Tsipras se consolida al contener la rebeli¨®n en las filas de su partido
La prioridad del Gobierno griego es ahora negociar un nuevo acuerdo antes del 20 agosto
Tocado, pero no hundido. El primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha logrado contener la hemorragia rebelde en Syriza y sacar adelante sin mayores sobresaltos las duras reformas exigidas por los socios para tramitar el tercer rescate. Para septiembre queda la soluci¨®n de las diferencias internas, o el cisma definitivo del partido; ahora, la prioridad absoluta del Gobierno es cerrar un acuerdo con las instituciones "con mejores condiciones" de las inicialmente previstas. El rescate debe estar cerrado para el 20 de agosto, fecha en la que Atenas deber¨¢ hacer frente a nuevos pagos al Banco Central Europeo.
Tras superar sin mayor menoscabo partidista la votaci¨®n del segundo paquete de medidas urgentes, en la madrugada de hoy, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, tiene las manos libres para centrarse en la negociaci¨®n del tercer rescate, de 86.000 millones de euros a tres a?os, a trav¨¦s del Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera (Mede); de hecho, ma?ana arrancan en Atenas con la visita de representantes de las instituciones los tr¨¢mites para la redacci¨®n del Memor¨¢ndum de Entendimiento (MoU, en sus siglas inglesas; nombre t¨¦cnico del rescate), un proceso que se espera haya concluido hacia el 20 de agosto ¨Cfecha de un nuevo vencimiento de bonos- y cuyas condiciones, ha subrayado el primer ministro en su discurso previo a la votaci¨®n, "el Gobierno de Atenas aspira a mejorar".
Los acreedores han expresado su satisfacci¨®n por la r¨¢pida tramitaci¨®n de las reformas expr¨¦s, aprobadas gracias al un¨¢nime apoyo de los tres partidos de oposici¨®n proeuropeos (conservadores, socialistas y liberales), y con un marcador favorable al Gobierno en 230 votos (de 300); los noes han sido 63 (incluidos 31 de Syriza, una quinta parte de su grupo parlamentario) y las abstenciones, cinco, m¨¢s dos ausencias.
Pero, pese a minimizar el impacto de la disidencia en su propio partido ¨Cen la votaci¨®n parlamentaria de hoy el Gobierno registr¨® tres votos contrarios menos que la semana pasada, y la reconversi¨®n del exministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, que esta vez vot¨® s¨ª-, Tsipras no podr¨¢ desentenderse de su principal quebradero de cabeza, la amenaza de cisma en Syriza. En las ¨²ltimas horas, y tras el pase a la ofensiva del primer ministro contra los rebeldes, se han producido declaraciones poco conciliadoras por parte del exministro Panayotis Lafazanis, l¨ªder de la Plataforma de Izquierda y te¨®rico cabecilla de la rebeli¨®n. "No nos amenaces", ha pedido (o advertido) a Tsipras, en respuesta al duro mensaje del jefe de Gobierno, que hace una semana purg¨® su Ejecutivo de disidentes.
Tsipras se ha reunido hoy con otra destacada representante del sector cr¨ªtico, la presidenta del Parlamento griego, Zo¨ª Konstandopulu, que, a diferencia de Varoufakis, vot¨® no por segunda vez y, a¨²n m¨¢s, dirigi¨® un escrito a Tsipras y al presidente del pa¨ªs, Prokopis Pavl¨®pulu, quej¨¢ndose de la "violaci¨®n constitucional" que suponen las exigencias de los socios al Parlamento. Konstandopulu, que tambi¨¦n es diputada de Syriza, se niega a dimitir de su puesto, poni¨¦ndoselo muy dif¨ªcil a Tsipras, quien hoy ha mostrado su "seria preocupaci¨®n por el desacuerdo institucional" con la tercera autoridad del pa¨ªs. La reuni¨®n entre ambos se ha desarrollado en un ambiente de "sinceridad y camarader¨ªa", lo que, en la diplomacia pol¨ªtica al uso, equivale a constatar la tirantez existente entre ambos.
Dadas las dif¨ªciles circunstancias que vive el pa¨ªs, con la Bolsa cerrada desde hace casi cuatro semanas y controles de capital vigentes sine die, lo curioso es que Tsipras experimenta una ola de simpat¨ªa ciudadana inversamente proporcional a su ca¨ªda en desgracia dentro del partido, tanto entre simples votantes como entre sus cuadros, y que se refleja en los 20 puntos de ventaja que Syriza saca a su m¨¢s inmediato competidor, la conservadora Nueva Democracia, en las encuestas de intenci¨®n de voto. "Llevo a?os sin votar, no me convence ning¨²n partido, ni los anteriores ni los nuevos. Pero este chico [por Tsipras, que acaba de cumplir 41 a?os] me gusta, se le ve honesto y dispuesto a dar la cara y batallar, y eso ya es mucho en un pa¨ªs arruinado por sus pol¨ªticos, que solo han defendido sus intereses", confesaba hoy la peque?a empresaria D¨ªmitra Athanasi¨®pulu, representante de un sector que desde 2008 ha sufrido el cierre de 229.000 pymes, y la p¨¦rdida de 700.000 empleos.
"El partido y el Gobierno son dos cosas muy distintas, Syriza se comporta con absoluta autonom¨ªa, y con una l¨®gica electoral", explica bajo la condici¨®n de anonimato una miembro de Syriza. "Adem¨¢s de la mayor¨ªa de Tsipras y la Plataforma de Izquierda de Lafazanis, hay una tercera facci¨®n, el llamado Grupo de los 53 [del que procede el actual ministro de Finanzas, Efklidis Tsakalotos], que insiste en la unidad del partido y en establecer una nueva relaci¨®n con Europa. Quiere jugar un papel unificador, que podr¨ªa ser determinante para permitir al partido seguir en el poder sin necesidad de convocar nuevas elecciones". Un escenario, el del adelanto electoral, que muchos en Syriza dan por supuesto, incluidos algunos miembros del Gobierno.
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