Sacar la frontera del juego de Nicol¨¢s
No somos los colombianos exportadores de pobreza a Venezuela, pero nuestra frontera s¨ª vive un problema may¨²sculo
Hace pocos d¨ªas un analista dijo que no se sab¨ªa si el que hablaba era Donald Trump o Nicol¨¢s Maduro cuando a migrantes colombianos se refiere. Tiene raz¨®n, pero no es tan dif¨ªcil distinguirlos. A pesar de sus delirios, uno habla como candidato desde una especie de bipolaridad nazi que seduce a los medios y el otro desde la dictadura que ha instaurado en Venezuela. A este ¨²ltimo, es al que me quiero referir.
Esta semana se conoci¨® por CNN la situaci¨®n que viven los presos pol¨ªticos en las c¨¢rceles de Caracas. Pasadas unas horas, se supo que la escasez de alimentos llegaba a su punto m¨¢s grave. Cuarenta y ocho horas despu¨¦s Nicol¨¢s Maduro orden¨® el cierre de la frontera con Colombia tras el ataque a una patrulla de la guardia venezolana por contrabandistas en San Antonio del T¨¢chira, ubicado en uno de los puntos m¨¢s movidos de los 2.219 kil¨®metros de frontera que compartimos. Ello a 12.5 kil¨®metros de C¨²cuta, donde m¨¢s se comercializan la gasolina a un precio 10 veces menor que en Colombia y cientos de productos y alimentos de contrabando.
Maduro dijo que el ¨¦xodo colombiano a su pa¨ªs es comparable con el de los africanos y asi¨¢ticos que llegan a Europa por el Mediterr¨¢neo
Maduro dijo entonces que el ¨¦xodo colombiano a su pa¨ªs es comparable con el de los africanos y asi¨¢ticos que llegan a Europa por el Mediterr¨¢neo huyendo de la violencia. Y que llegaban a Venezuela para llevarles la miseria y la violencia como si su sistema asistencialista y la prosperidad que le ha dado a su pueblo, fuera la raz¨®n para que miles de colombianos decidieran ir a Venezuela. No dijo, sin embargo, que construy¨¦ramos un muro como propuso Trump para los mexicanos pero poco le falt¨®. Maduro sabe perfectamente que de los 315 mil colombianos reportados por las autoridades migratorias, 270 mil han salido por turismo. Y solo 8 mil colombianos se han quedado en su territorio.
Y en cambio de Venezuela a Colombia llegan a trabajar a C¨²cuta en diversos oficios cientos de venezolanos. Con un solo fin de semana de este lado, logran recibir casi tres salarios m¨ªnimos de lo que obtendr¨ªan en su pa¨ªs.
Nos hemos vuelto expertos analistas del Castro-chavismo, sobrediagnosticando a los que muchos llaman un dictador en apuros, explicando que es la reacci¨®n natural de un pol¨ªtico fracasado que busca en sus vecinos al culpable cuando se acerca el proceso electoral del 6 de diciembre y deber¨¢ enfrentar una inflaci¨®n sin control, la olla raspada de PDVSA, la censura visibilizada de su odio por la libertad de prensa, la solidaridad de ex mandatarios del mundo, mas no de los actuales, con los presos pol¨ªticos, pero la realidad es que de las elecciones en Venezuela y de su presidente deben ocuparse los venezolanos, as¨ª como nosotros tenemos que ocuparnos de nuestra frontera.
No somos los colombianos exportadores de pobreza a Venezuela. No es comparable la migraci¨®n de colombianos al vecino pa¨ªs con la crisis humanitaria de las costas europeas. Eso es delirio. Pero nuestra frontera s¨ª vive un problema may¨²sculo y lo ha planteado claramente la canciller Mar¨ªa ?ngela Holgu¨ªn cuando recuerda que las fuerzas militares hacen un trabajo excepcional pero que m¨¢s de 150 trochas y caminos por donde se alimenta el contrabando son imposibles de controlar con un vecino como el que tenemos. Y sin embargo, la situaci¨®n de la frontera lleva as¨ª d¨¦cadas, mucho antes de la aparici¨®n de Maduro, y los responsables son los sucesivos gobiernos colombianos.
No aceptarlo es comportarnos igual que Nicol¨¢s Maduro, buscando responsables en la puerta de al lado. Mirando la paja en el ojo ajeno. La mayor informalidad laboral de Colombia sigue estando en C¨²cuta: m¨¢s del 72 por ciento. Y el desempleo llega al 14 siendo la segunda ciudad de Colombia con cifra de dos d¨ªgitos. La criminalidad crece en la zona del Catatumbo donde adem¨¢s se esconde al¨ªas Megateo, quien ahora result¨® ser el capo de capos o por lo menos el m¨¢s perseguido. Estados Unidos ofrece 5 millones de d¨®lares por informaci¨®n que permita su captura.
Zona de hist¨®rica influencia guerrillera y paramilitar y de una corrupci¨®n que baja de la Guajira impregnando todo el paso lim¨ªtrofe. Secuestro expr¨¦s y extorsi¨®n son los delitos m¨¢s comunes. Fuentes oficiales reportan 74 casos de tr¨¢fico de personas en 2014. La inversi¨®n del gobierno Santos ha sido sin duda enorme, quiz¨¢ la m¨¢s grande en a?os, pero el atraso lleva d¨¦cadas y d¨¦cadas. Y los pol¨ªticos de la zona siguen reproduci¨¦ndose y aumentando su caudal electoral, impunes, como Nicol¨¢s Maduro.
Diana Calderon es directora de Informativos y Hora 20 de Caracol Radio en Colombia @Dianacalderonf
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.