Corea del Norte establecer¨¢ su propia franja horaria
El pa¨ªs asi¨¢tico abandonar¨¢ el huso japon¨¦s y retrasar¨¢ las agujas media hora
Corea del Norte anunci¨® este viernes la creaci¨®n de su nueva zona horaria, llamada "hora de Pyongyang". El pa¨ªs asi¨¢tico atrasar¨¢ el reloj 30 minutos a partir del d¨ªa 15 de agosto de forma indefinida, por lo que abandonar¨¢ el huso horario que comparte con Jap¨®n y con Corea del Sur y su hora oficial pasar¨¢ a ser GMT +8,5 en lugar de la GMT +9 actual. El cambio coincide con el 70 aniversario del fin del dominio colonial japon¨¦s en la pen¨ªnsula coreana entre 1910 y 1945. De hecho, toda Corea ya usaba esta hora antes de la invasi¨®n japonesa, pero una vez se convirti¨® en territorio del Imperio nip¨®n, Tokio decidi¨® adelantar la hora 30 minutos para que coincidiera con la capital.
"Los malvados imperialistas japoneses cometieron cr¨ªmenes imperdonables y hasta privaron a Corea de su hora est¨¢ndar mientras pisoteaban sus tierras de m¨¢s de 5.000 a?os de historia", asegur¨® la agencia norcoreana KCNA, que anunci¨® la modificaci¨®n horaria.
La reforma fue aprobada hace dos d¨ªas por la Asamblea Suprema del Pueblo (el ¨®rgano legislativo norcoreano) y, seg¨²n KCNA, el decreto "refleja la fe inquebrantable y la voluntad de la gente en el 70 aniversario de la liberaci¨®n de Corea". Sus vecinos del sur hicieron lo propio en 1954 para eliminar las influencias del colonialismo japon¨¦s, pero volvieron al huso horario nip¨®n en 1961 a ra¨ªz del golpe de estado militar de Park Chung-Hee, padre de la actual presidenta surcoreana Park Geun-hye. Se¨²l no ha vuelto a plantearse recuperar el huso horario anterior al dominio japon¨¦s "por razones pr¨¢cticas".
El Ministerio de Unificaci¨®n surcoreano asegur¨® que la medida podr¨ªa provocar ciertos problemas a la hora de gestionar el complejo fronterizo de Kaesong, uno de los pocos proyectos de cooperaci¨®n entre ambas Coreas, que siguen t¨¦cnicamente en guerra desde 1953, cuando se firm¨® un armisticio que nunca lleg¨® a ser sustituido por un tratado de paz. El resentimiento contra Jap¨®n, sin embargo, es algo compartido en ambas partes de la frontera especialmente entre la gente mayor, que recuerda como miles de hombres coreanos fueron utilizados como esclavos o enviados a primera l¨ªnea del frente y las mujeres forzadas a la esclavitud sexual por los militares japoneses durante la II Guerra Mundial.
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