El sector educativo echa un pulso al Gobierno de Uruguay
V¨¢zquez propone unos presupuestos en los que aumenta el gasto p¨²blico en 470 millones
El presidente uruguayo, Tabar¨¦ V¨¢zquez, enfrenta una crisis interna por las divisiones de la coalici¨®n izquierdista de Frente Amplio, que lidera, y un paro intermitente de los sindicatos de la ense?anza, que dura ya dos semanas. La protesta del sector de la educaci¨®n eclipsa la presentaci¨®n ante el Parlamento de un proyecto de presupuesto que ser¨ªa la envidia de muchos pa¨ªses porque incluye un aumento de los gastos e inversiones en sectores clave para el desarrollo del pa¨ªs.
Pero el presidente Tabar¨¦ V¨¢zquez no est¨¢ para celebraciones. El dirigente ha arrancado la semana teniendo que retirar un pol¨¦mico decreto para obligar a los profesores de ense?anza b¨¢sica y secundaria a acudir a las aulas. La vuelta atr¨¢s ha venido precedida de una crisis que ha dividido a la coalici¨®n gubernamental (Frente Amplio) e incluso al Gobierno. Hasta tal punto que el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, se neg¨® a utilizar la fuerza para garantizar las clases y la mayor¨ªa de los diputados oficialistas firmaron adem¨¢s una petici¨®n pidiendo la retirada del decreto por considerarlo un atentado contra el derecho a huelga.
El Gobierno uruguayo propone que las 20 horas semanales de clase sean remuneradas con 25.000 pesos mensuales (unos 700 d¨®lares)
Los sindicatos exigen que se destine el 6% del PIB a la ense?anza (est¨¢ previsto que en 2016 se alcance el 4,7%) y un aumento de los sueldos. Reforzados e indignados con el Gobierno, los profesores se disponen a decidir si mantienen sus convocatorias de huelga mientras negocian con el Ministerio de Educaci¨®n. La cuesti¨®n de los salarios de la ense?anza se ha convertido en un debate nacional, tanto en la prensa como en las redes sociales y las conversaciones familiares.
?Ganan pocos los profesores uruguayos? El seguimiento de los debates en Facebook es de lo m¨¢s revelador: una profesora publica indignada cuelga su n¨®mina en la red social y provoca una cascada de comentarios, desde aquellos que consideran que es una miseria en un contexto de fuerte inflaci¨®n (alrededor del 7% anual) hasta los m¨¢s ir¨®nicos que trabajan en el privado y se consideran en desventaja tanto en sueldos como en condiciones laborales.
El Gobierno propone que las 20 horas semanales de clase sean remuneradas con 25.000 pesos mensuales (unos 700 d¨®lares), un aumento progresivo hasta 2020, y los sindicatos quieren que se llegue a los 30.000 pesos (unos 1.000 d¨®lares). Esos 5.000 pesos se han convertido en un abismo entre los ense?antes, electorado tradicional de la izquierda y el Gobierno.
M¨¢s inversiones
Nadie habla sin embargo en Uruguay del presupuesto, que inici¨® el pasado lunes un tr¨¢mite parlamentario para aumentar el gasto p¨²blico previsto para 2016 y 2017 de un total de 470 millones de d¨®lares, una cantidad importante en un pa¨ªs de 3,3 millones de habitantes. La ambici¨®n del presidente Tabar¨¦ V¨¢zquez y de sus ministros es conseguir que el pa¨ªs rioplatense d¨¦ el salto definitivo al mundo desarrollado en el pr¨®ximo quinquenio. Y el proyecto insignia del Gobierno tiene un nombre tan burocr¨¢tico que nadie parece apropi¨¢rselo. Sin embargo, el llamado ¡°sistema de cuidados¡± implica la apertura de guarder¨ªas p¨²blicas, inexistentes ahora, para favorecer la incorporaci¨®n de las mujeres al mercado laboral. Tambi¨¦n establece una protecci¨®n para los discapacitados y las personas mayores que actualmente son los colectivos (junto a los ni?os) m¨¢s desprotegidos de Uruguay.
El presupuesto incluye tambi¨¦n importantes inversiones en infraestructuras, para facilitar el trabajo en las zonas m¨¢s productivas del pa¨ªs con la reparaci¨®n de las carreteras, la ampliaci¨®n de los puertos, actualmente saturados, y la mejora de la situaci¨®n ruinosa del ferrocarril, entre otros. Est¨¢ previsto tambi¨¦n que aumente la partida para la educaci¨®n que, seg¨²n el ministro de Econom¨ªa, Danilo Astori, se ir¨¢ incrementando hasta llegar al 6% del PIB en 2019. Pero faltan esos 5.000 pesos que se han convertido en la pesadilla del Gobierno.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.