?Hasta cu¨¢ndo durar¨¢ la crisis econ¨®mica?
El frenazo del ¡®boom¡¯ de las materias primas y de China ayudan a explicar la recesi¨®n
?Cu¨¢nto tiempo m¨¢s tendr¨¢ el mundo que sufrir una situaci¨®n en la cual es dif¨ªcil encontrar trabajo, los salarios se estancan o caen y los gobiernos se ven forzados a recortar presupuestos, reducir servicios p¨²blicos y eliminar programas sociales? Esta es la pregunta que se hacen las millones de personas afectadas por la mala situaci¨®n econ¨®mica. De Canad¨¢ a Italia, de China a Brasil y de Indonesia a Rusia la pregunta es la misma: ?hasta cu¨¢ndo?
La respuesta depende, por supuesto, del diagn¨®stico que se tenga sobre sus causas. Hay cuatro interpretaciones principales acerca de las razones por las cuales la econom¨ªa global est¨¢ tan an¨¦mica.
La primera es que lleg¨® a su fin el ¡°superciclo de las commodities¡±. A comienzos de este siglo se produjo un fuerte aumento de los precios de metales, hidrocarburos, productos agr¨ªcolas y en general todo tipo de materias primas ¡ªlas llamadas ¡°commodities¡±¡ª. Entre el a?o 2000 y el 2010 su precio promedio se duplic¨® (en contraste, durante todo el siglo XX el promedio de estos precios cay¨® en un 0,5% cada a?o).
El economista Larry Summers culpa al ¡°estancamiento secular¡± de la situaci¨®n actual
El crecimiento de la econom¨ªa mundial y, sobre todo, el apetito de Asia, especialmente de China, cre¨® una fuerte demanda de estos productos que hizo subir dram¨¢ticamente sus precios. Pero desde el a?o 2011, esta tendencia se revirti¨® y los precios han ca¨ªdo en un 40%, lo cual ha afectado a las econom¨ªas de los pa¨ªses exportadores, que vivieron un boom cuando los precios estuvieron altos.
Pero, ?por qu¨¦ tambi¨¦n lo est¨¢n pasando mal pa¨ªses como China o las econom¨ªas de Europa o Jap¨®n, todas ellas econom¨ªas que no dependen de la exportaci¨®n de commodities?
Una segunda interpretaci¨®n de las causas de la crisis se centra en China. El gigante asi¨¢tico ha sido una de las locomotoras principales ¡ªy a veces la ¨²nica¡ª que arrastra a las dem¨¢s econom¨ªas del mundo. Durante la crisis econ¨®mica de 2008, cuando colapsaron las econom¨ªas europeas y la de Estados Unidos, el Gobierno chino adopt¨® un muy agresivo programa de expansi¨®n econ¨®mica. Aument¨® el gasto p¨²blico y la liquidez monetaria, ampli¨® el cr¨¦dito, estimul¨® las inversiones y tom¨® todo tipo de medidas que mantuvieron el dinamismo econ¨®mico del pa¨ªs y su capacidad de apoyar la econom¨ªa global. Hay un impactante dato que ilustra el alcance de este est¨ªmulo econ¨®mico: Entre 2010 y 2013 en China se verti¨® m¨¢s cemento en obras de construcci¨®n que todo el cemento usado en Estados Unidos durante todo el siglo anterior.
Pero esta expansi¨®n ha demostrado ser insostenible. Y hay s¨ªntomas preocupantes con respecto a la salud econ¨®mica de China. Para los m¨¢s pesimistas, esta locomotora ha descarrilado. Para otros, simplemente sufre una desaceleraci¨®n temporal. En cualquier caso, la realidad es que la econom¨ªa mundial ya no cuenta con China como su comprador de materias primas o como una fuente de financiamiento para el resto del mundo.
La desaceleraci¨®n china, sin embargo, no explica la anemia econ¨®mica de Europa y otros pa¨ªses desarrollados. El economista Kenneth Rogoff argumenta que esta debilidad se debe a lo que llama el ¡°fin del superciclo de la deuda¡±. Seg¨²n Rogoff, despu¨¦s de un prolongado per¨ªodo en el cual pa¨ªses, empresas y personas se endeudaron demasiado, ahora sufren la inevitable ¡°resaca¡± en el cual se ven forzados a reducir las altas deudas que hab¨ªan acumulado. Esta necesidad de dedicar recursos a reducir el endeudamiento obviamente limita las posibilidades de consumo e inversi¨®n lo cual, a su vez, afecta negativamente el crecimiento econ¨®mico. Desde esta perspectiva una vez que se baje el endeudamiento las econom¨ªas volver¨¢n a crecer a un mayor ritmo.
Larry Summers, otro destacado economista, no lo ve as¨ª. Reconoce que el alto endeudamiento puede estar inhibiendo el crecimiento econ¨®mico, pero nada comparado con el ¡°estancamiento secular¡± que seg¨²n ¨¦l representa la m¨¢s grave amenaza que se cierne sobre la econom¨ªa mundial. ?sta enfermedad econ¨®mica se da cuando hay mucho m¨¢s ahorro que inversi¨®n. Las causas de esto son muchas y variadas. Inciden factores demogr¨¢ficos tales como la estructura de edad, la composici¨®n y la distribuci¨®n geogr¨¢fica de la fuerza laboral en el mundo, la desigualdad, el impacto de las populosas econom¨ªas asi¨¢ticas en los salarios y el empleo sobre el resto del planeta y la constante incorporaci¨®n de nuevas tecnolog¨ªas que eliminan puestos de trabajo al tiempo que aumentan la capacidad de producci¨®n
?Qu¨¦ hacer frente a esto? Summers recomienda estimular al m¨¢ximo las econom¨ªas y utilizar todos los instrumentos de los cuales disponen los gobiernos para contrarrestar las fuerzas que nutren ese estancamiento.
?Cu¨¢l de estas visiones es la correcta? Todas. No son excluyentes y es obvio que todas presentan un aspecto v¨¢lido de la realidad econ¨®mica del mundo. Todas implican que, lamentablemente, la crisis no est¨¢ cerca de acabarse, aunque en algunos pa¨ªses ya pueda haber se?ales de recuperaci¨®n.
Pero quiz¨¢s el mensaje central de estos diagn¨®sticos es que ahora los gobiernos pagar¨¢n m¨¢s caro y m¨¢s r¨¢pidamente sus errores en materia econ¨®mica.
La improvisaci¨®n, el populismo y la b¨²squeda de atajos ilusorios prolongar¨¢n la crisis.
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