Pe?a Nieto lanza un pulso a los sindicatos de educaci¨®n
Una medida contra la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educaci¨®n (CNTE)
La reforma educativa, uno de los grandes proyectos del presidente Enrique Pe?a Nieto, ha entrado esta semana en su punto cr¨ªtico. En una decisi¨®n sin precedentes, el Gobierno mexicano ha arremetido contra su principal foco de resistencia, la radical Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educaci¨®n (CNTE) y, sin dar respiro a sus dirigentes, les ha retirado el control de las instituciones educativas que ten¨ªan bajo su poder, ha congelado sus cuentas bancarias y ha desplegado al ej¨¦rcito y la polic¨ªa para imponer el orden. La contundencia de la acci¨®n ha dejado, de momento, sin iniciativa al belicoso sindicato. Aunque se prev¨¦ una escalada de tensi¨®n, el camino para implantar la hist¨®rica reforma parece haber quedado despejado.
El golpe de autoridad ha dado ox¨ªgeno a Pe?a Nieto. Los buenos resultados de las elecciones de junio, que el PRI gan¨® sin excesivo desgaste, hab¨ªan quedado ya en el olvido y sobre el escenario pol¨ªtico solo hab¨ªa espacio para los cataclismos. La fuga de El Chapo, el fracaso del primer concurso petrol¨ªfero y el declive del peso, en m¨ªnimos hist¨®ricos frente al d¨®lar, ten¨ªan al Gobierno contra las cuerdas. En este horizonte, la sorpresiva jugada contra la CNTE le ha permitido al presidente, en un gesto que trae a la memoria su espectacular arranque de mandato, recuperar la iniciativa pol¨ªtica en un terreno en el que goza de amplio respaldo.
En un pa¨ªs con 55 millones de pobres (46% de la poblaci¨®n) y cuyos resultados educativos se sit¨²an a la cola de la OCDE, la reforma es vista como una necesidad nacional. Nacida del consenso, el Parlamento le dio un abrumador apoyo y las encuestas le otorgan un fuerte respaldo. Pero su implantaci¨®n ha chocado con uno de los tradicionales poderes f¨¢cticos mexicanos.
La coordinadora, de extrema izquierda, surgi¨® a finales de los setenta como escisi¨®n del sindicato mayoritario de profesores. Su n¨²cleo se asent¨® en los empobrecidos Estados del sur: Michoac¨¢n, Guerrero, Chiapas y Oaxaca. Amparado durante a?os por el PRI, a quien aseguraba la paz social, su fuerza fue en aumento hasta el punto de que en 1992, el gobierno priista de Oaxaca les cedi¨® el control del Instituto Estatal de Educaci¨®n P¨²blica.
Al mando de la maquinaria administrativa, la coordinadora, con 110.000 maestros afiliados, agigant¨® su influencia. Decid¨ªa los puestos, controlaba los pagos (a¨²n en cheque) y manejaba la informaci¨®n sobre ausencias docentes, un punto clave para un colectivo obligado a participar en las continuas manifestaciones de la coordinadora. El instituto estatal, convertido en la m¨¦dula del sindicato, creci¨® hasta contar con 4.000 empleados, la mitad afiliados, frente a los 500 que tiene en Estados similares.
En un universo m¨ªsero y clientelar, donde las plazas de maestros se compran y heredan, la coordinadora ejerci¨® adem¨¢s el control indirecto sobre los programas sociales. De su venia, depend¨ªa la acreditaci¨®n de la asistencia escolar de los alumnos, un requisito indispensable para que las familias m¨¢s pobres puedan acceder a las ayudas.
La aprobaci¨®n de la reforma educativa desbarat¨® este entramado. La nueva normativa, al imponer el concurso obligatorio, acaba con la compraventa de puestos y su heredad. Tambi¨¦n abre las puertas a opositores de otros Estados e impide la concesi¨®n autom¨¢tica de plaza a los maestros procedentes de las llamadas escuelas normales, el vivero preferido del sindicato. En una segunda vuelta de tuerca, la normativa establece la evaluaci¨®n obligatoria del profesorado y la p¨¦rdida de plaza docente en caso de que suspendan tres veces.
