La CPI juzga a Bosco Ntaganda, el ¡®Terminator¡¯ congole?o
Est¨¢ acusado de cr¨ªmenes de guerra y contra la humanidad por violaciones, esclavismo sexual y haber reclutado ni?os soldado
Ruand¨¦s de la etnia tutsi de nacimiento, pero de nacionalidad congole?a, el exl¨ªder guerrillero Bosco Ntaganda comparece este mi¨¦rcoles ante la Corte Penal Internacional (CPI) acusado de 18 cargos de cr¨ªmenes de guerra y contra la humanidad perpetrados en la regi¨®n de Ituri (al noreste de la Rep¨²blica Democr¨¢tica de Congo). Entre 2002 y 2003, el que fuera comandante de milicias rebeldes, y tambi¨¦n de fuerzas gubernamentales en Ruanda y Congo, alist¨® ni?os soldado para que combatieran en las filas de las Fuerzas Patri¨®ticas para la Liberaci¨®n de Congo, brazo armado de la Uni¨®n de Patriotas Congole?a.
Los miembros de este movimiento rebelde son de la comunidad Hema, y seg¨²n los fiscales, Ntaganda y sus hombres participaron en violaciones y asesinatos del grupo rival, los Lendu. El pillaje de sus bienes y el esclavismo sexual de sus mujeres y ni?as aparece tambi¨¦n en el pliego acusatorio. Apodado ¡°Terminator¡± por la ferocidad de sus m¨¦todos, su jefe directo, el tambi¨¦n congole?o Thomas Lubanga, fue condenado en 2012 por la propia Corte a 14 a?os de c¨¢rcel por cr¨ªmenes similares.
Horas antes de la apertura del juicio, Ntaganda hizo saber a trav¨¦s de su abogado que ¡°mantiene su inocencia, se encuentra bien y est¨¢ dispuesto a presentar una defensa firme para limpiar su nombre de todos y cada uno de los cargos que le atribuyen¡±.
Por su parte, Fatou Bensouda, fiscal jefe de la CPI, record¨® que no se trata de sentar en el banquillo ¡°a una etnia u otra, sino a un individuo que aprovech¨® las tensiones ¨¦tnicas en beneficio propio para ganar poder y dinero y cometi¨® en ese empe?o cr¨ªmenes atroces¡±. ¡°Ahora se trata de Ntaganda, pero Sylvestre Maducumura tambi¨¦n debe ser detenido por los delitos que asimismo le atribuimos, cometidos a su vez en Kivu¡±, dijo la jurista. Antiguo jefe de las Fuerzas Democr¨¢ticas para la Liberaci¨®n de Ruanda, Maducumura sigue en rebeld¨ªa y fue comandante de la Guardia Presidencial durante el genocidio de 1994. La Corte le acusa de ataques a civiles entre 2009 y 2010.
De momento, la atenci¨®n se centra en Ntaganda, cuya biograf¨ªa mezcla episodios en la guerrilla con otros vistiendo el uniforme del Ej¨¦rcito de la Rep¨²blica Democr¨¢tica de Congo, donde alcanz¨® el rango de general. La CPI pidi¨® su arresto en 2006. Hace tres a?os, cuando le reclam¨® de nuevo, era un renegado que supuestamente controlaba el tr¨¢fico ilegal en la zona minera de Kivu (este del pa¨ªs). All¨ª hay yacimientos de oro, colt¨¢n (usado en los condensadores de equipos electr¨®nicos), tungsteno, diamantes y turmalina, y Naciones Unidas sostiene que mont¨® un lucrativo negocio il¨ªcito recaudando impuestos.
En el momento ¨¢lgido de su carrera, cuando era general, ten¨ªa 50.000 soldados a sus ¨®rdenes y dispon¨ªa de propiedades en Goma, la capital de Kivu. Reclamado desde 2006 por la justicia internacional, en 2013 se entreg¨® en la Embajada de Estados Unidos en la capital ruandesa, Kigali. En ese momento, su situaci¨®n era muy dif¨ªcil: pr¨®fugo y con una orden de arresto pendiente, escapaba a su vez de las disputas internas de su grupo armado, el M23.
Aunque el Gobierno congole?o anunci¨® que deseaba juzgarlo a domicilio, ¨¦l pidi¨® ser extraditado a La Haya, sede de la CPI. Temiendo por su vida, prefiri¨® afrontar un juicio en la ¨²nica instancia permanente que persigue el genocidio y los cr¨ªmenes de guerra y contra la humanidad. Sobre todo porque no incluye la pena de muerte en su reglamento.
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