No hay libertad de prensa sin transparencia
Las leyes de acceso no son suficientes, los periodistas juegan un papel clave para procesar y poner en valor toda la informaci¨®n
La promulgaci¨®n, en Paraguay, de la Ley de Libre Acceso a la Informaci¨®n P¨²blica y Transparencia Gubernamental, es una luz de esperanza en Latinoam¨¦rica para un mundo m¨¢s libre y sin corrupci¨®n.
La corrupci¨®n es la invitada de lujo en la sociedad actual y se sienta en la mesa de hu¨¦spedes de igual forma con presidentes del gobierno, pol¨ªticos y empresarios. La prensa, que no es invitada en esta cena especial, lucha por denunciar dicha corrupci¨®n, pero su labor se ve afectada cuando no tiene la posibilidad de acceder a las fuentes p¨²blicas de informaci¨®n.
El primer caso de una ley de transparencia data de 1766, cuando Suecia se convirti¨® en el primer pa¨ªs del mundo que reconoci¨® y regul¨® con una ley espec¨ªfica el derecho fundamental de acceso a la informaci¨®n p¨²blica.
Pero el m¨¢s significativo y conocido es el caso de Estados Unidos, que en 1966 aprob¨® el acta de la libertad de informaci¨®n (Freedom of Information Act). Esta ley fue la culminaci¨®n de un proceso que se inici¨® en 1946, con el acta de procesos administrativos, que trataba de aclarar y proteger para los ciudadanos el derecho a la informaci¨®n p¨²blica. Despu¨¦s, en 1976, se aprob¨® la Sunshine Act, que exig¨ªa que todas las reuniones de organismos gubernamentales fueran abiertas al p¨²blico y la prensa. En el ¨²ltimo a?o, el Departamento de Estado recibi¨® nada menos que 18.670 solicitudes de informaci¨®n, que demuestra como el p¨²blico pone en vigencia un derecho adquirido.
Las leyes de transparencia parten de la premisa que el due?o de la informaci¨®n p¨²blica no es el gobierno, sino el pueblo que elige a sus gobernantes
Esto demuestra la necesidad de las leyes de acceso y de transparencia, que parten de la premisa que el due?o de la informaci¨®n p¨²blica no es el gobierno, sino el pueblo que elige a sus gobernantes y le ordene que administre esta informaci¨®n. O sea los empleados p¨²blicos est¨¢n obligados, como parte de sus funciones, a divulgar la informaci¨®n incluyendo informes de auditor¨ªas, contratos, viajes oficiales, estudios de impacto ambiental, tareas y salarios de los funcionarios p¨²blicos entre muchas otras informaciones de inter¨¦s p¨²blico.
La lucha contra el enriquecimiento il¨ªcito y el abuso de las franquicias oficiales, entre tantas denuncias de corrupci¨®n, tendr¨ªan un mejor resultado si hubieran leyes de acceso y transparencia que beneficiar¨ªan al pueblo y mejorar¨ªan la manoseada igualdad social.
Pero las leyes de transparencia en si mismas no son suficientes, la prensa debe jugar un papel clave para procesar e interpretar toda esta informaci¨®n y ponerla en valor para la opini¨®n p¨²blica. De esta manera, la sociedad, podr¨¢ librar una batalla efectiva contra la corrupci¨®n.
Julio E. Mu?oz es Profesor Visitante en el College of Law de American University, en Washington, DC
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.