Rub¨¦n Espinosa es enterrado y el caso entra en urgencia de respuestas
"Vamos a buscar justicia", exclama un amigo ante la tumba en un doloroso sepelio La ONU transmite su "firme condena" por el asesinato del reportero junto a cuatro mujeres
Rub¨¦n Espinosa, el fotoperiodista de 31 a?os asesinado el viernes junto a cuatro mujeres en un apartamento de M¨¦xico DF, ha sido enterrado este lunes en un cementerio de la capital. "Para nuestra familia es un gran orgullo todo lo que hizo", dijo su hermana ante la tumba. "Dejamos el cuerpo de Rub¨¦n pero su alma est¨¢ renaciendo. Vamos a buscar justicia", afirm¨® un amigo. El crimen que ha conmocionado a M¨¦xico e indignado al gremio de los periodistas ha cerrado con este sepelio el primer impacto de dolor y entra en la desgastante fase de reclamar respuestas claras en un pa¨ªs donde es frecuente que los homicidas y las causas se acaben desvaneciendo en la niebla.
El ¨²ltimo organismo que se ha pronunciado sobre el caso ha sido la ONU a trav¨¦s de su Oficina para los Derechos Humanos. "Si las investigaciones confirman que este aberrante m¨²ltiple homicidio tiene relaci¨®n con la labor period¨ªstica de Espinosa, estar¨ªamos en presencia de un acto grav¨ªsimo contra la libertad de expresi¨®n que sin duda causa un efecto inhibitorio en el ejercicio del periodismo en M¨¦xico", afirma el comunicado de Naciones Unidas, que plasma una "firme condena" por lo ocurrido.
La coordinadora mexicana de organizaciones civiles Espacio OSC ha exigido la "m¨¢xima responsabilidad" al Mecanismo de Protecci¨®n de Periodistas creado hace tres a?os por el Gobierno, al que la ONG Art¨ªculo 19 acus¨® este domingo de "no haber movido un dedo" para proteger a Espinosa de los riesgos que hab¨ªa hecho p¨²blicos a trav¨¦s de entidades en defensa de la prensa y de entrevistas en medios pocas semanas antes de ser asesinado.
Espacio OSC subraya que una de las fallecidas junto al reportero, Nadia Vera, de 32 a?os, tambi¨¦n ten¨ªa trayector¨ªa de activismo. Vera hab¨ªa estudiado en la Universidad de Xalapa y conoc¨ªa de all¨ª a Espinosa. En 2014 dijo en una entrevista que si le ocurr¨ªa algo a alg¨²n activista de la zona ser¨ªa culpa de las autoridades y en concreto del gobernador: "Responsabilizamos a Javier Duarte por cualquier cosa que nos pueda suceder a los que estamos en este tipo de movimientos. Nuestra seguridad es responsabilidad del Estado porque son los que directamente est¨¢n mandando a reprimirnos".
Las otras tres v¨ªctimas, cuyas identidades a¨²n no han sido confirmadas o difundidas por las autoridades, son una joven de 18 a?os llamada Yesenia Quiroz, otra chica de 29 y la empleada dom¨¦stica de 40 a?os del apartamento en el que tuvo lugar el salvaje crimen. Versiones no oficiales indican que todas ellas fueron violadas.
La Fiscal¨ªa de M¨¦xico DF, responsable de la investigaci¨®n, no ha dado de momento ninguna hip¨®tesis criminal sobre el caso. Ha mencionado que los asesinos "saquearon" el apartamento y este lunes ha informado de que han encontrado un coche "relacionado" con una de las chicas, la de 29 a?os, de la que no se da su nombre pero refiere que es "presuntamente colombiana".
El comunicado tambi¨¦n da cuenta de que personal de la Fiscal¨ªa ha constatado que el equipo de videovigilancia del edificio estaba averiado, "por lo que no se obtuvo ning¨²n material relacionado con los hechos". Queda por conocerse si en otras c¨¢maras que hab¨ªa instaladas en el tramo de calle donde estaba el edificio del crimen se han podido hallar im¨¢genes reveladoras.
"Aqu¨ª no sabemos ni cu¨¢ndo ni c¨®mo nos toca"
Antes del entierro, Espinosa fue velado en una funeraria de la capital. La entrada estuvo resguardada por polic¨ªas con metralletas.
En la capilla n¨²mero cuatro una familia velaba a su abuela y no se explicaban por qu¨¦ sub¨ªan tantos periodistas con c¨¢maras por las escaleras. En la capilla siguiente velaban a Rub¨¦n Espinosa. Ellos no lo sab¨ªan, pero lo lamentaban: ¡°Aqu¨ª no sabemos ni cu¨¢ndo ni c¨®mo nos toca¡±.
A las once empez¨® la misa. Justo detr¨¢s del sacerdote, entre flores, un retrato del reportero. Pensativo, con su bigote de puntas largas vueltas para arriba. "Se?or, perd¨®nale sus pecados", dijo el cura en la misa por el periodista al que hoy miles de mexicanos quisieran pedirle perd¨®n.
Algunos amigos esperaban fuera de la sala. Una joven de Xalapa hab¨ªa hecho las cinco horas de cami¨®n desde la capital veracruzana para despedirlo. "Ten¨ªa magia, un carisma ¨²nico. Con ¨¦l todo el tiempo era re¨ªrse, y buena cara por mala que estuviese la situaci¨®n".
En una entrevista en julio en la que denunci¨® las amenazas que le hicieron huir de Veracruz, Espinosa cont¨® que su decisi¨®n de abandonar el Estado maldito del periodismo mexicano fue tan expedita que apenas se llev¨® cosas consigo. Hasta se dej¨® a su perro.
Cosmos, un c¨®cker spaniel de cuatro a?os, color canela y coronilla rubio platino, iba de un lado a otro de la antesala dando pasitos y olfateando piernas. No llevaba la cola amputada como es com¨²n en su raza sino larga, porque Espinosa pens¨® que le lastimar¨ªa.
El fot¨®grafo ten¨ªa novia pero viv¨ªa con Cosmos. Despu¨¦s de que saliera de Veracruz se lo llevaron a M¨¦xico DF para tenerlo en casa de sus padres. Sus amigos dicen que lo cuidaba como a un hijo. Ve¨ªan la televisi¨®n juntos y Cosmos adquiri¨® tal adicci¨®n a la pantalla que cuando Espinosa ten¨ªa que trabajar fuera de casa unos d¨ªas lo dejaba hospedado en una pensi¨®n para perros con servicio de televisi¨®n.
Rub¨¦n Espinosa era una persona emp¨¢tica. Por contra, los c¨®cker son una raza reconocida por su ego¨ªsmo adem¨¢s de por engordar. Para mantenerlo fino lo paseaba una hora al d¨ªa. Lo del car¨¢cter se resolvi¨® por ¨®smosis. El inter¨¦s de Cosmos por la gente que esperaba en la antesala a que terminase el oficio por el alma de su due?o revelaba el particular fen¨®meno de un c¨®cker que piensa en los dem¨¢s. ¡°Yo creo que Rub¨¦n le cambi¨® su esencia natural¡±, dijo un ¨ªntimo de Espinosa con el ¨¢nimo sereno pero derrotado. El ¨²nico ser con luz en la funeraria era Cosmos, un c¨®cker generoso.
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