El Papa Francisco irrumpe en la batalla pol¨ªtica de Estados Unidos
Francisco topa con los republicanos y sintoniza con Obama en la ecolog¨ªa, la pol¨ªtica econ¨®mica, la inmigraci¨®n y Cuba
La izquierda lo recibe con los brazos abiertos. La derecha recela de ¨¦l. ?Qu¨¦ hace un Papa aline¨¢ndose con los progresistas en asuntos que van desde la lucha contra la pobreza a la alarma por el calentamiento planetario? El mensaje de Francisco, que el martes aterriza en Estados Unidos, incide en las discusiones pol¨ªticas m¨¢s intensas de Washington. De las desigualdades al cambio clim¨¢tico, de la inmigraci¨®n a Cuba, Jorge Mario Bergoglio se alinea con el presidente Barack Obama.
El argentino Bergoglio llega a un territorio desconocido. Es la primera vez que pisa Estados Unidos. ¡°Es el elemento externo de Washington por excelencia¡±, dice John Carr, director de la Iniciativa sobre el pensamiento social cat¨®lico y la vida p¨²blica en la Universidad de Georgetown, en Washington. ¡°Tendemos a pensar que somos el centro del mundo¡±, a?ade Carr, en alusi¨®n a Estados Unidos. ¡°Nosotros no somos el centro de su mundo. Es algo que debemos aprender¡±.
Los mensajes de Bergoglio dividen a pol¨ªticos e intelectuales cat¨®licos estadounidenses. Hay tres campos. Primero, los cat¨®licos progresistas, que lo aplauden. Segundo, los conservadores que subrayan que el Papa no es un pol¨ªtico y que etiquetarle seg¨²n los esquemas de la pol¨ªtica partidista es distorsionar su mensaje. Y tercero, quienes ven en los mensajes de Francisco sobre la econom¨ªa o el cambio clim¨¢tico, sobre la inmigraci¨®n o sobre Cuba, influencias marxistas y peronistas, el movimiento populista que predomin¨® en la Argentina en la que el Papa creci¨® y se form¨®.
Rush Limbaugh, el locutor de radio m¨¢s influyente de la derecha, describi¨® como ¡°puro marxismo¡± el contenido de la exhortaci¨®n papal Evangelii gaudium (La alegr¨ªa del evangelio), publicada a finales de 2013. El documento criticaba el capitalismo desbocado. ¡°Con el celo indiscriminado de un converso, [el Papa] abraza ideas impecablemente de moda, demostrablemente falsas y profundamente reaccionarias. Devastar¨ªa a los pobres en cuyo nombre pretende hablar¡±, escribi¨® este fin de semana, en The Washington Post, el columnista George F. Will.
Ni Will ni Limbaugh son cat¨®licos, pero expresan con crudeza la visi¨®n del Papa de un sector del catolicismo norteamericano. Lo ven como un peronista argentino que no entiende ni Estados Unidos ni el sistema del libre mercado. Sus palabras comprensivas hacia los homosexuales tambi¨¦n incomodan a algunos cat¨®licos en pleno debate sobre el matrimonio gay. Este sector tuvo en Juan Pablo II un aliado en la guerra fr¨ªa contra el comunismo y a Benedicto XVI contra el relativismo occidental. Francisco les desconcierta en el mismo grado que entusiasma a sectores de la izquierda.
La realidad es m¨¢s compleja. A fin de cuentas, quien ha invitado al Papa a hablar el jueves ante el Congreso es un cat¨®lico de derechas, el speaker (presidente) de la C¨¢mara de Representantes, John Boehner. George Weigel, intelectual cat¨®lico y conservador, previene contra la tentaci¨®n de encasillar al Papa. ¡°La izquierda, la religiosa y la seglar¡±, dice, ¡°tiene la fantas¨ªa de que, por fin, este es el Papa que se rendir¨¢ ante la revoluci¨®n sexual. La derecha tiene la fantas¨ªa de que este papa est¨¢ deshaciendo 35 a?os de Juan Pablo II y Benedicto XVI. Ambas fantas¨ªas son falsas y sacadas de quicio¡±.
Obama no esconde su admiraci¨®n por Francisco. Ha incluido citas suyas en discursos sobre la desigualdad y ha reconocido su papel central en el deshielo entre Estados Unidos y Cuba. Que sea un Papa latinoamericano, comprometido en la defensa de los inmigrantes sin papeles, mayoritariamente hispanos en EE UU, tambi¨¦n lo alinea con el dem¨®crata Obama. La oposici¨®n republicana se opone al acercamiento a Cuba, bloquea la reforma del sistema de inmigraci¨®n y cuestiona el papel del ser humano en el cambio clim¨¢tico.
¡°Sin duda esperamos poder iluminar los valores que compartimos¡±, dice Melissa Rogers, responsable de asuntos religiosos en la Casa Blanca. ¡°Queremos hablar de los temas que creemos que son importantes y en los que existe una preocupaci¨®n compartida y muchos puntos de acuerdo¡±. Que el presidente se desplace a la base militar de Andrews, en las afueras de Washington, para recibir al Papa al pie del avi¨®n, es un gesto inhabitual. Indica que, posiblemente, Obama no tenga hoy un ¡°aliado m¨¢s potente¡± en el mundo, seg¨²n The New York Times.
La alianza no es perfecta. Los conservadores esperan palabras rotundas del Papa sobre el aborto y el matrimonio homosexual, derechos que la Administraci¨®n Obama defiende. Estados Unidos, con 75 millones de fieles, es el cuarto pa¨ªs con m¨¢s cat¨®licos del mundo. S¨®lo uno ha sido presidente, John F. Kennedy. Desde hace d¨¦cadas, el voto cat¨®lico se reparte entre dem¨®cratas y republicanos, en un reflejo de las divisiones del pa¨ªs. Para la mayor¨ªa, Francisco es un jefe espiritual, m¨¢s all¨¢ de la lectura pol¨ªtica de sus posiciones. ¡°Es un pastor, es un cristiano, es un cat¨®lico¡±, dice John Carr. ¡°Quien intente ponerle un etiqueta pol¨ªtica estar¨¢ cometiendo un gran error¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.