?Por qu¨¦ los espa?oles protagonizan la historia del campo de Rivesaltes?
Miles de refugiados republicanos construyeron el mayor campo de concentraci¨®n de Occidente y 8.000 fueron enviados a campos nazis como "prisioneros de guerra"
En Perpi?¨¢n y sus alrededores, al sureste de Francia, m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n es descendiente o familiar indirecto del medio mill¨®n de refugiados republicanos espa?oles que en solo dos meses llegaron al pa¨ªs vecino al final de la guerra civil. M¨¢s de 21.000 de aquellas v¨ªctimas de la guerra ¨Chombres, mujeres y ni?os- acabaron encerrados en el campo de concentraci¨®n de Rivesaltes. Al menos 8.000 fueron deportados a campos de la muerte nazis. Por eso, los espa?oles, Espa?a, son los grandes protagonistas del campo, donde este viernes inaugura un Memorial el primer ministro Manuel Valls. Espa?a, sin embargo, vive de espaldas al acontecimiento que recupera la memoria de uno de los cap¨ªtulos m¨¢s negros de Francia, Espa?a y Europa en el siglo XX.
En ese campo de concentraci¨®n, el mayor construido de Occidente, hubo tambi¨¦n al menos 7.000 jud¨ªos, adem¨¢s de gitanos, harkis (milicianos) argelinos entre 1939 y finales de los sesenta. Eran los calificados oficialmente como ¡°indeseables¡±. Pero para el presidente del comit¨¦ cient¨ªfico del memorial, Denis Peschanski, no cabe duda de que ¡°los protagonistas son los espa?oles¡±. ?Por qu¨¦?
En primer lugar, fueron ellos, miles de aquellos refugiados espa?oles, los que construyeron las primeras decenas de barracones. Ven¨ªan de la playa de Argel¨¦s-sur-Mer. All¨ª, a la intemperie, fueron hacinados, rodeados de alambradas, m¨¢s de 100.000 derrotados espa?oles. Para protegerse del fr¨ªo, hac¨ªan agujeros en la arena y se met¨ªan dentro en grupos, en familias. Rosy G¨®mez, hija del comandante Valeriano G¨®mez, muestra la zona y a¨²n ahora se le escapan las l¨¢grimas.
En Argel¨¦s, la ¨²nica higiene posible era la procedente del agua del mar. La Retirada, la llegada del medio mill¨®n de espa?oles, se produjo entre enero y febrero de 1939. Aquel invierno fue especialmente duro. Casi 300 refugiados murieron en la playa. Se les enterr¨® en un cementerio com¨²n, hoy situado en la avenida de La Retirada en Argel¨¦s. Los cuerpos fueron simplemente envueltos en telas. ¡°La madera era muy valiosa para calentarse y cocinar en la playa¡±, cuenta Rosy G¨®mez, de 63 a?os. Meses despu¨¦s, una riada se llev¨® la mayor¨ªa de cad¨¢veres. Un monolito en el lugar recuerda los nombres de los cientos de muertos.
En busca de una soluci¨®n desesperada, las autoridades francesas optaron por construir un campo de concentraci¨®n para los espa?oles. Eligieron Rivesaltes, a unos 40 kil¨®metros de Argel¨¦s. All¨ª fueron llevadas en el 39 las primeras cuadrillas de trabajadores forzados. A finales de 1941, ya hab¨ªa m¨¢s de 20.000 espa?oles encerrados all¨ª. En la Francia colaboracionista de la ¨¦poca, los republicanos espa?oles, muchos de ellos comunistas, eran considerados incluso culpables del hundimiento de Francia, de Europa.
De Rivesaltes salieron 8.000 espa?oles a campos de exterminio y otros muchos para luchar con la Resistencia
La II Guerra Mundial, como recuerda Peschanski, hab¨ªa empezado en Espa?a. Y all¨ª, en Rivesaltes, estaban los perdedores, ¡°los indeseables¡± del sur. Tras los espa?oles, llegaron los jud¨ªos y los gitanos. Pero fueron siempre los espa?oles los pioneros, los mayoritarios. Y constituyeron tambi¨¦n el ¨²nico colectivo sumado a los jud¨ªos para ser exterminado. Entre 8.000 y 10.000 fueron enviados a campos de exterminio nazis, sobre todo Mathausen. Eran "prisioneros de guerra". 65 de cada 100 no regresaron jam¨¢s. La cifra de jud¨ªos que sigui¨® el mismo destino en Auschwitz fue de 2.300.
