El regreso de la violencia ahoga las esperanzas del Kurdist¨¢n turco
Cientos de personas han muerto desde la ruptura de la tregua entre la guerrilla y el Estado
La paz ha durado poco m¨¢s de dos a?os en el Kurdist¨¢n turco. Las ilusiones que trajeron los buenos resultados del Partido de la Democracia de los Pueblos (HDP) en las elecciones del pasado 7 de junio ¡ª13 % de los votos, el mayor porcentaje jam¨¢s alcanzados por una formaci¨®n kurda en Turqu¨ªa¡ª han sido enterradas por la ruptura de las negociaciones de paz y la vuelta del conflicto armado, que ha resurgido con violencia inusitada. Toques de queda, muertes de civiles en circunstancias sospechosas, tiroteos en las calles, han vuelto a formar parte de la vida cotidiana de los kurdos.
La nueva guerra entre los rebeldes kurdos y las fuerzas de seguridad que comenz¨® el pasado julio, adem¨¢s de en las zonas rurales, se libra en las ciudades, lo que ha aumentado el n¨²mero de bajas: desde las elecciones de junio han muerto 139 civiles, 145 miembros de las fuerzas de seguridad y ¡ªseg¨²n el Gobierno turco¡ª m¨¢s de mil militantes del Partido de los Trabajadores del Kurdist¨¢n (PKK). La situaci¨®n de seguridad se ha degradado tanto que el periodista ?mer ?elik asegura que sus compa?eros de la agencia DIHA en Diyarbakir se despiden cada ma?ana de sus familias al salir de casa: ¡°Porque no sabemos si regresaremos, ni de d¨®nde vendr¨¢ la bala que acabar¨¢ con nosotros¡±.
La avenida de Gazi, que comunica las murallas con el interior del casco antiguo de Diyarbakir est¨¢ habitualmente ocupada por una riada humana que grita, compra, negocia productos de todo tipo, es el coraz¨®n del comercio tradicional. No esta semana. La ma?ana del s¨¢bado ¡ªpocas horas antes del atentado de Ankara¡ª blindados de la Polic¨ªa y el Ej¨¦rcito penetraron en la zona amurallada alegando que j¨®venes simpatizantes del PKK hab¨ªan levantado barricadas en las calles del centro, pese a que ¡°se sab¨ªa¡± que durante el fin de semana el grupo armado kurdo iba a declarar un alto el fuego, subraya el pol¨ªtico socialdem¨®crata Naci Sapan, quien cree que hubo una intenci¨®n de provocaci¨®n al iniciar la operaci¨®n policial.
Durante cuatro d¨ªas se impuso el toque de queda y decenas de blindados tomaron la ciudad vieja de Diyarbakir impidiendo a la gente entrar o moverse libremente. Al caer la noche, los disparos eran perceptibles incluso desde la lejan¨ªa. ¡°Dentro han cortado la electricidad y todos los negocios est¨¢n cerrados. No podemos trabajar y somos gente pobre, hay algunos que no han podido ni comprar comida¡±, denuncia Firat, un residente. Yakup Buldu, otro vecino de la ciudad vieja, afirma que unas 20.000 personas han abandonado el lugar por miedo a la violencia: ¡°Yo he enviado a mi familia al pueblo, porque temo que les pase algo. El otro d¨ªa, cuando baj¨¦ a comprar pan, vi que los francotiradores empezaban a disparar a un ni?o desde el tejado¡±. ¡°La imagen es como la de la guerra de Siria, con gente que no puede salir de sus casas y la vida completamente parada¡±, denuncia Sapan.
Solo ayer, al levantarse el toque de queda, comenz¨® a conocerse el alcance de la operaci¨®n de las fuerzas especiales de la Polic¨ªa, pues durante este tiempo las comunicaciones estuvieron total o parcialmente cortadas, seg¨²n el barrio. Pero los datos son todav¨ªa confusos: hay cuatro muertos confirmados ¡ªentre ellos una ni?a de 12 a?os, tras recibir un tiro en la cabeza¡ª hay quien asegura que son m¨¢s.
Desde agosto se han declarado toques de queda de varios en d¨ªas en 11 localidades; en algunas, como Diyarbakir, Nusaybin o Cizre, en repetidas ocasiones. ¡°El Estado no puede permitir que una organizaci¨®n terrorista tome el control de una zona de su territorio¡±, dice Galip Ensarioglu, l¨ªder provincial del partido gobernante AKP (islamista), para justificar los toques de queda. El problema es que, sin acceso de organizaciones independientes o periodistas, resulta imposible saber qu¨¦ ocurre en esos lugares cuando los toman las fuerzas especiales de la Polic¨ªa. Los nacionalistas kurdos denuncian que se aprovecha para cometer ¡°asesinatos extrajudiciales¡±.
¡°El PKK llega al barrio y dice: ¡®Estamos aqu¨ª para protegeros¡¯. La polic¨ªa llega y dice lo mismo. Pero los que sufrimos en esta guerra somos la gente normal¡±, se queja Vedat, decepcionado con todos los actores pol¨ªticos: ¡°?Con lo bien que nos iba durante el proceso de paz! Ten¨ªamos trabajo y hasta ven¨ªan turistas¡±. Pero el Gobierno anunci¨® su ¡°guerra contra el terrorismo¡± a finales de julio y el PKK puso fin a la tregua que hab¨ªa mantenido desde 2013. Pese a que el grupo kurdo declar¨® un nuevo alto el fuego unilateral hasta las elecciones del 1 de noviembre el s¨¢bado, los combates han continuado. ¡°Los cazas turcos hacen 400 salidas por noche para bombardear al PKK, as¨ª es muy dif¨ªcil que el PKK no lleve a cabo acciones defensivas. El Gobierno deber¨ªa tomarse en serio el alto el fuego y decretar el fin de las operaciones militares¡±, exige Idris Baluken, jefe del grupo parlamentario del HDP prokurdo.
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