¡°Preparamos una reforma del sistema de asilo para el a?o pr¨®ximo¡±
El n¨²mero dos de la Comisi¨®n admite disfunciones en el modelo actual
Frans Timmermans (Maastricht, 1961) estaba llamado a encarnar la modernidad en la Comisi¨®n Europea. Como vicepresidente primero y contrapeso del presidente Jean-Claude Juncker, este socialdem¨®crata holand¨¦s combate la sobrerregulaci¨®n de Bruselas para ganarse el favor de los Estados, entre ellos Reino Unido. Los intentos de Timmermans por poner el foco europeo en iniciativas como el desarrollo sostenible y la transparencia han chocado de frente con la realidad de los refugiados, que monopoliza sus esfuerzos. ¡°Estamos analizando todo el sistema de asilo y en 2016 presentaremos una reforma. Primero queremos que funcione mejor y esto nos ayudar¨¢ a reformarlo¡±, avanza en una entrevista con cinco diarios europeos, entre ellos EL PA?S.
Las maratonianas negociaciones de estos d¨ªas para lograr un compromiso en la medida estrella de la Comisi¨®n Europea, la reubicaci¨®n de refugiados, le han dejado una cierta sensaci¨®n de victoria. ¡°La vuelta al compromiso entre el Este y el Oeste empez¨® anoche¡±, dice en referencia a la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno que termin¨® la madrugada del jueves con acuerdos modestos, pero tambi¨¦n con mayor concordia de la esperada. Pese a que algunos de los dirigentes que aprobaron el marco temporal de reparto de refugiados han dejado claro que solo lo aceptar¨¢n como excepci¨®n y no como mecanismo permanente de distribuci¨®n, el vicepresidente comunitario mantiene la esperanza: ¡°Vamos a ver c¨®mo funciona lo acordado y si los miedos manifestados por algunos Estados se materializan o no¡±.
Timmermans se afana en defender que, hasta que llegue el nuevo modelo, los pa¨ªses deben cumplir el protocolo de Dubl¨ªn, que obliga a cada Estado a identificar y atender a todos los asilados que pongan un pie en su territorio. De esa manera no podr¨ªan partir hacia los Estados con los sistemas de asilo m¨¢s atractivos, como ocurre ahora. Esas pr¨¢cticas provocan que apenas cuatro pa¨ªses comunitarios reciban el 72% de las solicitudes.
El n¨²mero dos del Ejecutivo comunitario dice comprender por qu¨¦ Grecia e Italia han dejado marchar a una buena parte de los refugiados arribados a sus fronteras, en contra de lo estipulado. ¡°El lado negativo de Dubl¨ªn es que un pa¨ªs puede fingir que no le afecta mientras los migrantes lleguen a otro sitio. Grecia e Italia se han sentido abandonadas por Europa durante mucho tiempo¡±, concede.
Ayuda a Grecia e Italia
Ahora, la Comisi¨®n Europea ayuda ¡ªcon personal y dinero¡ª a estos dos Estados a poner en marcha el requisito exigido para activar los traslados de refugiados desde Italia y Grecia al resto del bloque comunitario. Se trata de los centros de acogida que deben registrar a todo migrante y decidir si tiene o no derecho a pedir asilo. En el primer caso se les podr¨¢ reubicar o instalarlos en esos dos pa¨ªses. En caso contrario, se acordar¨¢ su expulsi¨®n.
Junto al mecanismo permanente de reparto que alivie a los Estados en caso de elevados flujos de llegadas, el otro elemento que legitima el sistema de asilo es un mayor control de las fronteras. Consciente de que la calidad de esa vigilancia dista mucho entre Estados, la Comisi¨®n ha puesto sobre la mesa otra medida que puede generar recelos en algunos socios: la creaci¨®n de un cuerpo europeo que garantice esa vigilancia con par¨¢metros comunes. ¡°La idea es que est¨¦ ah¨ª para ayudar, no para asumir el trabajo de los Estados miembros. Es una muestra de solidaridad europea disponible para cuando los pa¨ªses lo soliciten. No veo problema con las autoridades nacionales¡±, arguye.
Concluida esta fase de negociaciones sobre los demandantes de asilo, Timmermans apenas dispone de unos d¨ªas para recuperarse de la gripe que le aqueja y tomar un avi¨®n a Nueva York, donde participar¨¢ este fin de semana en la cumbre de desarrollo sostenible que celebra la ONU. ¡°Hay una cosa clara: si la UE quiere sobrevivir en un entorno muy competitivo, la estructura de nuestras econom¨ªas tendr¨¢ que cambiar. Necesitamos m¨¢s reciclaje, m¨¢s servicios, transformaciones¡±, esboza. Un discurso que queda desplazado ante la urgencia de la crisis de refugiados.
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