Sus antepasados fueron esclavos, ellos son emprendedores
M¨¢s de 2.600 comunidades de afrodescendientes luchan en Brasil por su desarrollo. El 80% de los j¨®venes asesinados son negros
Como muchas adolescentes latinoamericanas, Maria Paula, Juliana y Ediv?nia viven entre dos mundos. Ellas son residentes de un "quilombo" -asentamientos de los esclavos fugitivos del siglo XIX- pero estudian en una ciudad moderna, a unos 20 minutos de all¨ª. Portalegre no es un gran centro urbano, pero tiene una escuela, comercio y los servicios que m¨¢s hacen falta a las j¨®venes rurales: asfalto, alumbrado p¨²blico y telecomunicaciones. "Me encanta navegar en las redes sociales", cuenta Ediv?nia, de 15 a?os, que sue?a trabajar como polic¨ªa. La comunidad donde han nacido las chicas, llamada Negros Felicianos del Alto, gan¨® en 2007 la certificaci¨®n de "quilombola" por parte del gobierno de Brasil. Esto dio a sus habitantes la propiedad de la tierra, una lucha constante para los descendientes de esclavos fugitivos, y abri¨® las puertas para proyectos sociales dirigidos a los residentes.
Hasta entonces, los Negros Felicianos del Alto viv¨ªan casi olvidados por la sociedad. Ahora, poco a poco, buscan los mismos objetivos propuestos por las Naciones Unidas para la D¨¦cada de los Afrodescendientes (2015-2024): reconocimiento, justicia, desarrollo y fin de la discriminaci¨®n.
Moda afro
Desarrollo, en particular, es un tema que moviliza a los quilombolas de esta zona del noreste brasile?o. Casi la totalidad de las 80 familias de la comunidad rural son apoyadas por programas de transferencia de efectivo (como Bolsa Familia), pero los aldeanos quieren m¨¢s.
Adem¨¢s de lo que aportan esos programas gubernamentales, ellos viven con lo poco que ganan con la agricultura y las artesan¨ªas. "Bolsa Familia es un incentivo importante, pero no tiene el peso de un empleo, que te da una autoestima especial," dice la artesana Maria Jose¨ªlia da Silva, de 34 a?os.
Da Silva se entusiasma al hablar de los proyectos que van a implementarse all¨ª: una peque?a planta de lencer¨ªa y una marca de moda y artesan¨ªa con identidad africana, ambas ideas de las "quilombolas". Las inversiones que har¨¢n todo eso posible vienen de la iniciativa R¨ªo Grande do Norte Sostenible, financiada por el Banco Mundial y el gobierno de Rio Grande do Norte.
"El proyecto da prioridad a grupos vulnerables y las comunidades tradicionales, tales como afrodescendientes, ind¨ªgenas, mujeres y j¨®venes, favoreciendo los recursos y la asistencia t¨¦cnica necesaria para actividades productivas," dice la gestora del proyecto, F¨¢tima Amazonas, del Banco Mundial.
El proyecto beneficiar¨¢ a 1 mill¨®n de personas hasta el 2019. Entre ellos, los residentes de 27 "quilombos" en todo el estado.
Grandes sue?os
En todo el Brasil, m¨¢s de 2.600 comunidades ya est¨¢n certificadas como "quilombolas", seg¨²n el gobierno federal. Muchas otras se auto declaran como remanentes de los asentamientos de esclavos fugitivos durante la colonia.
Oficiales o no, tienen dos rasgos comunes. Uno de ellos es la riqueza cultural, con manifestaciones de danza como "capoeira", "maculel¨º" y el baile en honor a San Gonzalo, que representa uno de los momentos m¨¢s emocionantes de la visita a los Negros Felicianos del Alto. El segundo es la baja calidad de infraestructura y servicios p¨²blicos, consecuencia en parte del aislamiento de estas comunidades y de la manera en que Brasil ha lidiado hist¨®ricamente con la poblaci¨®n negra. El pa¨ªs fue el ¨²ltimo en Am¨¦rica en abolir la esclavitud, en 1888.
Casi 130 a?os m¨¢s tarde, los afrodescendientes constituyen el 14.5% de los pobres y el 80% de los j¨®venes asesinados. Asimismo las brasile?as negras tienen tres veces m¨¢s probabilidad morir durante el parto.
Otro tema importante es que Brasil tiene un 50% de mestizos y negros, aunque muchos todav¨ªa se resisten a auto identificarse como tal, incluso en comunidades como Negros Felicianos del Alto. "Las personas ten¨ªan miedo de llamarse afrodescendientes debido a los prejuicios. No hace mucho, aqu¨ª todo el mundo se dec¨ªa ¡®moreno¡¯ o ¡®marr¨®n¡¯," recuerda el productor cultural A¨¦rcio de Lima, para quien el auto-reconocimiento es un paso en la conquista de sue?os mucho m¨¢s grandes.
Mariana Kaipper Ceratti es productora online del Banco Mundial
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