El miedo para la victoria
El m¨¦todo electoral argentino de atemorizar al votante con un futuro incierto evidencia la fragilidad del pensamiento propio
Los argentinos sabemos bien lo que es el miedo en sus m¨²ltiples formas: desde el temor a la violencia armada hasta las crisis econ¨®micas. La incertidumbre es un rasgo de nuestra idiosincrasia pol¨ªtica y econ¨®mica. Dada esta din¨¢mica hist¨®rica, los pol¨ªticos deber¨ªan intentar llevar cierta tranquilidad a la ciudadan¨ªa. El procedimiento de la campa?a electoral de atemorizar al votante con un futuro incierto ¡ªutilizado por muchos colores pol¨ªticos¡ª evidencia la fragilidad del pensamiento propio.
Desde la oposici¨®n se emiten temores por la continuidad del gobierno kirchnerista; y desde el gobierno se advierte una disyuntiva: si volvemos o no al denominado "neoliberalismo de los noventa". Un afiche oficialista se?ala: "Cuid¨¢ la Asignaci¨®n Universal", en referencia al plan estatal que brinda ayuda econ¨®mica a personas de bajos ingresos con hijos. El metamensaje es: "votanos porque ellos te la van a quitar".
Este modus operandi refleja la debilidad de nuestra conversaci¨®n p¨²blica. En este punto, el caso del candidato oficialista y ex motonauta, Daniel Scioli, es el m¨¢s elocuente. Scioli naci¨® a la pol¨ªtica de la mano del ex presidente Carlos Menem, cuyo gobierno promovi¨® una pol¨ªtica econ¨®mica que deriv¨® en una crisis econ¨®mica de proporciones.
Scioli tiene dos caras. ?Cu¨¢l es la real? En su mismo espacio desconf¨ªan. Basta con ver el fuego amigo que recibe
En 1998, Scioli manifestaba en una entrevista:: "Menem actualiz¨® el pensamiento de Per¨®n. ?A buena hora que privatiz¨®! Las transformaciones de Menem han sido tan profundas, han ido tan a la ra¨ªz del problema... porque fueron bien hechas". El periodista refutaba, Scioli retrucaba: "El crecimiento del pa¨ªs de 1995 a la fecha, el nivel de las inversiones, baj¨® la desocupaci¨®n: seamos justos. Seguramente no se avanz¨® todo lo que nosotros deseamos como argentinos, pero realmente yo estoy convencido de que lo m¨¢s dif¨ªcil, lo m¨¢s duro ya pas¨®. Y hay que pensar con fe, en positivo, con un esp¨ªritu constructivo".
Lo m¨¢s duro vendr¨ªa despu¨¦s, con la crisis de 2001, sin embargo. Lo interesante es que el tiempo est¨¢ detenido en el discurso de Scioli. Hoy, 18 a?os m¨¢s tarde, expone frases calcadas pero matizadas en el populismo actual: cambi¨® el piso pero usa los mismos muebles. En su spot actual, expresa lo opuesto: "Dicen que falta. ?C¨®mo no vamos a saber lo que falta! Faltaba el desarrollo de la industria nacional, faltaba ayudar a los que m¨¢s lo necesitan, faltaba desendeudarse, faltaba Aerol¨ªneas, faltaba YPF, faltaba recuperar la Patria".
Todos estamos habitados por contradicciones. ?Acaso 1998 era a¨²n muy temprano para ver estas cosas? Hace poco expres¨®: "Macri (candidato opositor de "Cambiemos") ha revelado su proyecto claramente neoliberal y su deseo de llevar a cabo pol¨ªticas de ajuste. Lo que ha planteado forma parte de pol¨ªticas del pasado con consecuencias devastadoras".
M¨¢s all¨¢ de la espeluznante oscilaci¨®n argumental, yace algo c¨ªnico en ese miedo para la victoria: usa el miedo sobre su propio pasado con una amnesia colosal. Quiz¨¢s Scioli precisa olvidar para seguir viviendo. A veces las cosas que m¨¢s tememos ya nos han ocurrido en la vida. Por algo no se present¨® al debate presidencial hace quince d¨ªas. El problema no es que Scioli sea menemista o Nacional y Popular. El asunto es que como Jano, el dios romano, Scioli tiene dos caras. ?Cu¨¢l es la real? En su mismo espacio desconf¨ªan. Basta con ver el fuego amigo que recibe.
La incertidumbre es un rasgo de nuestra idiosincrasia, pero los pol¨ªticos deber¨ªan intentar llevar cierta tranquilidad a la ciudadan¨ªa
Los periodistas desistieron de hacerle repreguntas. Sus respuestas son un caracol inconducente y acomodaticio: "M¨¢s importante que estar a la derecha o a la izquierda, es estar en el centro con la gente", lleg¨® a declarar. Se adapta a todo. Semanas atr¨¢s expres¨®: "Soy devoto de la Virgen Desatanudos, especialista en encontrar soluciones. Mi especialidad es descomprimir conflictos", como si su devoci¨®n redundara irremediablemente en tener un don sobrenatural.
Aparece en ¨¦l un rasgo mesi¨¢nico t¨ªpico del l¨ªder populista. "Me prepar¨¦ toda la vida para ser Presidente", suele decir. Asiduamente, nombra al Papa Francisco para mostrarse como un l¨ªder pac¨ªfico. Le funciona: mide m¨¢s en las encuestas cuanto m¨¢s es agredido por Cristina Kirchner.
Pero nadie elogia su gesti¨®n. Ni los suyos. Luego de abandonar la provincia inundada en un vuelo en primera clase de Alitalia, le dijo a los inundados: "Ma?ana o pasado va a salir el sol". Su spot de campa?a termina prometiendo: "Voy a afianzar lo que se hizo y lo que falta tambi¨¦n lo voy a hacer". Como en 1998 con Menem, a¨²n falta. Y siempre falta lo mismo. Agotadora desesperanza de un populismo transformista: "lo que falta tambi¨¦n lo voy a hacer". Ser¨¦ todo en todos.
Se torna burlesco que sea el Scioli el que atemorice al electorado con el neoliberalismo que supo defender a ultranza. Argentina vivi¨® muchos a?os con temor. Frente al miedo para la victoria que infunden los diversos espacios pol¨ªticos, el ejercicio de hacer memoria es terap¨¦utico. Permite evitar la par¨¢lisis y no repetir los conflictos del pasado. El silencio tambi¨¦n ayuda. Estamos sobrepasados de incertidumbre e informaci¨®n cruzada. Nos est¨¢n faltando ideas.
Nicol¨¢s Isola?fil¨®sofo y doctor en Ciencias Sociales Twitter @NicoJoseIsola
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