¡°Sin una organizaci¨®n c¨ªvica fuerte, estamos perdidos en Guatemala¡±

Carlos Guzm¨¢n-B?ckler, de 85 a?os, es uno de los padres de la Sociolog¨ªa en Guatemala. Su libro Guatemala, una interpretaci¨®n hist¨®rico-social le cost¨® el exilio, perseguido por los militares. Pero tambi¨¦n la repulsa de la izquierda al plantear que las contradicciones en este pa¨ªs tienen or¨ªgenes raciales (indio-mestizo) y no entre burgues¨ªa y proletariado, como plantea la ortodoxia.

Pregunta. Meses antes de que se produjera el movimiento ciudadano que termin¨® con Otto P¨¦rez Molina y Roxana Baldetti en la c¨¢rcel, usted defini¨® las elecciones guatemaltecas como un relevo de ladrones. ?Ha cambiado su punto de vista?

Respuesta. No estoy seguro. Cuando lo expres¨¦, todo parec¨ªa indicar que Lider y su caudillo, Manuel Baldiz¨®n, con sus diputados tr¨¢nsfugas llegar¨ªan al poder. Que se iban P¨¦rez, Baldetti y el Partido Patriota (PP), pero ser¨ªan relevados por gente con una larga trayectoria en la gesti¨®n p¨²blica, pero manejada con mucha suciedad.

P. ?Ese fantasma qued¨® sepultado el 6 de septiembre?

R. Quiz¨¢s lo ¨²nico positivo de la elecci¨®n del 6 de septiembre haya sido eliminar a ese grupo, dise?ado para seguir con la rapi?a. Pero la conformaci¨®n de la nueva legislatura no da para ser optimista. Muchos con maestr¨ªa en el expolio mantienen o alcanzaron un esca?o. Y los pocos decentes son minoritarios. Quedaron muy solos.

P. ?Qu¨¦ se puede esperar del futuro Gobierno?

R. Dentro del partido Unidad Nacional de la Esperanza, que impulsa a Sandra Torres, hay gente corrupta, aunque tambi¨¦n personas que tienen idea de c¨®mo se maneja el Estado, con un plan de gobierno razonable. La alternativa, Jimmy Morales, es una inc¨®gnita completa, excepto por su proyecci¨®n como c¨®mico de televisi¨®n, encarnando personajes que son una burla a las poblaciones ind¨ªgena y gar¨ªfuna. Eso es muy grave. Y la cosa se pone m¨¢s dif¨ªcil al analizar qui¨¦nes lo acompa?an. Que el capit¨¢n Byron Lima, convicto por el asesinato del obispo Gerardi, y lo m¨¢s ultramontano de los militares retirados lo apoyen no constituye un buen augurio. Se trata de los uniformados que han mantenido el control de los negocios m¨¢s turbios, como tr¨¢fico de drogas, de personas, de riquezas arqueol¨®gicas¡­ Ser¨ªa nefasto que este grupo asumiera el control sobre una persona, Morales, que no tiene ninguna preparaci¨®n ni experiencia para el manejo de la cosa p¨²blica.

P. ?Este panorama pone a Guatemala en grave riesgo de involuci¨®n?

R. Es un riesgo muy alto. La parte m¨¢s hermosa del movimiento ciudadano, cuyo clamor por la dignidad en el manejo del Estado provoc¨® la renuncia del presidente y la vicepresidenta, lleva en sus entra?as su tal¨®n de Aquiles: de ese movimiento popular, espont¨¢neo, no salieron dirigentes. Nadie que pueda conducir la segunda fase, destinada a reformar el Estado.

P. ?Qu¨¦ habr¨ªa que hacer para evitar la vuelta al pasado?

R. Si no surge una organizaci¨®n c¨ªvica fuerte en el transcurso de los pr¨®ximos meses, dirigida por personas honradas y con conocimientos amplios de la realidad de Guatemala y su relaci¨®n con el mundo, estamos perdidos.

P. Muchos analistas pol¨ªticos coinciden en se?alar que en el contexto descrito el futuro Gobierno tendr¨¢ que ser de transici¨®n, que no terminar¨¢ la legislatura...

R. Depender¨¢ de los gobernantes que lleguen, y del Congreso, a lo que debe a?adirse una justicia s¨®lida. Visualizo el problema m¨¢s fuerte entre los diputados. Tenemos un Congreso integrado mayoritariamente por gente de unos niveles de ignorancia pat¨¦ticos, que s¨®lo llegan a lucrar. A enriquecerse como contratistas del Estado. Llegan con una mano delante y otra atr¨¢s, y se retiran millonarios.

P. ?C¨®mo ve el futuro de Guatemala a corto plazo?

R. Con optimismo, esperar¨ªa que en el caso de que llegue Sandra Torres sepa aprovechar la experiencia de quienes est¨¢n cerca de ella y de la suya propia como primera dama y ministra sin cartera durante el Gobierno de ?lvaro Colom (2008-2012). Podr¨ªa cambiar el rumbo como lo han cambiado algunos jueces. Lo m¨¢s dif¨ªcil para ella ser¨¢ convencer a la gente, cuya paciencia est¨¢ agotada, de que se necesita tiempo. Con Jimmy Morales, sin ninguna organizaci¨®n partidaria, el panorama es m¨¢s oscuro. Y el gran peligro de su eventual triunfo, que tambi¨¦n existe con Torres, es la compraventa de los puestos p¨²blicos que se traduce en negociar comisiones con los proveedores del Estado. Ah¨ª empezar¨ªa de nuevo el ciclo de la corrupci¨®n.