Los asilados y la promoci¨®n de la democracia

Ante la crisis humanitaria por el arribo masivo de inmigrantes que piden asilo, los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea act¨²an precipitadamente detr¨¢s de los acontecimientos. Era previsible que en alg¨²n momento la guerra civil en Siria generara esta corriente humana en busca de refugio, y la espiral de atrocidades sigue en aumento por la barbarie del ISIS. Pa¨ªses como Hungr¨ªa han optado por cerrarse, apart¨¢ndose a¨²n m¨¢s de los principios democr¨¢ticos y humanistas que inspiran a la Uni¨®n Europea. Otros, tomando conciencia de la dimensi¨®n de la tragedia y atentos a c¨®mo est¨¢ impactando en la opini¨®n p¨²blica, han resuelto abrir las puertas a los refugiados.

Los extremistas islamistas buscan despertar miedo en la opini¨®n p¨²blica europea cuando afirman que, entre los refugiados, tambi¨¦n est¨¢n yendo sus militantes para cometer atentados. Y el miedo es el arma m¨¢s poderosa: saben que los partidos xen¨®fobos y nacionalistas antisistema utilizar¨¢n este discurso para atizar contra todos los inmigrantes, sin distinciones, con lo que los refugiados quedan atrapados en un limbo de desesperaci¨®n.

Los extremistas islamistas buscan despertar miedo en la opini¨®n p¨²blica europea

A la llegada de miles de refugiados, la Uni¨®n Europea debe transformarla en una oportunidad para la paz y la promoci¨®n de los valores democr¨¢ticos. Porque adem¨¢s de brindar la asistencia humanitaria de salud, vivienda, alimentaci¨®n y ropa, puede brindar el conocimiento y la experiencia de c¨®mo funcionan las democracias de Occidente. Es urgente subrayar que las democracias europeas son pr¨®speras y pac¨ªficas porque tienen instituciones democr¨¢ticas y liberales que protegen y alientan el desenvolvimiento de sus ciudadanos, generando riqueza y bienestar.

Cuando la Uni¨®n Sovi¨¦tica invadi¨® Afganist¨¢n en diciembre de 1979, comenz¨® una gran oleada migratoria de refugiados hacia Pakist¨¢n, fundamentalmente de origen pasht¨²n, y all¨ª vivieron en campos durante m¨¢s de un decenio. Lejos de su tierra, en un ambiente de extra?amiento y precariedad, se fue gestando el embri¨®n de los talib¨¢n, esos ¡°estudiantes¡± de la versi¨®n muy singular del Islam del Mullah Omar, que luego tom¨® el poder en Afganist¨¢n en 1996. A esos campos de asilados llegaron concepciones extremistas que luego se implantaron en el r¨¦gimen teocr¨¢tico, opresivo y destructivo que rigi¨® hasta 2001, y que a¨²n sigue teniendo adeptos en ambos lados de la L¨ªnea Durand, la porosa frontera que separa a Afganist¨¢n y Pakist¨¢n.

Ignoramos cu¨¢nto tiempo durar¨¢ la guerra civil en Siria. Los refugiados, que llegan buscando sobrevivir con sus familias, necesitan de una ayuda urgente e inmediata como frazadas, una comida caliente y medicamentos, pero tambi¨¦n las herramientas conceptuales y conocimientos pr¨¢cticos para retornar a su pa¨ªs cuando termine el enfrentamiento b¨¦lico.

La Uni¨®n Europea puede hacer una contribuci¨®n de enorme valor si difunde y prepara a estos asilados en los valores de la democracia, la libertad, el pluralismo, la diversidad y el respeto; si logra que incorporen los principios que sustentan al Estado de Derecho. Y, adem¨¢s, de los conocimientos t¨¦cnicos y profesionales que contribuyan a la reconstrucci¨®n de Siria, a fin de convertir a este pa¨ªs en un oasis de paz y prosperidad.

Es la oportunidad hist¨®rica para impulsar valores de car¨¢cter universal, que son cada vez m¨¢s aceptados y observados por pa¨ªses de distintas latitudes. De estos refugiados pueden surgir los l¨ªderes democr¨¢ticos, emprendedores, maquinistas, m¨¦dicos, ingenieros, t¨¦cnicos, maestros de escuela, carpinteros, constructores y alba?iles que trabajen por una sociedad abierta y pac¨ªfica.

Ricardo L¨®pez G?ttig es Doctor en Historia y consejero acad¨¦mico de CADAL (Centro para la Apertura y el Desarrollo de Am¨¦rica Latina). Twitter @lopezgottig