Oposici¨®n desde el interior

La dimisi¨®n del primer ministro griego Alexis Tsipras marc¨® la primera acci¨®n de una convocatoria electoral anunciada. Syriza logr¨® ascender al poder combinando dos reivindicaciones sociales, en apariencia contradictorias: la permanencia de Grecia en la zona del euro y el final de los rescates y la austeridad. Esta contradicci¨®n sirvi¨® durante la campa?a electoral de enero para articular un discurso pol¨ªtico alternativo, pero una vez que Syriza lleg¨® al poder tuvo un efecto boomerang. Es decir, ya en el Gobierno, tuvo que enfrentarse con la realidad europea y solucionar esta contradicci¨®n primordial. La firma del tercer rescate dio una soluci¨®n hacia el extranjero, dando prioridad a la permanencia de Grecia en la zona euro, pero al mismo tiempo abri¨® la caja de Pandora en el seno de Syriza, puesto que una parte importante del partido cre¨ªa que la soluci¨®n pasar¨ªa por la opci¨®n contraria. En este sentido, los acontecimientos actuales podr¨ªan ser vistos como la consecuencia de esta contradicci¨®n principal.

Ya desde hace tiempo, la convocatoria de elecciones anticipadas aparec¨ªa como una posible soluci¨®n pol¨ªtica para resolver la contradicci¨®n o la incoherencia entre la ret¨®rica de la campa?a electoral, el no del plebiscito y la realidad que supone el tercer rescate. Una contradicci¨®n que cruza no s¨®lo el seno de Syriza sino la misma sociedad griega.

La coyuntura de la renuncia de Tsipras no es para nada aleatoria. Es el momentum en que se ha logrado el desembolso de una parte importante del dinero del rescate sin notarse todav¨ªa las consecuencias econ¨®micas impopulares que supondr¨¢ la aplicaci¨®n de estas medidas.

La maniobra de Tsipras parece que quer¨ªa cumplir una meta adicional. Sorprender a los disidentes de su partido, la Plataforma de Izquierdas. No obstante, esta facci¨®n consigui¨® sorprender primero a Tsipras, formando un frente pol¨ªtico nuevo, la Unidad Popular. De esta forma el grupo parlamentario de Lafazanis se convierte en el tercero m¨¢s importante de la C¨¢mara y as¨ª tiene derecho al mandato exploratorio que prev¨¦ la Constituci¨®n griega. Obviamente, la Unidad Popular no podr¨¢ conseguir formar un Ejecutivo, como tampoco Nueva Democracia, pero le servir¨¢ para aprovecharse de los privilegios de los partidos con representaci¨®n parlamentaria de cara a las futuras elecciones.

Syriza todav¨ªa lidera las preferencias de voto seg¨²n las ¨²ltimas encuestas. No obstante, la verdadera apuesta es obtener la mayor¨ªa absoluta. Parece que Griegos Independientes (ANEL) est¨¢ dispuesto a servir de apoyo en este caso. En el caso de que Syriza sea el partido m¨¢s votado aun sin la mayor¨ªa absoluta, siempre habr¨¢ la contingencia de una coalici¨®n con los partidos proeuropeos, Nueva Democracia, To Potami o el Pasok. Esta ser¨ªa la soluci¨®n ideal para Bruselas, puesto que de esta forma se ampliar¨ªa el apoyo al programa de asistencia financiera. Sin embargo, Syriza ha descartado en el pasado cualquier posibilidad de coalici¨®n con ellos. Si el partido de Lafazanis entra en el Parlamento, cosa bastante probable, Syriza se encontrar¨¢ en la situaci¨®n in¨¦dita de tener que enfrentarse a una oposici¨®n de izquierdas procedente de su interior.

Magda Fitili es polit¨®loga (Universidad de Atenas / Universidad Aut¨®noma de Madrid). Konstantinos Tsalakos es periodista.