Ante esos datos hist¨®ricos, los responsables del memorial coinciden plenamente en que los protagonistas de ese oscuro agujero de la historia europea son los espa?oles. Fueron maltratados, vilipendiados, encerrados por las autoridades francesas. Fueron franceses ¨Cno hab¨ªa un solo alem¨¢n en esa parte de la ¡°Francia libre¡± hasta finales de 1942- los que los enviaron a los campos de exterminio. Y fueron supervivientes espa?oles los que, a miles, salieron de all¨ª para participar en La Resistencia, luchar contra los nazis en ?frica, participar en la liberaci¨®n de Par¨ªs e incluso ir a la guerra de Indochina tras la II Guerra Mundial.
Y, sin embargo, Espa?a ha estado ausente de todo lo que ha ocurrido en esa zona en torno a esos tristes cap¨ªtulos de la historia. En el lugar, en el Languedoc-Rosell¨®n, se conmemoran todos los a?os eventos, debates, foros¡ Calles, plazas, monolitos, placas recuerdan lo ocurrido con los espa?oles. En las escuelas, a todos los ni?os se les cuenta lo que pas¨®. En Espa?a, en cambio, las autoridades han vivido de espaldas a todo ello. La Memoria hist¨®rica tambi¨¦n aqu¨ª una asignatura pendiente, un vac¨ªo total.
Pese a todo, son hijos de aquellos refugiados que viven en la Catalu?a francesa los que hoy protagonizan la Memoria que s¨ª ha ido recuperando Francia y que este viernes ha culminado con el memorial de Rivesaltes. Las asociaciones de descendientes de esos refugiados organizan anualmente La Marcha de La Retirada. Cientos de personas recorren parte de los caminos que tuvieron que cubrir los 500.000 republicanos para caer en los agujeros de Argel¨¦s, Rivesaltes y otros campos m¨¢s peque?os en la zona.
Uno de los m¨¢s activos es Pierre Aylagas. Es el alcalde socialista de Argel¨¦s e hijo de un pobre agricultor castellano, uno de aquellos refugiados derrotados. ¡°Ocurri¨® como ahora. La poblaci¨®n se dividi¨® a favor y en contra de los refugiados. He promovido que, en su recuerdo, Argel¨¦s acoja ahora a refugiados sirios".
Aylagas asiste este viernes a la inauguraci¨®n del memorial de Rivesaltes. Como Gilbert Susagna, que estuvo encerrado en Rivesaltes con solo 5 a?os, junto con su madre, Manuela.
Espa?a, los espa?oles, los refugiados de la guerra civil¡ ¡°Es una parte importante de Espa?a la que est¨¢ aqu¨ª¡±. Lo dice, emocionado, el Peschanski. Sabe muy bien de qu¨¦ habla. No solo es un gran historiador que preside el comit¨¦ cient¨ªfico de Rivesaltes, y tambi¨¦n el de Normand¨ªa. Su padre, ruso, luch¨® en Albacete como brigadista en la guerra civil. Y fue uno de esos 500.000 que en el invierno de 1939 cruz¨® los Pirineos para llegar hasta el agujero inmundo de Argel¨¦s.
Meses despu¨¦s, logr¨® salir y sumarse a La Resistencia. En su grupo hab¨ªa ¡°decenas de espa?oles¡±, dice Peschanski. En efecto, unos 10.000 espa?oles de Argel¨¦s, Rivesaltes y otros campos del sur se unieron a La Resistencia. Otro motivo para ese evidente protagonismo espa?ol del mayor campo de concentraci¨®n de Occidente.
¡°Un pueblo sin memoria no puede construir una verdadera democracia¡±, asegura la historiadora Genevi¨¨ve Dreyfus-Armand, prestigiosa estudiosa del ¨¦xodo espa?ol invitada ahora al memorial. En el sureste franc¨¦s, todos, grandes y peque?os, conocen buena parte de esta historia. ?Saben algo de todo esto los escolares espa?oles?
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