Los migrantes rompen un cord¨®n policial para entrar en Croacia
La polic¨ªa croata asegura que en las ¨²ltimas horas han entrado en el pa¨ªs 6.200 migrantes
Croacia se declar¨® este jueves al l¨ªmite de su capacidad para recibir refugiados en tr¨¢nsito hacia el norte de Europa. M¨¢s de 6.000 exiliados, seg¨²n cifras policiales, atravesaron entre el mi¨¦rcoles y este jueves la frontera serbo-croata desde varios puntos, sobre todo el cruce entre las localidades de Sid y Tovarnik. Muchos de ellos proced¨ªan de campos improvisados en el noreste serbio, a unos 200 kil¨®metros, tras ser rechazados por las fuerzas de seguridad h¨²ngaras en la valla y alambradas que conducen a la ciudad de Roszke, ya del lado magiar.
En la localidad fronteriza croata de Tovarnik se desplegaron agentes antidisturbios con cascos para controlar las llegadas y mantener a los refugiados alejados de las v¨ªas del tren. Hasta el momento, las autoridades croatas han mantenido el orden en la gesti¨®n del tr¨¢nsito. Furgonetas llevan a los reci¨¦n llegados del paso fronterizo al registro en Tovarnik, y de ah¨ª en autobuses o trenes a centros de acogida como el de Jez?vo, en Zagreb, especializado en la inmigraci¨®n irregular. Pero el flujo, con la frontera h¨²ngara cerrada y la llegada regular de autobuses desde Macedonia a trav¨¦s de Presovo, ha puesto al l¨ªmite sus capacidades.
Medios internacionales describieron largas colas para subir a los autobuses hacia los centros de acogida. Ante la proliferaci¨®n de controles, un grupo de refugiados rompi¨® un cord¨®n policial gritando ¡°queremos ir adelante¡± y generando momentos de confusi¨®n, inform¨® la BBC. En este ambiente inestable, la presidenta de Croacia, Kolinda Grabar-Kitarovic, pidi¨® al Ej¨¦rcito que se prepare para un despliegue en la frontera ¡°si fuese necesario¡±, explic¨® Reuters.
El Ejecutivo del primer ministro, Zoran Milanovic, asegur¨® este jueves que pod¨ªan acoger a varios miles de refugiados en los centros abiertos alrededor de la capital del pa¨ªs, Zagreb. Pero reconoci¨® tambi¨¦n que no podr¨ªan gestionar la llegada de decenas de miles. Horas m¨¢s tarde, su ministro del Interior, Ranko Ostojic, anunci¨® que estaban llegando ya al punto en el que no podr¨ªan albergar a m¨¢s migrantes, y advirti¨® de que si ¡°se mantiene el flujo desde Serbia en tales proporciones¡±, tendr¨¢n que buscar otras formas de ¡°manejar la situaci¨®n¡±.
Wael, sirio de 27 a?os, natural de Damasco, es uno de esos miles que empezaron a cruzar el mi¨¦rcoles. Lleg¨® a buena hora, en uno de los primeros autobuses, al ¨²ltimo cruce de la carretera que une Sid, del lado serbio, con Tovarnik, en el condado croata de la hist¨®rica Vukovar, la ciudad que simboliza la sangrienta lucha entre croatas y serbios en los a?os noventa del siglo XX. Wael no pierde un ¨¢pice de sonrisa, mientras recuerda, en un ingl¨¦s con marcado acento australiano ¡ªamigos de tan lejos le ense?aron el idioma¡ª su escasa fortuna. Cuando quiso llegar al norte de Serbia para cruzar hacia Roszke, en Hungr¨ªa, era 15 de septiembre, Budapest ya hab¨ªa desplegado sus fuerzas y cerrado el paso. ¡°Tuvimos muy mala suerte¡±, dice este licenciado en Econ¨®micas.
Hicieron noche en la localidad serbia de Kanjiza y partieron en autob¨²s al d¨ªa siguiente hacia Sid. ?C¨®mo supo que ese era el primer paso? ¡°A trav¨¦s de Facebook¡±, contesta con naturalidad, ¡°hay muchos grupos abiertos en la red y la gente sube informaci¨®n constantemente¡±. Y eso lo ven algunos, pero otros, no. Entre los que hacen estos d¨ªas el periplo hacia el norte de Europa tambi¨¦n hay clases. Los que tienen buen tel¨¦fono y dinero para tarjetas SIM, transitan por esas v¨ªas de informaci¨®n a diario. Los que no, preguntan.
Wael se ladea la gorra para que la c¨¢mara no le retrate ahora que la informaci¨®n es global gracias al mismo Internet que tan ¨²til le ha sido en su ruta. ¡°Prefiero no salir en las fotos; yo s¨ª que quiero volver a Siria¡±, explica. Antes de eso quiere hacer un m¨¢ster en Alemania, para el que ya solicit¨® plaza sin mucha suerte. Por detr¨¢s toca el hombro uno de los amigos de este joven sirio. ¡°Se puede pasar a Croacia, ?no?¡±, pregunta. En efecto, quedan 10 minutos de camino para la frontera.
Camino de Eslovenia
El ministro del Interior, Ranko Ostojic, indic¨® que quienes quieran pedir asilo en Croacia ser¨¢n llevados a centros de registro, en cumplimiento de la normativa europea, y que los que no quieran solicitarlo ser¨¢n considerados inmigrantes irregulares. Sin embargo, a?adi¨® que ¡°no es aceptable que Croacia sea tratada como un pa¨ªs en que se deben respetar los acuerdos internacionales y que eso no se haga en los pa¨ªses de los alrededores por los que pasan los inmigrantes¡±, en referencia a Hungr¨ªa.
En s¨®lo unos d¨ªas ¡ªlo que tarde la caravana de refugiados en dejar atr¨¢s Croacia¡ª la pelota estar¨¢ en el tejado de la vecina Eslovenia, peque?o pa¨ªs que supone la siguiente etapa hacia Austria y Alemania.
El primer ministro esloveno, Miro Cerar, tras una conversaci¨®n en Liubliana con el ministro de Exteriores austriaco, Sebastian Kurz, asegur¨® este jueves que se atendr¨¢ a las reglas de libre circulaci¨®n de Schengen pero que reforzar¨¢ los controles en su frontera y recibir¨¢ a peticionarios de asilo, pero que no permitir¨¢ que el pa¨ªs se convierta en un ¡°corredor¡± hacia el norte. Eslovenia quiere atender caso por caso a quienes soliciten asilo, pudiendo devolver a los que no lo hagan.
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