Es el momento de la madurez
Los colombianos tenemos que aceptar una justicia imperfecta para una situaci¨®n imperfecta y dolorosa
La pr¨¢ctica de inventar mentiras contra los contradictores pareciera parte del ejercicio de la pol¨ªtica. O¨ªrlas en ¨¦poca electoral es a¨²n m¨¢s com¨²n. Y en medio de tantas mentiras que se dicen, la pregunta es en qu¨¦ creer¨¢n los ciudadanos, quienes en ¨²ltimas elegir¨¢n a los nuevos gobernantes regionales y locales en menos de 10 d¨ªas, esos que tendr¨¢n que ser capaces de darle una nueva forma y fondo a la Colombia que se espera construir con la firma del proceso de paz con las FARC, si es que la guerra verbal de este lado lo permite.
En medio de tantas mentiras que se dicen, la pregunta es en qu¨¦ creer¨¢n los ciudadanos
Los ciudadanos presencian, minuto a minuto, el espect¨¢culo de una clase dirigente que cruza todo tipo de acusaciones, ep¨ªtetos que van y vienen. Hubo de todo en las ¨²ltimas 24 horas en el caldeado ambiente pol¨ªtico de Colombia: el procurador Alejandro Ordo?ez arremeti¨® contra el presidente Santos y lo acus¨® de aceptarle a las FARC la exigencia de judicializar al expresidente ?lvaro Uribe como condici¨®n para firmar el que ¨¦l llama el embeleco de la paz. El exmandatario C¨¦sar Gaviria le pidi¨® que se retractara de sus enga?os.
El abogado y columnista Ramiro Bejarano explica las mentiras del Procurador en que ¨¦stas responder¨ªan a una decisi¨®n de perturbar la paz por parte de la ultraderecha a la que pertenecen algunas cabezas del uribismo y estar¨ªa por ingresar el expresidente conservador Andr¨¦s Pastrana, que cada semana renuncia a una comisi¨®n. Ya hab¨ªa dejado la asesora de relaciones exteriores y ahora abandona la de la paz.
Los ciudadanos presencian, minuto a minuto, el espect¨¢culo de una clase dirigente que cruza todo tipo de acusaciones, ep¨ªtetos que van y vienen
Han repetido una y otra vez el gobierno, el propio presidente y el jefe negociador Humberto de la Calle que en La Habana no se acord¨® la judicializaci¨®n de ning¨²n expresidente. Y menos de Uribe. Y sin embargo, el hoy senador no lo cree. Y posiblemente los ciudadanos tampoco. C¨®mo van a creer si muchos de ellos son expertos en mentir y victimizarse.
Y qu¨¦ mejor momento para Uribe que declararse perseguido por la justicia en presencia de sus otrora mejores amigos, los gringos. Y qu¨¦ mejor escenario para el presidente Santos para defender el sistema judicial colombiano que la visita de Loretta Lynch a Colombia en la cumbre de ministros y fiscales de las Am¨¦ricas: ¡°Es normal que cuando alguien que ha tenido poder o est¨¢ en la oposici¨®n es investigado por cualquier tema, se victimice a s¨ª mismo y se autoproclame 'perseguido por la justicia'¡±, dijo Santos.
Santos deber¨ªa mostrar a Fiscal de USA las grabaciones "ilegales"de magistrados d l Corte que ordenaban por pol¨ªtica proceder contra mi Gbno
— ?lvaro Uribe V¨¦lez (@AlvaroUribeVel) October 15, 2015
Pero Uribe contest¨® por su red social favorita, Twitter: "Santos el ¨²nico de mi Gobierno que deber¨ªa estar en la c¨¢rcel porque fue donde paramilitares a proponer tumbar al Gbno [sic] y refundar a Colombia"¡.¡±Santos deber¨ªa mostrar a Fiscal de USA las grabaciones "ilegales" de magistrados de la Corte que ordenaban por pol¨ªtica proceder contra mi gobierno".
No es cierto. As¨ª como ten¨ªa el expresidente Uribe raz¨®n en que las sucesivas declaraciones en su contra del fiscal Montealegre parec¨ªan m¨¢s decisiones pol¨ªticas que judiciales, en esta oportunidad es usted quien deber¨ªa explicar las chuzadas de su gobierno a los magistrados de las Cortes, la oposici¨®n, los periodistas y efectivamente las relaciones del Estado y los paramilitares?
Qu¨¦ mejor momento para Uribe que declararse perseguido por la justicia en presencia de sus otrora mejores amigos, los gringos
Ya basta de mentiras e insultos. El acuerdo de paz con las FARC s¨ª es posible. Hay que analizarlo, expurgarlo, cuestionarlo, pero no ponerle cada d¨ªa un nuevo petardo. El avance en justicia es enorme. S¨ª, faltan desarrollos para concretar algunos puntos. Pero lo claro es que ninguna f¨®rmula que prolongue la posesi¨®n de las armas en la guerrilla es viable.
Este es el momento de la madurez. Los colombianos tenemos que aceptar una justicia imperfecta para una situaci¨®n terriblemente imperfecta y dolorosa. La refrendaci¨®n de los acuerdos por lo tanto es el mayor desaf¨ªo. Para todas las partes. Ahora tendremos que empezar a hablar de dejaci¨®n de armas, que es la palabra que usan las leyes colombianas. Y me anticipo: implica que las FARC se ver¨¢n privadas de sus armas. Pero no habr¨¢ foto entreg¨¢ndolas al gobierno. Se analizan ya otros caminos como la entrega a terceros: otro pa¨ªs, la ONU, Nepal, Irlanda.
Ya basta de mentiras e insultos. El acuerdo de paz s¨ª es posible
El problema central es que la guerrilla exige neutralizar el paramilitarismo. Y lo hacen porque quieren garant¨ªas. No ha sido posible acabar con el fen¨®meno que deja herederos hoy disfrazados en bandas criminales, pero tenemos que hacerlo, no solo por el acuerdo, por nosotros mismos. Las FARC no pueden tener armas a su disposici¨®n despu¨¦s de la firma, eso es claro. Y nosotros como sociedad, no podemos seguir validando, votando y perdonando a estos dirigentes si no son capaces al menos de declarar una tregua verbal.
Diana Calder¨®n es directora de Informativos y de Hora 20 de Caracol Radio Colombia
Twitter: @dianacalderonf
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.