Rousseff afronta otra protesta masiva para pedir su destituci¨®n

El malestar social que vive Brasil por la crisis econ¨®mica y los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n que salen a luz a diario se plasm¨® este domingo, por tercera vez este a?o, en las calles de 150 ciudades brasile?as. Miles de ciudadanos mayoritariamente de las clases medias, muchos vestidos de verde y amarillo, salieron a la calle para protestar contra el Gobierno de Dilma Rousseff y su formaci¨®n, el Partido de los Trabajadores (PT). Reclamaban el fin de la corrupci¨®n y exig¨ªan que la presidenta dejara su cargo. Los gritos ¡°?fuera Dilma!¡±, ¡°?fuera Lula!¡± y ¡°?fuera PT!¡± se esucharon en todo el pa¨ªs.

Pese a todo, las protestas contra el Gobierno ¡ªRousseff solo lleva ocho meses en este segundo mandato¡ª han perdido fuelle respecto a las que se celebraron el 15 de marzo y el 12 de abril. No hay datos firmes, pero el c¨¢lculo informal de la Polic¨ªa Militar es de unos 800.000 participantes en las manifestaciones en todo el pa¨ªs.

Las protestas fueron convocadas en 257 ciudades a trav¨¦s de las redes sociales por los principales movimientos populares opositores al Gobierno, sobre todo Vem Pra Rua (Ven a la Calle) y Movimiento Brasil Livre (Movimiento Brasil Libre, MBL). Esos grupos, aunque proclaman la lucha contra la corrupci¨®n como tema central para derrocar al Gobierno, han evitado presionar a involucrados en las denuncias de corrupci¨®n, como el presidente de la C¨¢mara, Eduardo Cunha. Se sospecha que Cunha haya aceptado sobornos de cinco millones de d¨®lares de proveedores de Petrobras. ¡°Tenemos prioridades. En este momento, es la destituci¨®n de Rousseff¡±, dijo Fabio Ostermann, uno de los l¨ªderes del MBL, de agenda ultraliberal y conservadora.

Todas las encuestas aseguran que la mayor¨ªa de los brasile?os desean la destituci¨®n de la presidenta, cuyo nivel de aprobaci¨®n est¨¢ en el 8%. Pero tambi¨¦n es cierto que los brasile?os ya no est¨¢n tan seguros sobre la eficacia de tumbar a la presidenta, seg¨²n coinciden los expertos. No se sabe qu¨¦ puede ofrecer el vicepresidente, Michel Temer, o la oposici¨®n, liderada por el Partido de la Social Democracia Brasile?a (PSDB), del senador A¨¦cio Neves, que perdi¨® las elecciones del pasado octubre frente a Rousseff. El pesimismo es un¨¢nime y generalizado.

¡°Que intervenga el Ej¨¦rcito¡±

Aun as¨ª, son muchos los que quieren aprovechar los actos de hoy para al menos expresar su indignaci¨®n contra la corrupci¨®n y contra el Gobierno. De hecho, en varias ciudades abundaron las camisetas y los carteles elogiando al juez S¨¦rgio Moro, que lidera las investigaciones de la operaci¨®n Lava Jato sobre una enorme red corrupta en la estatal Petrobras.

S?o Paulo una vez m¨¢s lider¨® las protestas en todo el pa¨ªs. Seg¨²n el instituto Datafolha, 135.000 personas acudieron a la manifestaci¨®n en la Avenida Paulista, la mayor de todas. En el acto de marzo, acudieron 210.000 manifestantes y en el de abril, 100.000, seg¨²n el mismo instituto. Ya se escuchaba en las calles, desde antes de que empezara la manifestaci¨®n, gritos de ¡°?El PT nos ha robado!¡±. ¡°Estamos aqu¨ª para expresar nuestra indignaci¨®n por la corrupci¨®n¡±, se quej¨® Silvana, de 33 a?os. ¡°No podemos quedarnos callados. Hay que llenar las calles¡±.

En la capital, Brasilia, se han manifestado 25.000 personas. Muchos de los asistentes ped¨ªan la privatizaci¨®n de todos los organismos p¨²blicos. ¡°Robaron Petrobras, que ahora est¨¢ en p¨¦rdidas. Si pudiera, privatizar¨ªa hasta el Gobierno¡±, dec¨ªa uno de los asistentes, el jubilado Josu¨¦ Gomes.

Mientras, unas 10.000 personas formaron un mar verde y amarillo que se movilizaba en la playa de Copacabana de R¨ªo de Janeiro. La mayor¨ªa ped¨ªa la destituci¨®n. Algunos hasta reclamaban una intervenci¨®n militar. ¡°Necesitamos una intervenci¨®n del Ej¨¦rcito para eliminar a todos y cerrar la C¨¢mara y el Senado¡±, dijo la profesora Teresinha Vitorin, de 53 a?os.

Con informaci¨®n de Afonso Benites, Mar¨ªa Martin y Marina Rossi.