Cuando no salvas ni la bandera
Tsipras se ha quedado sin programa, ni lema, ni bandera. Ya nadie discute en Grecia sobre la austeridad
El balance pol¨ªtico de Syriza, tras apenas siete meses de Gobierno, es, fr¨ªamente considerado y lejos de cualquier pasi¨®n, menos que raqu¨ªtico.
El joven y prometedor equipo rupturista de Alexis Tsipras roz¨® el 25 de enero la mayor¨ªa absoluta: le falt¨® sumar dos a sus 149 esca?os. Ahora arroja en los sondeos un empate t¨¦cnico con la conservadora Nueva Democracia, uno de los dos principales partidos convencionales que la coalici¨®n izquierdista ven¨ªa a trasterrar para siempre.
Quiz¨¢ supere a las encuestas, puesto que los indecisos/desencantados son sobre todo sus desencantados. Pero nada puede excluirse, porque la ca¨ªda ha sido a plomo. Desde un nivel de aceptaci¨®n a¨²n del 70% en primavera, que intent¨® consolidar ¡ªas¨ª como su mayor¨ªa¡ª, con un refer¨¦ndum victorioso, el 5 de julio, de cuyo resultado se retract¨® en horas, lo que rompi¨® su propio partido... a otros inferiores al 30%, cuando los griegos han digerido ya sue?os, pesadillas y vacaciones.
Jur¨® Tsipras que no se aliar¨ªa con nadie, y hace una semana ya vir¨® de posici¨®n, admitiendo coaliciones y limitando su rechazo a compartir socios ¨²nicamente a la derecha. Veremos.
En el ¨¢mbito europeo Syriza plante¨® su programa de gobierno como una enmienda a la totalidad de la pol¨ªtica econ¨®mica de la eurozona. Persigui¨® llevar la levadura de su rebeld¨ªa a otros pa¨ªses, para no quedarse sola y darle la vuelta a la UE.
Con el resultado pr¨¢ctico de que sus (aunque discrepantes) acogedores colegas franceses, italianos y socialdem¨®cratas de las instituciones ¡ªlos presidentes del Eurogrupo y del Parlamento Europeo¡ª se distanciaran enseguida y formaran (con matices) un bloque de 18 a 1.
Plante¨® una batalla frontal contra la existencia de la troika controladora del cumplimiento de las obligaciones contra¨ªdas en el rescate (Comisi¨®n, BCE, FMI). Los errores y exageraciones cometidos por esta, as¨ª como sus disensiones internas, favorec¨ªan esta movida.
Pero logr¨® lo contrario de lo que pretend¨ªa. A saber, consolidarla y ampliarla a un cuarteto (al a?ad¨ªrsele el Mecanismo de Estabilidad o Fondo de Rescate). De manera que como oprobiosamente reza el Memor¨¢ndum del tercer rescate firmado este agosto por el Gobierno de Tsypras: ¡°Las autoridades [griegas] no adoptar¨¢n unilateralmente medidas fiscales ni otro tipo de acciones pol¨ªticas¡± si no es ¡°tras estrechas consultas¡± con el Cuarteto (punto 3, p¨¢gina 14).
Al cabo, Tsipras se ha quedado sin programa, ni lema, ni bandera. Ya nadie discute en Grecia sobre la austeridad. En el mejor caso, solo sobre c¨®mo aplicarla.
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