60 a?os de separaci¨®n, 12 horas de reencuentro
Medio millar de ciudadanos de Corea del Sur y del Norte participan en una emotiva reuni¨®n de familias rotas por la guerra
Doce horas para compensar una separaci¨®n de m¨¢s de 60 a?os. Es el tiempo que las cerca de 200 familias coreanas divididas por la guerra (1950-1953) entre el Norte y el Sur y a las que se ha permitido reunirse esta semana en la frontera por primera vez desde entonces. Hijos y padres, hermanos y hermanas, abuelos y nietos han protagonizado emotivas escenas, llenas de l¨¢grimas, mientras se pon¨ªan al d¨ªa de los acontecimientos familiares. Sin noticias los unos de los otros durante d¨¦cadas, muchos conoc¨ªan finalmente el destino de sus seres queridos al otro lado de la frontera, con los que t¨¦cnicamente a¨²n permanecen en guerra.
?¡°Padre, soy yo, tu hijo¡±, sollozaba Chae Hee-yang, surcoreano de 65 a?os al encontrarse por primera vez con Chae Hoon-sik, su progenitor norcoreano de 88 a?os y al que dej¨® de ver cuando era un beb¨¦, seg¨²n informa la agencia surcoreana, Yonhap.
Los encuentros, los segundos en cinco a?os y organizados por la Cruz Roja, forman parte de un acuerdo alcanzado en agosto pasado entre Se¨²l y Pyongyang para solucionar una escalada de la tensi¨®n en la frontera. 389 surcoreanos, miembros de 96 familias, llegaron este martes al hotel Kumgang, un centro tur¨ªstico construido por la multinacional surcoreana Hyundai en Corea del Norte durante una etapa de deshielo entre los dos vecinos. All¨ª podr¨¢n verse con 141 familiares norcoreanos en sesiones de dos horas, dos reuniones diarias hasta el jueves. Es un total de 12 horas que tendr¨¢n que aprovechar para contarse las historias familiares de seis d¨¦cadas: las bodas, los nacimientos y las muertes
Contarse las vidas respectivas, intercambiar fotograf¨ªas y recuerdos, no es f¨¢cil. En muchos casos, hay que confirmar que aquellos padres, aquel hermano cuyo paradero se desconoci¨® durante d¨¦cadas, ya no est¨¢n. El intercambio de informaci¨®n se ve tambi¨¦n dificultado por la avanzada edad de los participantes, muchos con problemas de salud.
Ellos, y una segunda tanda que podr¨¢ reunirse en el mismo lugar entre el s¨¢bado y el lunes, son afortunados. La lista de espera para este tipo de encuentros es de 65.000 personas en Corea del Sur. En este pa¨ªs, la selecci¨®n se decidi¨® por sorteo.
El programa de reuniones familiares comenz¨® en 2000, durante la etapa de deshielo entre los dos pa¨ªses propiciada por el gobierno de Kim Dae-jung en Se¨²l. Qued¨® pr¨¢cticamente suspendido en 2010, despu¨¦s del hundimiento de un barco militar surcoreano del que Se¨²l responsabiliz¨® a Pyongyang. Desde entonces y hasta ahora solo se hab¨ªa celebrado otro encuentro, en febrero del a?o pasado.
Aunque no todas las familias han permanecido completamente incomunicadas. Algunos se las han arreglado para verse con sus parientes en las zonas de China cercanas a la frontera, donde los residentes de las localidades norcoreanas pr¨®ximas tienen relativamente f¨¢cil obtener un permiso para cruzar. Otros recurren a mediadores o a las nuevas tecnolog¨ªas para mantenerse en contacto.
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