Cuatro a?os de guerra estrangulan la econom¨ªa de millones de sirios
Caen los salarios, se disparan los precios hasta un 600% y se deprecia la divisa local
Siria est¨¢ exhausta tras cuatro a?os de guerra. El pa¨ªs ha quedado dividido en varios frentes. Yihadistas, facciones islamistas y remanentes de lo que fuera el rebelde Ej¨¦rcito Libre Sirio se disputan el terreno, al tiempo que se lo disputan a las tropas de Bachar el Asad. Y ello con el consiguiente movimiento forzoso de poblaci¨®n. Es la peor crisis humanitaria desde la II Guerra Mundial, cuatro millones de personas malviven como refugiados en pa¨ªses vecinos y ocho son desplazados internos. Hanna, vecina de Damasco, de 28 a?os, dejar¨¢ su pa¨ªs el 10 de septiembre. Tiene motivos: ¡°Mi hija de cuatro a?os es capaz ya de diferenciar entre el lanzamiento y la ca¨ªda de un [proyectil de] mortero. Quiero un futuro mejor para ella y para m¨ª¡±.
Hanna ¡ªpseud¨®nimo con el que prefiere que se le nombre¡ª es licenciada en turismo. ¡°Mi sueldo era de 150 euros, hoy se ha quedado en un tercio¡±, se lamenta. Mientras habla, retumban los bombardeos. Bajo la guerra, 23 millones de sirios sufren tambi¨¦n los efectos de una econom¨ªa marchita y embargada. ¡°Estamos exhaustos¡±, se?ala esta damascena, ¡°no es solamente afrontar la muerte a diario, ya sea por los combates, los barriles bomba, o los morteros. Es psicol¨®gicamente insoportable¡±. Los precios han subido entre un 300 y un 600%. La divisa local se ha depreciado de las 45 libras por euro del inicio de la guerra hasta las actuales 280.
El fin de la guerra no parece asomarse. ¡°No hay una soluci¨®n pol¨ªtica o estrategia internacional para Siria¡±, opina el analista estadounidense Joshua Landis. ¡°Tan s¨®lo el repetido discurso de ¡®El Asad tiene que irse¡¯. Pero el Estado Isl¨¢mico (EI) y una oposici¨®n cada d¨ªa m¨¢s islamizada no va a pararse a las puertas de Damasco si El Asad se va¡±, a?ade. M¨¢s optimista se mostraba este mi¨¦rcoles el presidente sirio, que declaraba en BBC sentirse ¡°confiado ante el apoyo continuo de Rusia e Ir¨¢n¡±.
No obstante, y tras perder a 50.000 hombres, el Asad admit¨ªa recientemente la falta de efectivos para defender el territorio. ¡°La superioridad a¨¦rea es la mejor baza de la que dispone¡±, explica Thomas Pierret, analista y profesor de la Universidad de Edimburgo.
Tanto las negociaciones de Ginebra como las de Mosc¨² han ca¨ªdo en saco roto, incapaces de sentar en una misma mesa al r¨¦gimen y a la oposici¨®n. En el intento, dos enviados especiales de la ONU han tirado la toalla. Los rebeldes permanecen descoordinados, la oposici¨®n en el exilio desconectada y el Gobierno sirio anclado en su discurso de ¡°lucha contra el terrorismo¡±.
M¨¢s y mejores armas
Al tiempo que la v¨ªa pol¨ªtica se estanca, la escalada b¨¦lica prosigue. ¡°M¨¢s, m¨¢s grandes y mejores¡±, dice Landis de la inyecci¨®n de armas en la guerra. Aprovechando los avances en las negociaciones nucleares con Estados Unidos, Ir¨¢n intenta impulsar junto a Rusia una tercera fase de negociaciones que reavive la iniciativa de Ginebra.
Y el espacio a¨¦reo se antoja cada d¨ªa m¨¢s frecuentado. La aviaci¨®n norteamericana bombardea posiciones del EI, y comparte cielo con la siria que ataca las zonas rebeldes. A ellos se sumaba el mes pasado la turca que daba su primer paso para reducir el tr¨¢nsito de yihadistas en su frontera, al tiempo que bombardeaba al EI. ¡°Turqu¨ªa est¨¢ aterrorizada ante el progreso de los kurdos en su frontera sur, de ah¨ª que haya decidido intervenir¡±, interpreta Pierret.
Cuatro a?os despu¨¦s de desencadenada la guerra, m¨¢s de 230.000 sirios han perdido la vida, seg¨²n activistas en el terreno. Barrios enteros de la capital se vac¨ªan de j¨®venes reci¨¦n licenciados, que ponen pies en polvorosa contratando a traficantes para alcanzar Europa. Otros resisten, como Munir S.: ¡°?Abandonar¨ªas a tu madre si est¨¢ enferma? Siria est¨¢ enferma, pero no pienso irme y dejar mi casa a unos embrutecidos con barba¡±
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