¡°La crisis de Brasil no es culpa de Rousseff, sino de Lula¡±

En la actual crisis pol¨ªtica brasile?a, el expresidente Fernando Henrique Cardoso (PSDB, centro derecha), que gobern¨® el pa¨ªs desde 1995 hasta 2002, ya ha elegido con qui¨¦n medirse continuamente: con su archirrival, el tambi¨¦n ex presidente Luiz In¨¢cio Lula da Silva, del Partido de los Trabajadores (PT). As¨ª, en sus comentarios y en sus columnas, ataca al m¨ªtico l¨ªder del petismo, que, cuando estaba en el poder, exasperaba a Cardoso diciendo que hab¨ªa hecho por el pa¨ªs lo que ¡°nunca antes en la historia¡± se hab¨ªa intentado.

El mi¨¦rcoles pasado, en la presentaci¨®n de un libro (La miseria de la pol¨ªtica ¨C cr¨®nicas del lulopetismo y otros escritos) que re¨²ne algunos de sus art¨ªculos publicados en peri¨®dicos brasile?os, ante un auditorio repleto en una librer¨ªa de la c¨¦ntrica Avenida Paulista, en S?o Paulo, tambi¨¦n centr¨® su discurso en Lula: afirm¨® que los errores que han llevado al Gobierno a la situaci¨®n actual de crisis pol¨ªtica y econ¨®mica no son de la presidenta Dilma Rousseff, sino del expresidente Lula. ¡°Dilma es un accidente del lulopetismo [el movimiento que congrega a seguidores de Lula y del PT]. Ellulopetismo es mucho m¨¢s grave que Dilma¡±, coment¨®. ¡°No fue ella la que se equivoc¨®, sino ¨¦l [Lula]. En primer lugar, porque fue ¨¦l quien la eligi¨®. En segundo lugar, porque durante el Gobierno Lula fue cuando se empez¨® a tejer toda esa trama¡±, agreg¨®, en referencia al caso de corrupci¨®n en Petrobras investigado por la operaci¨®n Lava Jato.

El ex presidente, que tambi¨¦n publica en EL PA?S, es una de las voces m¨¢s importantes de la oposici¨®n brasile?a, neg¨® que el clamor por un proceso de destituci¨®n sea un intento de dar un ¡°golpe de estado¡±, como ya han afirmado Lula y la propia presidenta. ¡°No hay un golpe de estado. Quienes est¨¢n sufriendo la crisis no quieren dar un golpe, quieren librarse de ella¡±, explic¨®. Y luego volvi¨® a Lula: ¡°Dej¨® escapar la posibilidad de consolidar en el pa¨ªs un nuevo tipo de pol¨ªtica¡±. ¡°Lula da la impresi¨®n de que es feliz ah¨ª, con los poderosos, con la riqueza. Lo captur¨® la pol¨ªtica tradicional brasile?a. ?l podr¨ªa haber roto con esa pol¨ªtica. Pero, en vez de romperla, se sum¨® a ella¡±, dijo.

Tambi¨¦n tuvo tiempo para enviar recados a su propio partido, cuyos dirigentes divergen sobre la forma en que afrontar la crisis y aprovechar la debilidad del Gobierno. Para Cardoso, el pa¨ªs sufre hoy una crisis de liderazgo. Por eso, la oposici¨®n, a su juicio, debe construir un discurso que transforme la ¡°derrota¡± del PT en la victoria de la oposici¨®n. ¡°Para que la oposici¨®n salga victoriosa, no basta con que derrote al oponente. Tenemos que ser capaces de ofrecer un discurso que una aspectos sociales con la recuperaci¨®n de la econom¨ªa y la superaci¨®n de la crisis pol¨ªtica¡±, explic¨®.

En una llamada de atenci¨®n a los or¨ªgenes socialdem¨®cratas del PSDB, tambi¨¦n puso de relieve que la oposici¨®n tiene que asimilar la bandera de la inclusi¨®n social, que a lo largo de la ¨²ltima d¨¦cada se ha asociado al Partido de los Trabajadores. ¡°La oposici¨®n, si quiere tener un nuevo impulso, no puede olvidarse de la inclusi¨®n. Porque si no va a caer en el cuento de: ¡®estamos a un lado y vosotros est¨¢is al otro¡¯. Y nosotros no estamos al otro lado.¡±