios, busca superar la situaci¨®n de pobreza en la que viven miles de personas en asentamientos precarios y darles una soluci¨®n habitacional. Anualmente, cerca de 80.000 j¨®venes latinoamericanos trabajan anualmente en la construcci¨®n de viviendas dignas en cerca de 670 comunidades. Aunque tambi¨¦n se enfocan en ¨¢reas como la educaci¨®n y el desarrollo econ¨®mico de los grupos vulnerables. Han logrado levantar 105.956 viviendas de emergencia y, solo en Chile, Argentina y Uruguay, 5.859 definitivas. ¡°Pero en Chile, por ejemplo, todav¨ªa existen m¨¢s de 32.000 familias viviendo en asentamientos. No pararemos de trabajar hasta devolverles sus derechos¡±, se?ala Latorre.
80.000 j¨®venes trabajan con TECHO, ONG con la que han construido m¨¢s de 100.000 casas
Juan Pablo Romero es un joven guatemalteco y, hace ocho a?os, convenci¨® a su familia para que abrieran las puertas de su casa para realizar un experimento social y pedag¨®gico con un grupo de ni?os vulnerables. Fue el inicio de la Fundaci¨®n Los Patojos, como se les llama coloquialmente a los peque?os que todav¨ªa no alcanzan la adolescencia en este pa¨ªs donde se produce una media de 13 muertes violentas diarias. Debido a la alta demanda y gracias a la ayuda internacional y de los empresarios locales, el centro comenz¨® a crecer y cuenta con nuevas instalaciones, donde se ofrece comida, cuidados y formaci¨®n acad¨¦mica a cerca de 170 ni?os. Mediante la educaci¨®n y actividades como el teatro danza, artes visuales y m¨²sica, la fundaci¨®n busca mejorar las herramientas de desarrollo y ofrecer mayores posibilidades para desenvolverse en el futuro. ¡°Trabajamos para entregarles ayuda no solo a nivel espiritual, de salud, sino tambi¨¦n para que puedan generar fondos econ¨®micos que les ayuden a pagar una renta, a comprar la comida en casa, a pagar la medicina de la mam¨¢, a comprarse sus zapatos¡±, se?ala Romero, su fundador y director. Los Patojos, aunque es una iniciativa peque?a y local, ha tenido ¨¦xitos sorprendentes, que han contribuido a sacar a j¨®venes del c¨ªrculo de la violencia. Melissa Miranda, que fue educada en el centro, luego estudi¨® para ser profesora y actualmente imparte clases a las nuevas generaciones que cobija la fundaci¨®n.
Voluntariado
La sociedad civil tiene cada vez mayor importancia en la soluci¨®n de los problemas esenciales de la regi¨®n y lo explica el chileno Benito Baranda, presidente ejecutivo de Am¨¦rica Solidaria, una organizaci¨®n que se fund¨® hace cerca de 10 a?os en Chile y actualmente tiene presencia en 13 pa¨ªses de la zona. ¡°La tradici¨®n en Am¨¦rica Latina es que problemas como la superaci¨®n de la pobreza y la violencia siempre estuvieron en manos del Estado. Posteriormente, un nuevo modelo de desarrollo nos intent¨® convencer de que los conflictos los resolv¨ªa el mercado y las inversiones privadas. Actualmente, sin embargo, sabemos que tanto el Estado como el mercado son importantes, pero que existe un tercer actor que es la sociedad civil, que tiene que contribuir de manera responsable y seria¡±, se?ala Baranda.
Am¨¦rica Solidaria no lleva adelante iniciativas propias sino que su modelo es, precisamente, sumarse a proyectos existentes a nivel local y colaborar para fortalecerlos y hacerlos sostenibles. Uno de sus mecanismos clave es el voluntariado de j¨®venes profesionales, de 27 a?os de media, que se trasladan de pa¨ªs durante un a?o para poner a disposici¨®n su trabajo y conocimiento, sobre todo en ¨¢reas como educaci¨®n, salud y desarrollo productivo en zonas agr¨ªcolas. La ingeniera Mar¨ªa Fernanda Ram¨ªrez, de 28 a?os, acaba de regresar a Chile desde Hait¨ª, donde trabaj¨® durante un a?o y medio como directora ejecutiva de la organizaci¨®n. Sobre su motivaci¨®n para involucrarse en este proyecto y dejar su pa¨ªs, donde podr¨ªa haber trabajado c¨®modamente, explica: ¡°He tenido mucha suerte por haber podido estudiar lo que quer¨ªa y trabajar en ello. Pero me di cuenta de que no todo el mundo la tiene y que Latinoam¨¦rica es una regi¨®n sumamente desigual donde a muchos ni?os y j¨®venes se les niega esa posibilidad¡±.
La universidad de la integraci¨®n
De acuerdo a los datos de la Organizaci¨®n Iberoamericana de la Juventud (OIJ), en Latinoam¨¦rica existen cerca de 149 millones de j¨®venes de entre 15 y 29 a?os. Su tercer informe Invertir para transformar, realizado con la Comisi¨®n Econ¨®mica para Am¨¦rica Latina y el Caribe (Cepal), investig¨® la inversi¨®n social que los Estados destinan a este grupo de la poblaci¨®n: de cada 10 d¨®lares, solo uno se dedica a los menores de 30 a?os, un claro desajuste, considerando que representan entre el 25% y el 28% de la poblaci¨®n. De acuerdo al estudio Juventud y bono demogr¨¢fico, de la OIJ, nunca hubo en la regi¨®n un contingente tan grande de j¨®venes, una oportunidad que los pa¨ªses deben aprovechar.
En la ¨²ltima d¨¦cada, iniciativas de ¨¦xito se han ocupado la formaci¨®n de los j¨®venes desde una perspectiva de la integraci¨®n regional, como la Universidad Federal de la Integraci¨®n Latinoamericana (UNILA). La instituci¨®n p¨²blica de educaci¨®n superior brasile?a naci¨® de una propuesta del presidente Luiz In¨¢cio Lula da Silva de 2007 y se fund¨® en enero de 2010. Ubicada en una zona estrat¨¦gica, la frontera entre Brasil, Argentina y Paraguay, UNILA pretende promover el intercambio de conocimientos mediante la integraci¨®n regional y un proyecto conjunto de Am¨¦rica Latina capaz de afrontar los retos actuales. "La UNILA es una universidad diferente a las dem¨¢s. Posee alumnos de m¨¢s de 10 pa¨ªses de Latinoam¨¦rica, con una mezcla cultural impresionante. Esta experiencia brinda herramientas para transformar nuestro futuro en algo m¨¢s equitativo, m¨¢s democr¨¢tico y con menos dolor", relata Viviana Porto da Silva, uruguaya de 22 a?os, que en diciembre de 2014 termin¨® la carrera de Relaciones Internacionales e Integraci¨®n.
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