R¨ªo Turbio, la joya de un Gobierno argentino que no repara en gastos
El kirchnerismo invierte 2.000 millones de d¨®lares para poner en marcha la central termoel¨¦ctrica m¨¢s austral del planeta en Santa Cruz, el feudo que trata de mantener
Si hay algo en lo que destaca Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner es en hacer las cosas a lo grande. Desde el mausoleo donde reposa su marido, hasta el espectacular centro cultural Kirchner y el centro Tecn¨®polis, en Buenos Aires, o la central nuclear N¨¦stor Kirchner, cerca de la capital. El Gobierno kirchnerista ha aprovechado la bonanza de los a?os dorados de la soja para grandes obras simb¨®licas. Y nunca repar¨® en gastos. La central termoel¨¦ctrica a carb¨®n de Rio Turbio, al sur de la patag¨®nica provincia de Santa Cruz, simboliza como ninguna otra esta pasi¨®n por los hitos.
En medio de un paraje inh¨®spito, nevado e inaccesible buena parte del a?o, el Gobierno ha gastado casi 2.000 millones de d¨®lares para cumplir un sue?o de N¨¦stor Kirchner: la central termoel¨¦ctrica m¨¢s austral del planeta, en su tierra. Todo ha costado el triple que en un lugar normal con temperaturas medias, explican los t¨¦cnicos, pero nunca import¨®. Ten¨ªa que estar lista antes de las elecciones de 2015, y se logr¨®: la central, al menos una parte, se inaugur¨® en septiembre por parte de la presidenta y lleva 23 d¨ªas seguidos produciendo 43 megavatios al d¨ªa, aunque a pleno rendimiento deber¨ªa dar m¨¢s de 200, suficiente para abastecer a cuatro provincias como la de Santa Cruz, 750.000 familias.
Una estatua de N¨¦stor Kirchner con los brazos abiertos, semicubierta de nieve a¨²n en el inicio de la primavera, recibe al visitante de R¨ªo Turbio. A la entrada de la central, un gran mural con el perfil de Cristina Fern¨¢ndez avisa al extra?o de que estamos en un lugar con fuerte carga pol¨ªtica. ¡°Esto es un Ferrari, aqu¨ª no ha habido l¨ªmites de gasto¡±, cuenta orgulloso Celestino Gonz¨¢lez, el director de la obra, un asturiano que trabaja en Isolux, la empresa espa?ola encargada de construir la central. Gonz¨¢lez ha recorrido el mundo con este trabajo, pero nunca hizo nada parecido.
¡°Llevo 30 a?os construyendo centrales en Bangladesh, Venezuela, M¨¦xico y es lo m¨¢s dif¨ªcil que he hecho en mi vida. El centro industrial m¨¢s cercano est¨¢ a 1.500 kil¨®metros. Traemos el cemento de Comodoro Rivadavia. La mitad del invierno estamos incomunicados. Cualquier cosa que necesites tardas tres o cuatro d¨ªas en traerla, en invierno pueden ser 15. Tenemos 50.000 litros de combustible acumulado porque en invierno muchas veces aqu¨ª no llega¡±, explica mientras recorre su joya y muestra un detalle que da una idea de las dimensiones de la obra: cada peque?a tuber¨ªa de las miles que atraviesan la central tiene un cable pegado que le da calor, para que no se congele. ¡°Esto en otro lugar no tienes que hacerlo, aqu¨ª hay que calefactar incluso para hacer el hormig¨®n, se te congelan hasta las ideas¡±, se r¨ªe, abrigado como todos hasta las orejas. Los accidentes m¨¢s frecuentes son resbalones por el hielo que lo cubre todo.
El viaje a trav¨¦s de toda la provincia de Santa Cruz, la tierra de los Kirchner, su feudo pol¨ªtico, da una idea de las dificultades. Las carreteras est¨¢n mucho mejor que hace unos a?os, los Kirchner asfaltaron buena parte de su provincia ¨Ccon obras p¨²blicas a veces pol¨¦micas concedidas a su amigo el constructor L¨¢zaro B¨¢ez- pero viajar por estas rutas sigue siendo una actividad peligrosa. La nieve y el hielo provocan accidentes mortales frecuentes. La ausencia de controles en estas tierras despobladas hace adem¨¢s que los santacruce?os, acostumbrados a largas distancias, alcancen velocidades de 180 por hora incluso en carreteras secundarias. ¡°Nosotros solo nos movemos con ch¨®feres de la zona en coches muy preparados. Se nos mat¨® un t¨¦cnico, esta zona es muy complicada¡±, asegura Gonz¨¢lez.