Ha insistido en que las evaluaciones docentes no implican el despido, sino el paso a labores administrativas
La reacci¨®n de la coordinadora y de la conocida Secci¨®n 22, su brazo ejecutor en Oaxaca, fue fulminante. Durante las comicios de junio moviliz¨® a decenas de miles de maestros y lanz¨® sus huestes contra oficinas electorales, carreteras y aeropuertos. La ofensiva, azuzada por el miedo a las evaluaciones, alcanz¨® tal grado de violencia que el Gobierno suspendi¨® temporalmente estos ex¨¢menes en todo M¨¦xico. Pasadas las elecciones los restableci¨® y aguard¨® al inicio de las vacaciones escolares, en la segunda quincena de julio, para dar el golpe definitivo.
En un plan milim¨¦tricamente dise?ado, la ma?ana del martes despleg¨® al Ej¨¦rcito, la Marina y la Polic¨ªa Federal, y anunci¨® a trav¨¦s del gobernador de Oaxaca, Gabino Cu¨¦, el desmantelamiento del principal baluarte del sindicato, el Instituto Estatal de Educaci¨®n P¨²blica. La purga, que implica la creaci¨®n de un nuevo organismo del que quedan excluidos aquellos que hayan tenido cargos sindicales, se ha combinado con la congelaci¨®n de cuentas bancarias de la Secci¨®n 22, la apertura de investigaciones patrimoniales y la preparaci¨®n de ¨®rdenes de detenci¨®n para aquellos l¨ªderes que presenten resistencia.
En contrapartida, el Gobierno ha lanzado un mensaje conciliador a los maestros. Para desactivar el principal detonante de la protesta, ha insistido en que las evaluaciones docentes no implican el despido, sino el paso de los maestros suspendidos a labores administrativas. Y a los padres de alumnos les ha eximido durante un a?o de la acreditaci¨®n de asistencia escolar para recibir ayuda social. Como remate, ha lanzado un plan de inversi¨®n educativa para Oaxaca de 60 millones de d¨®lares.
Esta estrategia ha dejado en fuera de juego a la CNTE. El pol¨¦mico l¨ªder de la Secci¨®n 22, Rub¨¦n N¨²?ez, ha evitado de momento las habituales tomas de edificios y bloqueos de carreteras, y ha puesto la estrategia de respuesta en manos de una asamblea que se celebrar¨¢ este fin de semana. En este comp¨¢s de espera, el Gobierno ha dejado claro que las medidas adoptadas son una "decisi¨®n de Estado" y que no hay vuelta atr¨¢s. En el pulso, Pe?a Nieto se juega una de sus ¨²ltimos cartuchos.
Medidas conciliadoras con padres y maestros para equilibrar
En un movimiento habitual en sus grandes apuestas, Pe?a Nieto ha combinado la dureza del despliegue policial con un paquete de medidas blandas encaminadas a atraer a los afectados por la reforma.
Su primer objetivo han sido los maestros. Para desactivar el principal detonante de la protesta, ha insistido en que las evaluaciones docentes que han sembrado el p¨¢nico no implican el despido para quien las suspenda tres veces, sino su desplazamiento a labores administrativas. Y a los padres de alumnos les ha eximido durante un a?o de la acreditaci¨®n de asistencia escolar que se les exig¨ªa para recibir ayuda social, un requisito que estaba supeditado al control de los maestros y, por ende, del sindicato. Como remate, ha lanzado un plan de inversi¨®n educativa para Oaxaca de 60 millones de d¨®lares.
Esta estrategia ha dejado en fuera de juego a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educaci¨®n y explica su moment¨¢nea falta de respuesta tras la contundencia que hab¨ªa demostrado en los ¨²ltimos meses.
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