El uribismo critica el gran avance en el proceso de paz con las FARC
El sector opuesto a la negociaci¨®n con la guerrilla ataca el acuerdo de justicia, que da un salto casi definitivo en las conversaciones
Colombia amaneci¨® cubierta por un manto de esperanza y optimismo tras el trascendental acuerdo de justicia alcanzado por el Gobierno y las FARC que hace vislumbrar el final al conflicto armado despu¨¦s de m¨¢s de cinco d¨¦cadas. No obstante, el uribismo, el sector liderado por el expresidente ?lvaro Uribe, que se ha opuesto al proceso y que aglutina a un amplio sector de la poblaci¨®n, sali¨® en tromba a criticar el pacto con la guerrilla, el gesto m¨¢s simb¨®lico desde que se inici¨® el proceso.
El optimismo que transmit¨ªan todos los medios de comunicaci¨®n, y la mayor parte de los analistas, chocaba con las cr¨ªticas que vert¨ªan los partidarios de Uribe desde el momento en que se conocieron los t¨¦rminos de lo logrado en La Habana. ¡°El Gobierno ha aceptado igualar a la sociedad civil con el terrorismo, lo cual constituye una grave afrenta a la comunidad colombiana¡±, asegur¨® Uribe, quien prepar¨® una lista de nueve agravios contra lo pactado en La Habana por la guerrilla y Santos, quien fuera su ministro de Defensa y a quien apoy¨® en su primera elecci¨®n. ¡°Esto demuestra nuestros temores de que se estaba negociando un acuerdo de paz con impunidad, de forma indirecta se est¨¢ diciendo que no habr¨¢ c¨¢rcel para los autores de ciertos cr¨ªmenes¡±, incidi¨® Alfredo Rangel, senador del Centro Democr¨¢tico, la formaci¨®n que lidera el expresidente, para quien al menos los m¨¢ximos dirigentes de las FARC deber¨ªan pagar penas de c¨¢rcel, algo que no ocurrir¨¢.
La postura de Uribe choca con el respaldo un¨¢nime al acuerdo por parte de la comunidad internacional. Aunque el triunfalismo en Am¨¦rica Latina hay que diluirlo siempre con un poco de agua clara para ver el fondo, generalmente turbio, hay varios indicios que apuntar¨ªan a que el acuerdo alcanzado en La Habana convierte el proceso de paz en algo irreversible. En tres a?os, es la primera vez que se fija una fecha l¨ªmite para llegar sellar la firma definitiva: a m¨¢s tardar el 23 de marzo de 2016. De esta forma, ambas partes garantizan que el proceso no se eternizar¨¢ y se aseguran poder implementar lo pactado en un tiempo razonable.
El mi¨¦rcoles, el Gobierno y las FARC consiguieron destrabar el punto m¨¢s complicado de la negociaci¨®n. Desde mayo de 2014 hasta julio de este a?o apenas se hab¨ªan registrado avances. Despu¨¦s de que la guerrilla decretase el fin del cese al fuego, iniciase una escalada de ataques contra infraestructuras, la popularidad de Santos se desplomase y la confianza en el proceso llegase a sus niveles m¨¢s bajos, el Gobierno decidi¨® acelerar las negociaciones. En apenas dos meses, la Comisi¨®n Jur¨ªdica, con jornadas maratonianas de hasta 20 horas, consigui¨® cerrar un acuerdo. El grueso del acuerdo qued¨® listo en la madrugada del jueves al viernes.
A diferencia de lo que ocurri¨® en el anterior proceso de paz en El Cagu¨¢n, en 1998 cuando el expresidente Andr¨¦s Pastrana y el entonces jefe de las FARC Manuel Marulanda, tambi¨¦n conocido como Tirofijo, se fotografiaron en el arranque de las negociaciones, fracasadas a posteriori, en esta ocasi¨®n la imagen de los dos protagonistas se hab¨ªa reservado para una ocasi¨®n muy concreta. El que no haya hecho falta esperar a la firma definitiva para ver juntos Juan Manuel Santos y a Rodrigo Londo?o, alias Timochenko, da idea de la trascendencia de lo acordado, La Habana, plat¨® de fotos para la historia en los ¨²ltimos meses. A la escenograf¨ªa, con todos los asistentes vistiendo guayabera ¨Csalvo Santos, que llevaba camisa blanca-, no falt¨® ni el apret¨®n de manos. Animados por Ra¨²l Castro, fue en realidad Timochenko quien le lanz¨® la suya a Santos para que se la estrechase.
Antes de ese momento, tanto el presidente como el l¨ªder de las FARC, se dirigieron sendos reconocimientos y aparcaron el lenguaje belicoso que en tantas ocasiones hab¨ªa embarrado el proceso. Como escrib¨ªa Rodrigo Pardo, director editorial de la revista Semana, tras conocerse el acuerdo de justicia: ¡°Las delegaciones de los dos lados de la mesa convergen en un punto: la defensa del proceso¡±. Para que este llegue a buen puerto, Gobierno y FARC iniciaron el mi¨¦rcoles la cuenta atr¨¢s hacia el anhelo de 48 millones de personas. Fecha l¨ªmite: 23-03-2016
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