Los opositores a Rousseff organizan otra protesta para pedir su destituci¨®n

Los movimientos opositores al Gobierno de Dilma Rousseff volver¨¢n este domingo a las calles, por tercera vez este a?o, para pedir la destituci¨®n de la presidenta. En medio de una crisis pol¨ªtica y econ¨®mica que desestabiliza el pa¨ªs, los organizadores est¨¢n convocando a los brasile?os a protestar contra el Partido de los Trabajadores y pedir que la presidenta salga ¡°de cualquier forma¡±: por proceso de destituci¨®n, casaci¨®n o renuncia.

Seg¨²n el grupo Ven a la Calle, los actos se organizar¨¢n en 257 ciudades. La previsi¨®n es mucho menor que la del 10 de abril, dos d¨ªas antes de la ¨²ltima gran manifestaci¨®n. Entonces, m¨¢s de 400 localidades se sumaron a las protestas. Una vez m¨¢s, se prev¨¦ que S?o Paulo lidere las manifestaciones, con una asistencia masiva de gente en la avenida Paulista.

Que la participaci¨®n pueda ser menos se explica, en gran medida, por las dudas que est¨¢n surgiendo con relaci¨®n a un posible proceso de destituci¨®n de la presidenta. Los brasile?os est¨¢n comenzando a preguntarse si la salida de Rousseff ser¨ªa una buena opci¨®n, en un momento en el que ni el Gobierno ni la oposici¨®n representan perspectivas de futuro, seg¨²n considera Renato Meirelles, del Instituto Data Popular.

Uno de los movimientos tiene por lemas ¡°fuera corruptos¡±, ¡°fuera Dilma¡± y ¡°Lula nunca m¨¢s¡±. Y no hace ninguna menci¨®n a otros partidos o pol¨ªticos

Otro factor ha reducido la asistencia a las protestas. Aunque los organizadores proclamen la lucha contra la corrupci¨®n como el tema central para derrocar al Gobierno, han evitado mencionar algunos nombres involucrados en las denuncias de corrupci¨®n, como el presidente de la C¨¢mara, Eduardo Cunha (PMDB-RJ). Se sospecha que Cunha haya aceptado sobornos de cinco millones de d¨®lares de proveedores de Petrobras. ¡°Tenemos prioridades. En este momento, es la destituci¨®n de Dilma Rousseff¡±, afirma Fabio Ostermann, uno de los l¨ªderes del Movimiento Brasil Libre (MBL).

El grupo ha presentado y protocolizado una solicitud de proceso de destituci¨®n de la presidenta bas¨¢ndose en las pedaladas (maniobras) fiscales utilizadas para cerrar las cuentas del Gobierno en 2014. El grupo se reuni¨® algunas veces con Cunha, que deber¨ªa aceptar la solicitud en la C¨¢mara para proceder a la votaci¨®n de la misma.

Ven a la Calle, otro movimiento que convoca a la marcha del domingo, habla en tres frentes: ¡°fuera corruptos¡±, ¡°fuera Dilma¡± y ¡°Lula nunca m¨¢s¡±. Y no hace ninguna menci¨®n a otros partidos o pol¨ªticos. ¡°Con el PT en el Gobierno, la corrupci¨®n, que siempre ha existido, ha pasado a institucionalizarse m¨¢s. Por eso clamamos que Dilma dimita, para que esta transici¨®n sea lo menos da?ina posible para el pa¨ªs¡±, afirma Rogerio Chequer, portavoz de Ven a la calle.

El Partido de la Social Democracia Brasile?a (PSDB) ya hab¨ªa anunciado su apoyo a la marcha del domingo

Para algunos observadores, esta posibilidad es casi remota. ¡°El perfil de la presidenta, que es una mujer vanidosa y muy soberbia, no me hace creer que ella vaya a dimitir¡±, afirma David Fleischer, polit¨®logo. ¡°Ella no ha admitido ni los errores de su primer Gobierno. Me parece muy dif¨ªcil una dimisi¨®n¡±.

El Partido de la Social Democracia Brasile?a (PSDB) ya hab¨ªa anunciado su apoyo a la marcha del domingo en un programa del partido que se emiti¨® en cadena nacional la semana pasada. El senador A¨¦cio Neves, derrotado en las elecciones del a?o pasado, as¨ª como la bancada joven en el Congreso, han grabado v¨ªdeos para las redes sociales en los que incentivan a la gente a salir a las calles el domingo.