¡°Todo aqu¨ª cuesta tres o cuatro veces m¨¢s que una central normal¡±, explica. ¡°Esta es la obra que mejor paga del pa¨ªs. Un obrero cualificado gana unos 40.000 pesos al mes (4.000 d¨®lares). Llevamos trabajando seis a?os y somos unos 1.600, trabajan en turnos de 21 d¨ªas de trabajo y 7 de descanso¡±.
En medio de un paraje inh¨®spito,?el Gobierno ha gastado casi 2.000 millones de d¨®lares para cumplir un sue?o de N¨¦stor Kirchner
Gonz¨¢lez cuenta que las ¨®rdenes eran claras: lo mejor de lo mejor. La obra ha sido supervisada directamente por el ministerio de planificaci¨®n de Julio De Vido, un hombre de absoluta confianza de los Kirchner que forma parte del n¨²cleo de que los ¡°ping¨¹inos¡± que gobernaron Santa Cruz antes de dar el salto a la Casa Rosada. ¡°Pod¨ªas tener una m¨¢quina China, m¨¢s barata, pero el ministerio dijo ¡°todo lo mejor¡±. La turbina es de fabricaci¨®n Sueca, de Siemens, el generador de Alemania, las calderas de EEUU. Esto es ¨²nico. Solo hay una central en Chile y otra en Polonia con lecho fluido como esta. Es la ¨²ltima tecnolog¨ªa. Adem¨¢s est¨¢ dise?ada para aguantar vientos de 170 kil¨®metros por hora, porque aqu¨ª sopla de verdad. Y puede resistir terremotos¡±.
Un t¨¦cnico sueco se queda quieto mirando la turbina, apagada por revisi¨®n el d¨ªa que visitamos la obra, mientras unos obreros argentinos desmontan un panel cercano. Les mira fijamente. ¡°Aqu¨ª todo vale una fortuna. El sueco lo sabe y no va a quitar ojo hasta que acaben, no quieren que le toquen su joya, puede costar unos 50 millones de d¨®lares¡±, se r¨ªe Gonz¨¢lez. La central entera ha costado 750 millones de momento ¨Csolo est¨¢ acabada una de las dos unidades y funciona a medio gas- que con las obras para mejorar la mina, las conexiones con la red de todo el pa¨ªs y otros trabajos llega a los 1.929 de inversi¨®n oficial.
Nadie en Santa Cruz critica esta obra que da trabajo, con la mina, a casi todo el pueblo de R¨ªo Turbio (12.000 habitantes) y garantizar¨¢ la energ¨ªa de la provincia. Pero algunos dudan de que la mina, que lleva muchos a?os sin demasiada actividad, pueda producir suficiente carb¨®n. Tal vez por eso la presidenta, el d¨ªa de la inauguraci¨®n, les dijo a los mineros, ¡°Si alcanzamos la meta de los 2 millones de toneladas de carb¨®n y colocamos en venta las 800.000 restantes (el excedente de lo que necesita la central), el 50% -unos 20 millones de d¨®lares- ser¨¢ un bonus por productividad para los trabajadores¡±.
Esa era la parte t¨¦cnica del discurso, pero la importante fue la pol¨ªtica: la presidenta dijo que estaba en R¨ªo Turbio para ¡°honrar la palabra de N¨¦stor Kirchner¡±, que en 2007 prometi¨® la central. Detr¨¢s de la central hay m¨¢s s¨ªmbolos, sobre todo el papel del Estado. La mina fue privatizada en 1994, con Menem. La empresa ech¨® a 1.000 trabajadores. En 2004, despu¨¦s de un accidente con 14 muertos, Kirchner la nacionaliz¨® de nuevo. Y la central, que no en vano se llama ¡°14 mineros¡± se ha construido para dar vida a la mina y as¨ª evitar la decadencia de R¨ªo Turbio. Ahora la presidenta solo espera que los ciudadanos premien a los Kirchner con una victoria en Santa Cruz que es clave para ellos.
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