Los golpistas de Burkina Faso liberan al presidente

Los militares ejecutores del golpe de Estado del pasado mi¨¦rcoles en Burkina Faso han liberado al presidente Michael Kafando. Como muestra de su intenci¨®n ¡°de apaciguar¡± la situaci¨®n, tras capturar a Kafando y a su primer ministro, el coronel Zida, los militares han decidido dejar en libertad al primero. En un comunicado oficial se han comprometido adem¨¢s a ¡°dialogar con la comunidad nacional e internacional¡± para encontrar una salida de la crisis ¡°consensuada y duradera¡±.

Sin embargo, a muchos burkineses poco les interesan la voluntad y deseos de este grupo de golpistas, viejos conocidos del pueblo burkin¨¦s. El movimiento popular Le Balai Citoyen (La escoba ciudadana), que lider¨® la revoluci¨®n del pasado mes de octubre, ha convocado a los j¨®venes al aeropuerto para recibir a los mediadores internacionales que est¨¢n a punto de aterrizar en el pa¨ªs. La intenci¨®n de Le Balai es que la poblaci¨®n haga o¨ªr su opini¨®n. El presidente senegal¨¦s, Macky Sall, liderar¨¢ los esfuerzos de negociaci¨®n, pero los activistas no quieren que ¡°se negocie con terroristas¡± y por eso planean acogerlo con una manifestaci¨®n.

Las calles de capital, Uagadug¨², se han levantado menos incandescentes que ayer, d¨ªa en que se consolid¨® en golpe de Estado. Pero se siguen oyendo algunos disparos y r¨¢fagas de metralleta aislados, los militares patrullan y algunas calles est¨¢n cortadas.

El pueblo de Burkina Faso derroc¨® al dictador Blaise Compaor¨¦ en octubre mediante una fulminante revuelta popular. Pero aunque la cabeza del r¨¦gimen, Compaor¨¦, tuvo que huir y se ha refugiado en su segunda residencia ¨Cla vecina Costa de Marfil-, la c¨²pula de sus hombres fuertes se qued¨® en Burkina, ocupando las estructuras de poder. Y las militares.

Ha pasado casi un a?o, una tenue transici¨®n apuntaba a elecciones ¨Cprevistas para el 11 de octubre-, pero este mi¨¦rcoles la densa sombra de Compaor¨¦ ha vuelto a entrar en Burkina Faso. Y lo ha hecho de la forma m¨¢s previsible, puesto que el general Di¨¦nd¨¦r¨¦, el l¨ªder de los golpistas, es desde hace tres d¨¦cadas uno de los hombres m¨¢s fieles del dictador descabalgado. Di¨¦nd¨¦r¨¦ fue jefe de Estado Mayor y, sobre todo, el n¨²mero uno del Regimiento de la Seguridad Presidencial (RSP), un regimiento militar ¡°dise?ado por y para Compaor¨¦¡±, tal y como lo describe un periodista burkin¨¦s.

Di¨¦nd¨¦r¨¦ ha negado ning¨²n tipo de comunicaci¨®n con su exjefe, pero los ciudadanos no atribuyen ninguna credibilidad a las declaraciones oficiales.

10 meses despu¨¦s

Sentados en el palacio de Kosyam, sede de la presidencia de Burkina Faso, esper¨¢bamos el pasado mes de noviembre la comparecencia del nuevo primer ministro, el coronel Zida, para que anunciara el Gobierno de transici¨®n. Eran los d¨ªas que segu¨ªan a la revuelta, los d¨ªas en que se empezaba a construir este ¡°nuevo futuro¡± para Burkina Faso. Los periodistas locales comentaban la jugada, prudentes pero sin trabas. ¡°Ya pueden cambiar Gobierno y ministros, que mientras la RSP siga activa, Compaor¨¦ seguir¨¢ presente¡±, comentaba un compa?ero. El protagonista por su ausencia era un tal Di¨¦nd¨¦r¨¦, que hab¨ªa hecho a¨²n m¨¢s discreta su discreci¨®n natural.

En este mismo palacio de Kosyam, el mi¨¦rcoles reapareci¨® el pasado. Militares de la RSP capturaron al presidente Michael Kafando y al mismo coronel Zida y los trasladaron a un campo militar vecino. Di¨¦nd¨¦r¨¦ asum¨ªa el poder al cabo de unas horas.

?Y por qu¨¦ un golpe de Estado ahora? ?Porque las autoridades de transici¨®n quer¨ªan diluir la RSP? ?Quiz¨¢s porque estaban a punto de hacerse p¨²blicos los detalles de la autopsia del expresidente burkin¨¦s Thomas Sankara este jueves? Tanto la RSP como Di¨¦nd¨¦r¨¦ ten¨ªan motivos para estar preocupados. Ellos fueron, en 1987, los responsables de la operaci¨®n militar que acab¨® con el asesinato de Sankara.

"Demasiadas coincidencias", opina la viuda de Sankara, recordando que las autoridades de Burkina Faso ¨Ccon el omnipresente Blaise Compaor¨¦ a la cabeza- no han permitido nunca investigar la muerte de su marido. Hasta que, con la revuelta popular del a?o pasado, se reabri¨® el caso.