Los dos toros de Osborne

El poder tiende a alejarse de aquellos que no lo ambicionan. Por eso, cuando el pasado 24 de marzo en la cocina del 10 de Downing Street, David Cameron admiti¨® que no se presentar¨ªa a un tercer mandato, liber¨® un chorro de poder.

Un mes y medio despu¨¦s gan¨® la primera mayor¨ªa absoluta para los tories en 23 a?os. Pas¨® el verano y los laboristas eligieron un candidato que nunca podr¨ªa ser primer ministro. Quien se resignaba a pasar a la historia como el l¨ªder que no logr¨® una sola mayor¨ªa tiene antes s¨ª la posibilidad de hacerlo como el hombre que propici¨® la etapa m¨¢s larga del conservadurismo en el poder. Cameron llega al congreso anual de su partido, que arranc¨® ayer en Manchester, exhibiendo un legado incuestionable. Pero el c¨®nclave marca tambi¨¦n, parad¨®jicamente, el inicio oficial del poscameronismo.

El sentir general en el congreso del a?o pasado era que el Partido Conservador necesitaba un revulsivo. Alguien que conectara con la gente. Alguien como Boris Johnson, el alcalde de Londres. Su discurso insufl¨® optimismo a un partido amodorrado. Ajeno al equipo de Gobierno, adem¨¢s, era el ¨²nico al que no se llevar¨ªa consigo Cameron si ca¨ªa.

Pero Cameron gan¨®. Y el poder que se hab¨ªa liberado aquel d¨ªa en la cocina del 10 de Downing Street acab¨® depositado en la puerta de al lado, en el n¨²mero 11, la residencia oficial del canciller del Exchequer.

El poder ya rondaba la cabeza de Gideon Oliver Osborne cuando, siendo un ni?o en un elitista colegio privado londinense, decidi¨® llamarse George porque, seg¨²n explicaba a sus amigos, sonaba m¨¢s a primer ministro.

El mayor de los cuatro hijos del bar¨®n de Peter Osborne naci¨® en 1971 y creci¨® en una gran casa de Notting Hill. La suya fue la t¨ªpica trayectoria de la ¨¦lite pol¨ªtica brit¨¢nica. Pas¨® de la Universidad de Oxford al Partido Conservador y gan¨® su esca?o en el Parlamento en 2001. Solo cuatro a?os despu¨¦s, en mayo de 2005, el entonces l¨ªder de los tories, Michael Howard, le hizo portavoz de Econom¨ªa de la oposici¨®n. Y cuando dimiti¨®, en diciembre de ese mismo a?o, le comunic¨® a Osborne que deseaba que considerase seriamente presentarse a l¨ªder del partido.

Pero Osborne no lo hizo. Consult¨® con su c¨ªrculo m¨¢s pr¨®ximo y, seg¨²n ha contado alguna vez, se pas¨® la noche viendo Enrique IV de Shakespeare. Por la ma?ana decidi¨® que, a sus 34 a?os, no estaba listo para el puesto. En su lugar, dirigi¨® la campa?a de su ¨ªntimo amigo David Cameron por el liderazgo del partido.

As¨ª se fragu¨® el t¨¢ndem que ha marcado la pol¨ªtica brit¨¢nica de despu¨¦s de la crisis financiera. El m¨¢s amigable presidente de la empresa y el gris director financiero.

Osborne vivi¨® la campa?a de 2010 en la trastienda y en la de 2015 desempe?¨® un papel estelar. Su popularidad ha seguido la l¨ªnea ascendente de la recuperaci¨®n econ¨®mica brit¨¢nica.

Hoy Osborne est¨¢ al frente de una econom¨ªa en expansi¨®n. Es el hombre fuerte del primer Gobierno tory en mayor¨ªa desde 1992. Encabeza la negociaci¨®n con los otros Estados miembros de cara al refer¨¦ndum sobre la permanencia del pa¨ªs en la Uni¨®n Europea. Y las casas de apuestas le dan, por primera vez, como favorito para suceder a Cameron.

En sus manos est¨¢ los dos asuntos que marcar¨¢n la legislatura: la econom¨ªa y la negociaci¨®n con Europa. Los dos toros de Osborne. De c¨®mo los lidie depender¨¢ si alcanza su sue?o en 2020.