Libia, un precipicio aterrador
Cuatro a?os despu¨¦s de la muerte de Gadafi, el pa¨ªs magreb¨ª se asoma al abismo partido en dos mitades y a merced del ISIS
Libia lleva ya m¨¢s de cuatro a?os sin un gobierno que pueda controlar su territorio. Durante m¨¢s de un a?o, el pa¨ªs ha estado dividido entre dos gobiernos enfrentados, cada cual alineado con sendas milicias partisanas. A d¨ªa de hoy (20 de octubre), ninguno de los dos gobiernos puede reivindicar una legitimidad legal, lo que hace de Libia la mayor extensi¨®n de terra nullius, o vac¨ªo de soberan¨ªa, del planeta.
Hemos llegado a este precipicio aterrador, y estamos obligados a asomarnos al abismo, porque la comunidad internacional no dot¨® al enviado especial de la ONU, Bernardino Le¨®n, de las herramientas necesarias para incentivar a las diferentes facciones libias para que alcanzasen compromisos y aceptasen la lista de ministros del Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA, por sus siglas en ingl¨¦s) anunciada hace 10 d¨ªas. En este punto de caos total se vislumbran diferentes escenarios. Si el GNA se convierte en una realidad y el controvertido general Haftar sigue siendo su comandante, los miembros de muchas de las tribus orientales quedar¨¢n aplacados, pero seguramente Libia se fracturar¨¢ en dos zonas, este y oeste.
El reparto territorial del pa¨ªs entre siete milicias enfrentadas favorece el avance del Estado Isl¨¢mico
Por otra parte, si se forma un GNA y Haftar queda relegado, en un intento de tender puentes entre las diferentes circunscripciones, cabe esperar una desestabilizaci¨®n violenta tanto en el este como en el oeste del pa¨ªs, ya que el general podr¨ªa declarar un consejo militar para intentar tomar el control del pa¨ªs por la fuerza. Independientemente del devenir del GNA, es probable que la regi¨®n oeste de Libia sea escenario de una escalada del conflicto, debido a la ruptura de los altos el fuego locales mantenidos hasta ahora, pues las diferentes milicias se alinear¨¢n a favor o en contra del acuerdo, y debido tambi¨¦n a la fr¨¢gil cohesi¨®n pol¨ªtica entre el mando de Haftar, en el este, y las milicias anti-GNA, en el oeste.
Sin embargo, si no se firma ning¨²n acuerdo y no se esboza una estructura de GNA que pueda trabajar la v¨ªa diplom¨¢tica y solicitar ayuda internacional, los escenarios son a¨²n peores. Se necesita un acuerdo para salvaguardar la legitimidad, la soberan¨ªa y el reconocimiento internacional de las instituciones nacionales libias. En ausencia de dicho acuerdo, Libia estar¨¢ constituida por m¨¢s de siete milicias enfrentadas, que controlar¨¢n diferentes territorios y luchar¨¢n por hacerse con las infraestructuras petrol¨ªferas y de transporte m¨¢s importantes, y no habr¨¢ partidos con la capacidad de ejercer leg¨ªtimamente la diplomacia en el extranjero. Esta situaci¨®n favorece el avance del Estado Isl¨¢mico, que aplasta despiadadamente a sus enemigos y presume de ello en las redes sociales. Tras llevar a cabo dos asesinatos en Adjabiya la semana pasada ¡ªun im¨¢n local y un coronel de la inteligencia militar¡ª, el grupo crucific¨® a un adversario y public¨® v¨ªdeos horripilantes que mostraban la muerte de dos yihadistas capturados en Derna y acusados de pertenecer a un grupo rival y de revelar informaci¨®n sobre el EI.
Es evidente que se necesita un acuerdo para unir a las facciones principales del pa¨ªs frente a la amenaza com¨²n del EI, y para mitigar el riesgo que corren los principales puertos e instalaciones petroleras de Libia. Si la ausencia de un acuerdo se prolonga, es muy probable que los consejos locales y las propias milicias sean los ¨²nicos canales viables con los que pueda trabajar la comunidad internacional.
Jason Pack es presidente de Libya-Analysis.com e investigador en la Universidad de Cambridge.
Traducci¨®n de News Clips
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