El Palacio del Planalto teme que los actos crezcan en el interior de Brasil y, sobre todo, en los principales bastiones del? PT

De todos modos, la crisis econ¨®mica es un pretexto para que la gente se sume a los actos, opinan los organizadores. ¡°Estamos viendo ahora los efectos de las principales pol¨ªticas del PT en los ¨²ltimos a?os¡±, dice Rogerio Chequer. ¡°El aislamiento de Brasil, el descontrol de la inflaci¨®n y la elevaci¨®n de las tasas de inter¨¦s, el exceso de gastos p¨²blicos... todo esto no es una coincidencia¡±, dice. A causa del descontento con la econom¨ªa, los l¨ªderes creen que el perfil econ¨®mico y social de los manifestantes puede cambiar. ¡°Es un proceso gradual, pero ya estamos observando la participaci¨®n de las clases m¨¢s populares en las manifestaciones¡±, dice Chequer.

El polit¨®logo David Fleischer comparte esta opini¨®n. ¡°El descontento de la poblaci¨®n ha crecido. La situaci¨®n econ¨®mica es mucho peor desde abril [fecha de la ¨²ltima manifestaci¨®n], y el descontento es mucho mayor que en junio de 2013¡±, dice, citando las primeras protestas populares de la Era del PT, hace dos a?os. Sin embargo, en aquel momento, la furia popular era generalizada contra la pol¨ªtica y contra el coste de las obras del Mundial de F¨²tbol. Adem¨¢s, se ped¨ªa la reducci¨®n del precio de la tarifa de los autobuses urbanos.

Renato Meirelles cree que el problema de la econom¨ªa est¨¢ aumentando y podr¨ªa fomentar la adhesi¨®n a las protestas, pero solo en teor¨ªa. ¡°El descontento econ¨®mico alcanza a todos los sectores de la poblaci¨®n. Pero, en la pr¨¢ctica, depende de la capacidad de la oposici¨®n de proponer algo que vaya m¨¢s all¨¢ de un proceso de destituci¨®n¡±, dice.

Cunha anunci¨® la ruptura con el Gobierno hace un mes, cuando el testimonio del informante que lo acusa de pedir sobornos se hizo p¨²blico

El Gobierno, por ahora, hace el seguimiento de la cuesti¨®n. El Palacio del Planalto teme que los actos crezcan en el interior de Brasil y, sobre todo, en el noreste, basti¨®n hist¨®rico de los votantes del PT. Con el Gobierno en la cuerda floja, el ruido de las calles puede inflamar a sus opositores y llevar adelante el proceso de destituci¨®n, justo despu¨¦s del an¨¢lisis de las cuentas p¨²blicas del Gobierno Dilma. Si el Tribunal de Cuentas de la Uni¨®n (TCU) las rechaza, allanar¨¢ el camino de la solicitud de proceso de destituci¨®n en el Congreso.

Esta semana, sin embargo, se abrieron nuevos caminos en esta historia. En primer lugar, el TCU, que deber¨ªa tener un veredicto final la semana que viene, decidi¨® ampliar el plazo para que el gobierno aclare las ¡°pedaladas¡±. Este jueves, el Supremo Tribunal Federal dictamin¨® que las cuentas presidenciales tendr¨¢n que ser analizadas en sesiones de la C¨¢mara y del Senado, no solo por parte de los diputados. De ese modo, quien deber¨¢ poner esas votaciones en la agenda ser¨¢ Renan Calheiros (PMDB-AL), que hizo un acuerdo de caballeros con el Gobierno por el bien de la estabilidad.

Hasta entonces, le corresponder¨ªa al presidente de la C¨¢mara, Eduardo Cunha, dirigir ese tr¨¢mite. Cunha anunci¨® la ruptura con el Gobierno hace un mes, cuando el testimonio del informante que lo acusa de pedir sobornos se hizo p¨²blico. El diputado culp¨® al Planalto de esa maniobra, que habr¨ªa expuesto su nombre p¨²blicamente. Tanto Cunha como Calheiros est¨¢n en la lista de pol¨ªticos investigados en la operaci¨®n Lava Jato, que ha provocado un terremoto en el mundo pol¨ªtico brasile?o.