La OEA urge al di¨¢logo entre Rep¨²blica Dominicana y Hait¨ª

La Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA) no ve m¨¢s salida que el di¨¢logo entre Rep¨²blica Dominicana y Hait¨ª para encontrar una soluci¨®n a la disputa a causa del proceso de regularizaci¨®n de ciudadanos dominicanos de origen haitiano, que la comunidad internacional teme pueda provocar miles de desplazamientos forzosos y hasta casos de apatridia. As¨ª lo establece el informe presentado este mi¨¦rcoles por el secretario general de la OEA, Luis Almagro, tras la visita que realiz¨® una misi¨®n del organismo a los dos pa¨ªses a comienzos de mes para evaluar la situaci¨®n que ha provocado fuertes tensiones entre Santo Domingo y Puerto Pr¨ªncipe.

La OEA recomienda ¡°facilitar el di¨¢logo entre ambos pa¨ªses¡± con la celebraci¨®n de un encuentro bilateral ¡°en el lugar m¨¢s apropiado y aceptado por ambas partes¡±. El organismo hemisf¨¦rico se propone como ¡°facilitador¡± de dicho di¨¢logo, que el representante de Hait¨ª ante la OEA, Bocchit Edmond, dijo que su Gobierno aceptaba de inmediato. M¨¢s cauto se mostr¨® el embajador dominicano, Pedro Verg¨¦s, quien solo prometi¨® que Santo Domingo estudiar¨¢ ¡°a fondo¡± tanto las recomendaciones como las observaciones del informe para pronunciarse ¡°en el futuro inmediato¡± sobre las mismas.

El informe est¨¢ elaborado con un lenguaje muy cuidadoso y evita conscientemente dar cifras sobre desplazados -forzosos o no-, argumentando que ¡°es dif¨ªcil confirmarlas en este momento¡±, algo en que coinciden organizaciones no gubernamentales que tambi¨¦n siguen la situaci¨®n de cerca.

Pese a ello, la OEA reconoce que ¡°existen personas en riesgo de no contar con ninguna nacionalidad reconocida¡± a causa de la legislaci¨®n dominicana y que se est¨¢n dando ¡°desplazamientos de poblaciones que sobreviven en condiciones precarias¡±.

Menos cautelosa ha sido la ONU, cuyo Grupo de Trabajo de Expertos sobre los Afrodescencientes exhort¨® el martes al Gobierno dominicano a tomar medidas para ¡°impedir las deportaciones arbitrarias y adoptar mecanismos para atender las acusaciones de racismo durante las deportaciones de personas de origen haitiano¡±.

Seg¨²n sus datos, alrededor de 19.000 personas han dejado Rep¨²blica Dominicana para ingresar en Hait¨ª desde el 17 de junio, ¡°ante el temor de que se produzcan posibles violaciones de sus derechos cuando las deportaciones comiencen oficialmente en agosto¡±.

El 17 de junio expir¨® el plazo de registro para el Plan Nacional para Regularizaci¨®n de Extranjeros, una especie de parche legal creado tras el revuelo por una sentencia del Tribunal Constitucional dominicano que en 2013 priv¨® de forma retroactiva a m¨¢s de 200.000 nacidos en el pa¨ªs de padres migrantes entre 1929 y 2010. Sin embargo, ante la renovada preocupaci¨®n internacional por posibles desplazados forzosos -que Rep¨²blica Dominicana niega, afirmando que se van de forma voluntaria, y que Hait¨ª dice que no tiene capacidad de acoger salvo que demuestren su nacionalidad haitiana- se extendi¨® un plazo de gracia para el plan regularizador que acaba ahora en agosto.

¡°Nadie deber¨ªa ser deportado si existen razones legales y v¨¢lidas para permanecer¡±, dijo presidenta del panel de la ONU, Mireille Fanon Mendes-France, el martes en Ginebra. ¡°La Rep¨²blica Dominicana no puede violar ni las normas internacionales, ni los mecanismos de protecci¨®n del sistema Interamericano de Derechos Humanos, y, especialmente, no puede violar su propia Constituci¨®n¡±, enfatiz¨® la experta.

La preocupaci¨®n es compartida por la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que a finales de 2013 realiz¨® una visita ¡°in loco¡± a Rep¨²blica Dominicana y document¨® numerosas denuncias por la negaci¨®n de documentos a dominicanos de origen haitiano. ¡°Para la CIDH es muy importante que no se genere una condici¨®n de expulsi¨®n que pudiera llevar a un escenario de apatridia, de personas no recibidas por Hait¨ª y no reconocidas por Rep¨²blica Dominicana¡±, dijo su secretario ejecutivo, Emilio ?lvarez Icaza, a periodistas tras la sesi¨®n de la oEA. ¡°Ese ser¨ªa para la CIDH un escenario de gran preocupaci¨®n¡±, subray¨®.